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Se estaría produciendo una reestructuración saludable del mercado.
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"El sufrimiento se concentra entre los nuevos inversores", señala el especialista.
El precio de bitcoin (BTC) retrocedió por debajo de los 110.000 dólares esta semana, nivel no visto desde inicios de julio, y encendió señales de cautela en el mercado. Los datos on-chain muestran que la caída, por un lado, está provocando un ajuste entre los inversores más recientes; y por el otro, está haciendo que los participantes de mayor experiencia y tiempo aprovechen la oportunidad para absorber la oferta.
El analista de la plataforma de datos CryptoQuant conocido como Crazzyblockk señala que el retroceso de 6% desde los USD 117.000 se trata de una sacudida clásica del mercado. Como lo ve, los nuevos tenedores de BTC están capitulando con pérdidas, lo que constituye una limpieza del apalancamiento especulativo y refuerza la base del mercado, en su opinión.
Según sus mediciones, los inversores que mantuvieron monedas menos de un mes registran pérdidas promedio no realizadas de 3,5% y están liquidando sus posiciones. De esa manera, el suministro de esta cohorte disminuyó de manera significativa en las últimas semanas, confirmando la venta impulsada por el miedo.
En contraste, la cohorte de corto plazo más amplia, que abarca a quienes poseen bitcoin entre uno y seis meses, se mantiene rentable con un beneficio no realizado de 4,5%. Estos inversores no solo no se desprenden de sus tenencias, sino que se mantienen en verde. Para el analista, esto revela que el dolor se concentra únicamente en los recién llegados, mientras que el resto de los participantes está absorbiendo la oferta.
El especialista plantea que la capitulación de los inversores “turísticos” es un desarrollo saludable. Sostiene que la salida de los tenedores menos convencidos transfiere el BTC a manos con bases de costo más bajas y mayor convicción, beneficiando al precio.
Para complementar su análisis, el analista mostró una gráfica que refleja cómo se distribuye la oferta de bitcoin entre distintos tipos de inversores: los de largo plazo (LTH, en naranja), los de corto plazo (STH, en verde) y los nuevos inversores de menos de un mes (morado). Se observa que los LTH mantienen de forma constante más de 15 millones de BTC, lo que indica que no venden aun cuando el precio retrocede. En contraste, los nuevos inversores han reducido fuertemente su suministro en las últimas semanas, confirmando que están capitulando con pérdidas.
Como se ve, el precio (línea blanca) tiende a caer en paralelo con la salida de estos novatos, lo que refleja que son ellos quienes ejercen presión vendedora. Mientras tanto, los STH más estables conservan alrededor de 4,6 millones de BTC, lo que muestra que el mercado no está en pánico generalizado, sino en una purga de manos débiles que transfiere monedas a holders más sólidos.
Se debilita la presión compradora
Este comportamiento entre los inversores de bitcoin ocurre en medio de un retroceso que llevó a esta moneda a perder más de 10.000 dólares respecto al máximo histórico de USD 124.000 alcanzado semanas atrás.
De acuerdo con la firma de análisis Glassnode, la presión compradora se debilitó en la última semana. El índice de fuerza relativa (RSI) cayó 21,4%, lo que refleja una disminución del impulso. La firma advierte que el mercado deja atrás la euforia y entra en una etapa de fragilidad caracterizada por demanda más débil y entradas de capital más lentas.
En paralelo, los grandes jugadores del mercado intensificaron su acumulación. Datos de CryptoQuant muestran que las ballenas, que son tenedores con más de 1.000 BTC en custodia, adquirieron 16.000 monedas la semana pasada, reportó CriptoNoticias.
Según el analista Cauê Oliveira, este patrón responde al comportamiento buy the dip, es decir, la compra en medio de caídas de precio. Oliveira recuerda que en la primera corrección de agosto ya se había visto una dinámica similar, cuando las ballenas absorbieron la oferta liquidada por minoristas. En su opinión, este escenario podría derivar en la formación de un piso local y en un repunte a corto plazo, aunque el rumbo de mediano plazo dependerá de la evolución de los fundamentos on-chain.
La lectura conjunta de estos datos refleja un reacomodo en el que los inversores menos resistentes ceden espacio a jugadores con mayor fortaleza financiera. Los movimientos de las ballenas apuntan a que el retroceso de precios es visto como una oportunidad estratégica, mientras que la capitulación de novatos confirma la purga de participantes sin convicción.
Para Crazzyblockk, este ajuste no debe interpretarse como un signo de debilidad sistémica. Más bien se trata de una etapa que limpia el mercado y genera un suelo más sólido. En sus palabras, “aunque dolorosa para los compradores recientes, esta es la clase de sacudida que construye el soporte necesario para el próximo movimiento significativo al alza”.