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"Este ciclo no se parece en nada a la locura de 2021", dice el analista Burak Kesmeci.
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Cuando lleguen los minoristas, el tren estaría acercándose a su parada final.
El mercado de bitcoin (BTC) vive un momento peculiar: un rally sostenido, pero sin el bullicio característico de los inversores minoristas.
A diferencia de ciclos pasados, donde la fiebre compradora de pequeños inversionistas marcaba el ritmo, hoy son los grandes jugadores —instituciones, fondos y empresas— quienes lideran la carga, acumulando la moneda con una mirada puesta en el largo plazo.
Con el precio de bitcoin rondando los 120.000 dólares, los datos on-chain revelan una dinámica clara. “Este ciclo no se parece en nada a la locura de 2021”, afirma el analista Burak Kesmeci, en un reporte publicado por el proveedor de datos on-chain CryptoQuant.
Mientras los minoristas venden, los inversores institucionales y grandes carteras, incluidos fondos cotizados en bolsa (ETF), acumulan BTC de forma agresiva desde principios de 2024, año en que salieron a la bolsa estos instrumentos financieros.
Este movimiento sugiere una estrategia de confianza a largo plazo, alejada de la especulación frenética de antaño. Otro caso surge de las empresas de cotización pública que han adoptado bitcoin para sus tesorerías. Hasta ahora han acumulado 918.108 BTC consolidando una tendencia de “corporativización” de la moneda digital, como lo ha reportado CriptoNoticias.
Minoristas al margen
Por el contrario, los inversores minoristas muestran un comportamiento opuesto. Desde 2023, sus tenencias de BTC han disminuido de manera constante, con una acumulación neta negativa.
Como se observa en el gráfico, a partir de finales de 2022 y, de forma más pronunciada en 2024 y 2025, la sección azul (minoristas) muestra una acumulación negativa (por debajo de la línea del cero), indicando que sus tenencias de BTC han disminuido de manera constante.
Muchos, especialmente los hodlers de corto plazo —quienes mantienen sus monedas por menos de 155 días—, optan por tomar ganancias tras las fuertes subidas recientes.
Esta venta contrasta con la acumulación estratégica de los grandes jugadores, lo que explica la ausencia de un frenesí minorista. Los datos de Google Trends refuerzan esta idea: las búsquedas de “bitcoin” son moderadas, lejos de los picos de euforia vistos en ciclos anteriores.
“No hay euforia masiva, ni las redes sociales están desbordadas”, señala Kesmeci. La falta de FOMO (miedo a quedarse fuera) entre los minoristas indica que el mercado aún no ha alcanzado su punto de ebullición.
“El dinero tranquilo y inteligente está en el escenario, mientras la mayoría observa desde la línea de banda”, añade. Este panorama sugiere que el rally podría tener espacio para crecer, siempre que los minoristas no entren en masa. Sin embargo, Kesmeci advierte: “Cuando lleguen los minoristas, el tren estaría acercándose a su parada final”.
Un cambio en el horizonte
El perfil de los compradores de bitcoin también está evolucionando. Cada vez menos individuos adoptan la moneda como protección contra la inflación o la incertidumbre económica, mientras que las empresas la abrazan con mayor convicción.
Este cambio refuerza la idea de una profesionalización del mercado, donde las decisiones se toman con un enfoque más estratégico.
“Si los inversores minoristas aún no han entrado, el camino por delante aún puede estar abierto”, dice Kesmeci. Por ahora, el rally de bitcoin avanza impulsado por el músculo institucional, pero la pregunta persiste: ¿cuándo despertará la multitud? Cuando lo haga, el mercado podría estar cerca de un punto de inflexión.