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Pix es el sistema nacional de pagos de Brasil.
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Se puede pagar con Pix en cualquier lugar, incluso sentado en una reposera en la playa.
Volví a Brasil después de varios años ¡y vaya si pasó el tiempo! Esta vez, no tuve que preocuparme por llevar efectivo en mi billetera. Nada de eso: mi única preocupación era que la cerveza estuviera bien fría y que los mariscos no estuvieran pasados de aceite. Y gran parte de esa tranquilidad se la debo a Pix.
¿Exagerado agradecerle a Pix? Puede que sí para algunos, pero después de lo que viví, vas a entender por qué lo digo.
Para ponerlo en contexto, vale la pena hacer un breve recorrido y marcar las diferencias con mi viaje anterior. La última vez había sido en 2016, cuando viajé con mis amigos Sebastián, Álvaro y Santiago para disfrutar de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y alentar a la delegación argentina de básquet, fútbol y vóley.
Recuerdo que, en la previa del viaje, uno de los temas más tediosos era decidir cuánto efectivo llevar: había que ir hasta una casa de cambio y conseguir reales a buen tipo de cambio, lo que representaba una verdadera pérdida de tiempo. Además, debíamos asegurarnos de que las tarjetas de débito y crédito estuvieran habilitadas para poder usarlas en Brasil.
A los pocos días, ocurrió lo inevitable: el efectivo se acabó, y eso representaba un problema porque no todos los locales aceptaban tarjetas. Por aquel entonces no existían restricciones al dólar, así que logramos sacar dinero del cajero automático.
Aunque el tipo de cambio era mejor que el que aparecía en la página oficial del Banco Nación de Argentina, tener que ir hasta el cajero y lidiar con filas nuevamente se sentía como una pérdida de tiempo.
Desde ese entonces, no había vuelto a Brasil. Casi 10 años más tarde, Ailín, mi pareja, me propuso regresar a Río de Janeiro, pero esta vez para ir a Buzios, que se encuentra a unos 180 km al este de la ciudad. Con tráfico ligero, el trayecto se hace en aproximadamente tres horas, lo que lo convierte en un viaje ideal para disfrutar del paisaje y desconectarse de la ciudad.
¿Qué es Pix?
Mi amiga Mercedes y su pareja Juan habían estado en Buzios en enero de 2025 y me pasaron varios tips para aprovechar al máximo la estadía. Entre las recomendaciones de playas estaban Praia do Forno, Geribá y João Fernandes. Además, no podía faltar la sugerencia de ir a cenar al restaurante de la actriz francesa Brigitte Bardot, uno de los puntos más icónicos de la ciudad.
“Por el efectivo no se preocupen porque todo el mundo tiene Pix”, aclaró Mercedes.
Esto despertó mi curiosidad: quería entender bien cómo funcionaba este sistema de pagos. Había escuchado su nombre, pero –no voy a mentir– la única referencia que tenía era que lo denominaban el “Mercado Pago de Brasil”.
La comparación con la billetera virtual de Mercado Libre, la empresa argentina de comercio electrónico, es porque está presente en la mayoría de los negocios de Brasil.
La principal diferencia es que Pix es un sistema de pagos creado por el Banco Central de Brasil, que permite hacer transferencias de forma rápida y sin efectivo. No como Mercado Pago que fue desarrollado por una empresa.
Funciona con códigos QR o mediante una “chave Pix”, que puede ser un correo electrónico, un número de teléfono, un documento o una clave alfanumérica.
Para pagar, solo hay que escanear el QR del comercio o ingresar los datos del destinatario, y listo: el monto se transfiere al instante. Pix está disponible todos los días del año y a cualquier hora.
Actualmente, más de 150 millones de personas operan a través de esta red, que procesa cerca del 70% de las transacciones digitales del país.
Está en todos lados: comercios, ferias, taxis, servicios de delivery y hasta en la playa. Sin dudas que es la opción más recomendada para pagos cotidianos.
¿Cómo se realiza un pago con Pix con pesos argentinos?
La primera vez que usé Pix fue en la playa para pagar un coco helado. Increíblemente había señal, y el encargado del bar incluso me ofreció su Wi-Fi por si surgía algún problema.
En mi caso, utilicé la aplicación Dólar App con pesos argentinos, aunque también es posible pagar con USDC, la stablecoin de Circle.
Para hacerlo, apreté en “Pagos” y en “Paga con QR” seleccioné “En Brasil Pix”. Después de seleccionar esa opción, se escanea el QR o se ingresa la “clave Pix”. Una vez ahí, se confirma el monto en reales y listo. En cuestión de segundos se hizo el cambio de pesos argentinos a la moneda brasileña.
Cabe aclarar que elegí usar Dólar App porque, durante las vacaciones, ofrecía el mejor tipo de cambio. Para tomar la decisión, consulté varias páginas de comparación de cotizaciones y así elegí la opción más conveniente.
Aunque no tuve problemas con Pix, conviene estar atento: entre enero y septiembre de 2025, Brasil registró 28 millones de fraudes vinculados al sistema, además de 2,7 millones de estafas en compras online, 1,6 millones por WhatsApp y 1,5 millones por phishing.
Para enfrentar esta ola delictiva, desde el 23 de noviembre de 2025 las instituciones financieras están habilitadas —de forma facultativa— a rastrear el recorrido del dinero más allá de la primera cuenta que recibe los fondos en casos de fraude, golpes, coerción o errores del prestador de servicios de pago. La medida busca acelerar la recuperación del dinero y reducir las estafas asociadas a Pix.
La gran mayoría de plataformas permite consultar comprobantes y revisar la actividad, y algunas incluyen la opción de recibir promociones en función de montos o frecuencia de uso.
Durante el último año, la competencia se intensificó y cada vez más aplicaciones incorporaron Pix como método de pago, entre ellas Lemon, Belo y Brubank. Incluso Binance, el exchange de criptomonedas más grande del mundo, sumó esta opción para facilitar transacciones, tal como lo reportó CriptoNoticias.
Y lo mejor de todo es que no tuve que perder tiempo haciendo filas en un cajero. Podía pagar con Pix usando saldo en pesos, evitando comisiones altas y el recargo del “dólar tarjeta”.
Mi única preocupación era que la cerveza estuviera bien fría y que la cazuela de mariscos viniera con el toque justo de limón.