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D-Wave es una de las empresas cuya acción se está destacando en el mercado.
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Capriole ha lanzado un Índice Cuántico con planes de convertirse en ETF.
Bitcoin enfrenta la amenaza existencial de la computación cuántica. Estas máquinas avanzadas explotarían principios de la mecánica cuántica para realizar cálculos que descifrarían sistemas criptográficos en segundos, algo imposible para las computadoras clásicas.
Los algoritmos que protegen las transacciones y billeteras de Bitcoin, como ECDSA y SHA-256, podrían romperse con el temido “Q-day”, que representa el momento hipotético en que una computadora cuántica pueda romper algoritmos de cifrado como los que protegen la red Bitcoin, la banca tradicional y otros sistemas digitales.
Aunque este escenario aún parece lejano, la incertidumbre sobre su llegada impulsa a los inversores a buscar formas de mitigar riesgos.
Esta potencial vulnerabilidad impulsa a inversores a desviar capital hacia empresas del sector cuántico, que no solo aceleran esta disrupción sino que también prometen herramientas para contrarrestarla.
En este panorama, acciones de compañías como D-Wave Quantum, Rigetti Computing e IonQ capturan el foco, liderando un mercado que promete innovación y protección frente a un futuro incierto.
Bitcoin bajo asedio cuántico
La relación entre Bitcoin y la computación cuántica define el pulso actual del mercado. Una máquina cuántica podría resolver el problema del logaritmo discreto en curvas elípticas, exponiendo claves privadas derivadas de direcciones públicas.
CriptoNoticias conversó con Ulises Arranz Cuéllar, docente de la Universidad Politécnica de Madrid y exdirector de tecnología en Accenture, quien subraya la magnitud del riesgo: «La amenaza cuántica es tan real e inminente para Bitcoin como para toda la criptografía actual. Si el algoritmo de Shor rompe las claves actuales, no solo Bitcoin quedará expuesto, sino todo el sistema de seguridad mundial que soporta bancos, empresas y gobiernos».
Esto afecta no solo transacciones en curso, sino toda la información encriptada almacenada electrónicamente. El impacto sobre los criptoactivos es solo un subconjunto de un problema mucho mayor, advierte el especialista.
«Este escenario impulsa a gobiernos, como los de Estados Unidos y la Unión Europea, a promover la migración hacia criptografía postcuántica, un camino que Bitcoin y otras criptomonedas deberán recorrer», agregó.
Esta urgencia puede explicar el éxodo de capital: los inversores buscan refugio en acciones cuánticas, que ofrecen exposición a la innovación y, potencialmente, a soluciones de mitigación.
Una oportunidad de inversión
El trader David Battaglia resume el sentimiento: “Las computadoras cuánticas han pasado de proyecto científico a activo invertible de alto crecimiento; su progreso reduce riesgos y magnifica catalizadores empresariales”.
Battaglia subraya el potencial transformador de la computación cuántica en múltiples industrias. Entre ellas están el descubrimiento de fármacos y la ciencia de materiales donde estas máquinas pueden simular interacciones moleculares con un nivel de detalle que permite desarrollar nuevos medicamentos y materiales innovadores de manera más eficiente.
En los servicios financieros, la tecnología promete optimizar carteras de inversión y modelar riesgos con una precisión sin precedentes, transformando la toma de decisiones. En inteligencia artificial, acelera drásticamente el entrenamiento de modelos de aprendizaje automático y resuelve problemas complejos de optimización, impulsando avances en esta disciplina.
Por su parte, en logística y fabricación, la capacidad de optimizar cadenas de suministro globales y procesos industriales puede generar mejoras significativas en eficiencia y costos.
“Construyamos posiciones sólidas para la próxima década, no especulemos a corto plazo”, aconseja Battaglia, comparando la trayectoria cuántica con los inicios de la IA, cuando pasó de la academia al comercio. La “ventaja cuántica” —cuando las máquinas resuelvan problemas intratables para supercomputadoras— ya no es “si”, sino “cuándo”.
El motor de la industria cuántica
D-Wave Quantum, empresa canadiense, destaca con su enfoque en recocido cuántico. Desarrolla computadoras especializadas que usan entrelazamiento y túnel cuántico para soluciones óptimas en problemas complejos, a diferencia de las universales de IBM o Google.
El analista Howard Smith resalta sus ventajas. El sector cuántico creció exponencialmente en meses recientes, pero D-Wave lidera con su sistema Advantage2 de sexta generación, que integra más de 4.400 cúbits (o qubits, en inglés). Estos cúbits, bits cuánticos que almacenan superposiciones de estados, procesan variantes exponenciales de datos simultáneamente, superando rivales en tareas como optimización logística o portafolios financieros.
Sus acciones reflejan el fervor, subiendo de 1,22 dólares a un máximo de 46 dólares en el último año, un aumento del 3.672%, y ahora cotizan cerca de 33 dólares.
Este despegue une fiebre sectorial y fortalezas propias, atrayendo inversores que ven en D-Wave un puente entre amenaza y oportunidad para Bitcoin.
Computación cuántica full-stack
Rigetti Computing, firma estadounidense de computación cuántica full-stack, amplía el panorama. Esto significa que la compañía desarrolla integralmente todos los componentes de sus sistemas, desde el diseño de procesadores cuánticos con circuitos integrados superconductores hasta el software y los servicios en la nube que permiten a los usuarios ejecutar circuitos cuánticos.
Esta aproximación holística acelera aplicaciones prácticas, como simulaciones químicas o machine learning cuántico (rama emergente que combina la computación cuántica con técnicas de aprendizaje automático), al garantizar compatibilidad y optimización entre hardware y software.
Sus acciones se dispararon de 1,20 dólares a un máximo histórico de 57 dólares la semana pasada. Esto representa un incremento del 4.650%, en el último año, como se aprecia en el siguiente gráfico.
IonQ: precisión iónica en la vanguardia
IonQ, Inc. emerge como otra estrella, especializada en ordenadores cuánticos de iones atrapados y software para circuitos.
A diferencia de superconductores en Rigetti o recocido en D-Wave, IonQ manipula iones de iterbio individuales —átomos suspendidos en vacío por campos electromagnéticos y controlados con láseres precisos— como cúbits.
Esta tecnología ofrece coherencia superior, con cúbits que mantienen estados cuánticos más tiempo, reduciendo errores en cálculos prolongados. Sus acciones pasaron de 13 dólares hace un año a 84 dólares la semana pasada, lo que es un alza del 546%.
Precisamente, esta semana, IonQ reveló documentos técnicos que validan un rendimiento de puerta de dos cúbits del 99,99%, un récord mundial. En computación cuántica, una “puerta” es una operación lógica básica; su fidelidad mide la precisión, donde 99,99% implica un error por cada 10.000 operaciones.
Cobertura estratégica con un índice
En este contexto, la firma de inversiones Capriole ha dado un paso audaz con el lanzamiento de su Índice Cuántico. Este producto financiero agrupa a empresas líderes en el desarrollo de tecnología cuántica, ofreciendo a los inversores una forma de diversificar su exposición al sector.
Capriole planea transformar este índice en un fondo cotizado en bolsa (ETF), lo que facilitaría el acceso a esta clase de activos.
Según la firma, el índice actúa como una “cobertura importante” frente a los riesgos que la computación cuántica podría representar para la seguridad de Bitcoin, cuya red depende de algoritmos criptográficos vulnerables a ataques cuánticos avanzados.
La respuesta al Q-day
La amenaza del Q-day no pasa desapercibida, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos (NIST) lidera esfuerzos para desarrollar algoritmos de cifrado post-cuántico, diseñados para resistir tanto a computadoras clásicas como cuánticas, como lo reportó CriptoNoticias.
Estos métodos buscan proteger sistemas críticos, desde Bitcoin hasta infraestructuras bancarias, frente a futuros avances tecnológicos.
Aunque Bitcoin aún no ha adoptado estas soluciones, el trabajo del NIST representa un paso crucial para mitigar riesgos a largo plazo, ofreciendo esperanza de que la red pueda adaptarse antes de que el Q-day materialice su impacto.
Sin embargo, en la carrera por proteger Bitcoin, BTQ Technologies Corp está dando grandes pasos. Esta empresa, especializada en la seguridad de redes críticas, anunció la primera demostración exitosa de una implementación de Bitcoin resistente a la computación cuántica mediante criptografía post-cuántica estandarizada por el NIST.
Su Bitcoin Quantum Core Release 0.2 reemplaza las firmas ECDSA, vulnerables a ataques cuánticos, por el algoritmo ML-DSA (Module-Lattice Digital Signature Algorithm), aprobado por el NIST. Esta solución protege contra la amenaza emergente que pone en riesgo la capitalización bursátil de la moneda digital.
Olivier Roussy Newton, CEO de BTQ Technologies, declaró: “Una vez que las computadoras cuánticas puedan descifrar las firmas ECDSA, cada transacción será vulnerable a interceptación y robo. Mientras la comunidad de desarrolladores debate estrategias, hemos demostrado una solución funcional que protege el valor total de mercado de bitcoin hoy”.
Por lo pronto, el vínculo Bitcoin-cuántica redefine portafolios. La amenaza del Q-day impulsa acciones de empresas como D-Wave, Rigetti e IonQ, cuyo potencial promete disrupción y avances en fármacos, finanzas, IA y logística.
Battaglia lo ve claro, como la IA, la cuántica pasará de viable a transformadora en una década. Inversores navegan esta dualidad: riesgo para Bitcoin, oportunidad en el sector. Empresas como estas lideran, mientras el NIST trabaja contrarreloj. El futuro cuántico llega veloz, y prepararse define a los ganadores.