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Cuando ocurrió el halving de 2012, el precio de bitcoin era de 12 dólares.
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El halving posiciona a bitcoin como un faro de predictibilidad.
El 28 de noviembre de 2012 ocurrió un evento que pasó desapercibido para la mayoría de las personas: bitcoin (BTC) tuvo su primer halving.
En ese momento, el precio de BTC rondaba los 12 dólares, y su red era todavía un experimento reservado a desarrolladores y curiosos.
Por aquel entonces, Bitcoin estaba lejos de ser el fenómeno global que conocemos hoy. Con una comunidad de entusiastas que minaban desde sus computadoras personales, GPU, FPGA y los primeros ASIC, la idea de que esta tecnología llegaría a 100.000 dólares parecía un sueño remoto. Pero quienes comprendían el impacto del halving sabían que ese día marcaba el inicio de algo mucho más grande.
Al minarse el bloque 210.000, el 28 de noviembre de 2012, las recompensas pasaron de 50 BTC a 25 BTC por bloque.
Aunque este cambio significaba menores ingresos inmediatos para los mineros, muchos de ellos continuaron operando, convencidos de que el precio de Bitcoin aumentaría con el tiempo.
Y no se equivocaron: apenas un año después del primer halving, bitcoin alcanzó los 1.000 dólares, iniciando un ciclo que se repetiría en cada halving posterior.
El primer halving transformó la narrativa económica de bitcoin. Pasó de ser un experimento digital a una reserva de valor potencial. La reducción de la emisión generó una presión alcista en el precio, demostrando que la escasez programada tenía el poder de captar el interés del mercado.
Y, del mismo modo, cada halving refuerza la idea de que bitcoin es un activo único en el mundo financiero. Hoy, 12 años después, bitcoin se encuentra muy cerca de alcanzar los 100.000 dólares, un precio que parecía impensable en 2012. Este ascenso meteórico es una prueba del impacto de su diseño económico: un suministro limitado que se reduce en cada halving, mientras su demanda continúa creciendo.
¿Seguirán los halvings teniendo efecto en el precio de bitcoin?
Podría pensarse que 12 años después del primer halving, y con el 94% de los BTC que podrán emitirse ya en circulación, el halving ya no es más un catalizador para su precio. Pero la historia, con la actual subida que acerca a BTC a 100.000 dólares, nos está mostrando que no es así. El «efecto halving» sigue impactando en el mercado.
Desde el exchange argentino Ripio, una de las empresas más longevas del ecosistema de bitcoin (empezó a funcionar pocos meses después del primer halving) anticipan que este «efecto halving» continuará con el pasar de los años. En un comunicado enviado a CriptoNoticias, dicen:
«El siguiente halving, proyectado para 2028, bajará la recompensa a poco más de 1,5 BTC por bloque minado. El ritmo de emisión seguirá ralentizándose. El suministro máximo estará cada vez más cerca. Todo esto no es una especulación, es lo que va a pasar por estar codificado en el armado propio de Bitcoin. Si del otro lado los mercados siguen reaccionando como hasta ahora, haciendo de bitcoin un activo cada vez más deseado no sólo dentro de las criptomonedas sino incluso en comparación con acciones de empresas líderes globales y de metales preciosos, entonces la proyección sólo trae nuevas noticias a futuro para bitcoin. Y entre medio de ellas, nuevos dígitos que se suman a su precio».
Ripio, exchange de bitcoin y criptomonedas.
Es que el halving no es solo un evento técnico; es una declaración de principios. Representa el corazón de lo que hace a Bitcoin único: un sistema donde la escasez es una certeza matemática.
En un mundo donde las políticas monetarias son dictadas por decisiones humanas tomadas arbitrariamente según la necesidad de cada momento, Bitcoin se mantiene como un faro de predictibilidad. Es la antítesis del sistema financiero tradicional. Bitcoin es una revolución que se gesta con cada nuevo bloque minado.