Hechos clave:
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Mejía habría participado con otros siete presuntos estafadores en una red que robó a 95 personas.
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Los acusados habrían creado un esquema piramidal para robar a las víctimas.
Las autoridades judiciales de la República Dominicana pusieron bajo prisión preventiva a un ciudadano de ese mismo país, acusado de estafar, junto a otros señalados que están prófugos de la justicia, a una centena de inversionistas con casi 3 millones de dólares en criptomonedas.
De acuerdo con los reportes de la prensa local, el ciudadano Juan Toribio Mejía habría participado en un esquema de estafa tipo Ponzi relacionado con un proyecto que prometía cuantiosas ganancias de dinero a quienes invirtieran en él.
El esquema lo llevó adelante la Sociedad Comercial HDLS “Digital Kingdom Investmest” y la Cooperativa de Ahorros y Créditos y Servicios Múltiples Digital Dominicana, que ofertaban a los inversionistas rendimientos de hasta 165% anual una vez iniciaran en él.
El arresto del empresario prosigue a una solicitud que hicieran 95 inversionistas esta semana. Todos aseguran haber sido estafados por las compañías antes mencionadas. Entre todas las víctimas dicen haber perdido 120 millones de pesos dominicanos, lo que equivale a casi USD 3 millones.
Toribio Mejía fue puesto en prisión preventiva por tres meses, condena que tendrá que pagar en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo, según lo sentenciado por la magistrada Fátima Veloz, de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional.
El empresario no actuó solo, según los reportes, otros siete integrantes de las empresas acusadas de estafar a los dominicanos están prófugos de la justicia. Se trata de Luis Lantigua Báez, Harold Hernández, Samil Abad de la Rosa, José Vicioso, Yoirma Guzmán, Luis Sepúlveda y Bélgica Báez de la Rosa.
El esquema Ponzi en el cual participó Juan Toribio Mejía hizo que los inversionistas depositaran entre USD 7.000 y USD 40.000. Ello, valiéndose de la confianza y de falsas promesas de recompensas. Hubo incluso familias enteras que apostaron por el proyecto, perdiendo más de USD 70.000.
Una de las víctimas de la estafa contó al medio local Diario Libre que, junto a su familia, invirtieron USD 74.000 en el esquema. Y, ahora, lamenta, “quedamos nada más vivos”. Se refiere a que prácticamente sus familiares y ella lo perdieron todo.
Las acusaciones señalan que las primeras ganancias del proyecto eran depositadas en cuentas de ahorros o en criptomonedas. Pero como auténtico Ponzi, los usuarios después no pudieron retirar sus ganancias, ni tampoco comunicarse con los operadores del esquema.
Para ganar la confianza, los presuntos estafadores otorgaban a las víctimas certificados de inversión, a los cuales se suscribían mediante un contrato firmado por un abogado notario. Además, desde el proyecto ofrecían pagos de USD 500 por referir a otras personas e iniciarlas en el esquema de presuntas ganancias.
Algunas de las víctimas denuncian que desde 2022, los representantes de las empresas “desaparecieron con el dinero”.