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El dilema de Triffin y la deuda masiva de EE.UU. fuerzan el reinicio económico.
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Bitcoin supera al oro como reserva global por escasez y neutralidad, dice Mallers.
Mientras el mundo observa una batalla comercial marcada por la imposición de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Jack Mallers vislumbra un futuro donde el dólar pierde protagonismo y bitcoin (BTC) emerge como rey. El CEO de Strike traza una conexión directa entre las políticas impulsadas por el mandatario republicano y una resurrección económica que depende de un dólar debilitado.
El conocido bitcoiner hace una crítica profunda sobre el papel del dólar estadounidense y el sistema económico que se ha mantenido desde la posguerra a través de su podcast The Money Matters. Sus comentarios, que resuenan en un contexto de volatilidad en los mercados y la caída del precio de bitcoin, sugieren que estamos en el umbral de un cambio económico significativo.
Basado en ello, Mallers argumenta que la inestabilidad que se observa en los mercados no se limita a las políticas comerciales de Trump o a las guerras comerciales, como señalan algunos analistas. Él cree que más bien es el preludio de un colapso del orden económico establecido después de la Segunda Guerra Mundial.
Este sistema, basado en la exportación del dólar y la acumulación de deuda por parte de Estados Unidos a cambio de bienes importados, ya no es sostenible, según Mallers.
La crítica de Mallers se centra en cómo Estados Unidos logró financiar el crecimiento global a través de décadas de déficit comercial, bajo el paraguas de iniciativas como el Plan Marshall y los acuerdos de Bretton Woods, lo cual ha llevado al país a un estado de deuda masiva. Este modelo, explica, está atrapado en el llamado «dilema de Triffin», donde la necesidad de suministrar dólares como moneda de reserva mundial genera déficits cada vez mayores, pues el mundo requiere más dólares de los que la economía estadounidense puede producir en bienes y servicios.
El dilema de Triffin y la deuda masiva
El «dilema de Triffin», comentado por Mallers, es una paradoja económica que describe los desafíos de un país cuya moneda es la reserva mundial, como el dólar estadounidense. Este dilema, identificado por Robert Triffin en los años 60, implica que, para que haya suficiente dinero en circulación para el comercio global, el país debe incurrir en un déficit comercial, lo que a su vez puede generar dudas sobre la convertibilidad y el valor de la moneda, potencialmente causando inflación o devaluación.
Lo anterior coloca en conflicto las políticas monetarias nacionales con las demandas internacionales, destacando la necesidad de una moneda de reserva internacional, una solución que aún no está disponible, haciendo que el dilema de Triffin siga siendo pertinente, incluso tras el fin del sistema de Bretton Woods.
Así que, en definitiva, el impacto doméstico de la política monetaria de Estados Unidos es, según Mallers, la erosión de la clase media y un aumento desproporcionado en la desigualdad económica. La impresión constante de dólares para mantener su estatus como moneda de reserva, en última instancia, ha debilitado el poder industrial de Estados Unidos. Esto se une con la desdolarización que está en marcha en el mundo, con naciones como Rusia y China buscando alternativas para sus transacciones comerciales, renuentes a seguir acumulando deuda estadounidense. Esta tendencia pone en jaque la capacidad de Estados Unidos para gestionar su deuda a largo plazo.
«Todo esto no es sostenible, porque es obvio que no es sostenible imprimir dólares y crear deuda a cambio de cosas reales. Tienes que hacer cosas reales en el mundo, no puedes simplemente imprimir trozos de papel para siempre. Fue un sistema que se diseñó para fallar».
Jack Mallers, CEO de Strike.
«Estamos ante un reinicio económico global», afirma Mallers, sugiriendo que el actual sistema económico, diseñado con una caducidad implícita, está ahora en sus últimos días. Este cambio forzará una reevaluación radical de las prácticas económicas mundiales y de las interacciones comerciales entre naciones. Su análisis invita a reflexionar sobre el futuro del dólar y sobre el verdadero lugar que le corresponde ocupar a bitcoin en un nuevo orden económico emergente.
El dólar se desploma, el mundo huye y bitcoin será el gran ganador
«Lo que está pasando no es una guerra comercial, sino la reconstrucción de EE.UU. Para eso deben debilitar al dólar», afirmó Mallers. Según su análisis, la imposición de aranceles por parte de Trump tiene como objetivo hacer que el dólar sea más débil, lo que a su vez conlleva una mayor inflación y hace que las importaciones sean menos competitivas frente a los productos nacionales.
«Con un dólar más débil también inflas la deuda, entonces EE.UU. tiene que recuperar la fabricación para seguir siendo competitivo, obligar a las empresas a fabricar en EE.UU.», explicó.
«La única manera de deshacerse de 35 billones de dólares en deuda es inflándola», señaló, dando a entender que la estrategia de Trump es esencialmente desinflar la deuda a través de la inflación.
En cuanto a los grandes beneficiarios de este realineamiento económico, Mallers fue categórico en señalar a los activos digitales, específicamente Bitcoin. «El gran ganador son los activos escasos neutrales… aquí los candidatos obvios son el oro y Bitcoin. Pero el oro ya fracasó como moneda de reserva mundial… en una economía de reordenamiento mundial, Bitcoin es el activo de mayor desempeño», afirmó.
En ese orden de ideas, predijo que bitcoin absorberá la mayor parte del valor y estará en alza durante las próximas décadas, posicionándose como un activo de reserva neutral para el mundo.
«Así que en una economía de reordenamiento mundial, bitcoin es el activo de mayor desempeño. Bitcoin absorbe la mayor parte del valor y estará en alza durante los próximos 5 a 10 años y hasta 100 años. Bitcoin es un activo de reserva neutral para el mundo. Bitcoin va a enfrentar todo esto con mucha volatilidad y eso sucederá porque bitcoin es el único mercado neutral que existe en el mundo».
Jack Mallers, CEO de Strike.
El análisis de Jack Mallers diagnostica un colapso y prescribe una revolución, dado que la estrategia de reindustrialización de Estados Unidos, impulsada por aranceles y un dólar débil, no es un mero ajuste de política, sino que es un reconocimiento tácito de que el sistema basado en deuda y hegemonía monetaria ha agotado su crédito.
Mientras la Fed navega entre la inflación y las presiones geopolíticas, y países como China y Rusia aceleran la fuga del dólar, Bitcoin emerge como el eslabón perdido en esta transición caótica. Su escasez algorítmica y su neutralidad sin fronteras desafían el «dilema de Triffin» y ofrecen un modelo donde el valor ya no se diluye en los déficits crónicos de un país, sino que se preserva en código inmutable.