Hechos clave:
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Economistas consideran que la asignación de 0,5 PTR elevó la cotización en el mercado secundario.
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El 31 de diciembre el dólar se comercializó en 56.000 bolívares. Este 3 de enero supera los 73.000.
El precio del dólar paralelo en Venezuela experimentó una subida del 30% en el transcurso de estos tres primeros días del 2020, con una cotización que pasó de los 56.122 bolívares por dólar, el 31 de diciembre de 2019, a 73.321 bolívares este viernes 3 de enero, según cifras que ofreció Monitor Dólar Venezuela.
Los economistas tienen como principal hipótesis que la escalada se debe a la reciente asignación de 0,5 petros (PTR), unos 30 dólares, que bajo la figura de «petroaguinaldo» fue otorgada en diciembre pasado a más de tres millones de pensionados y 2.800.000 trabajadores públicos.
Para Henkel García, director de la firma de asesoría Econométrica, el avance del precio del dólar estaría relacionado con el hecho de que los beneficiados se están desprendiendo de los petros comprando productos a través de los puntos de venta Biopago del Banco de Venezuela, un sistema interconectado con la plataforma Patria en el cual se creó un monedero para la recepción de petros.
«Prácticamente la única forma de hacer uso del petro es a través de la plataforma de Biopago. Entiendo que el comercio recibe bolívares, los cuales, muy probablemente, estén siendo creados por el Banco Central de Venezuela. De ser así, queda obvia la presión en el tipo de cambio vista estos últimos días», compartió García desde su cuenta en Twitter.
Para el analista, el gobierno tiene una triple estrategia: seguir ofreciendo beneficios de este tipo como política de Estado, forzar la circulación del petro y hacer creer que poseer esta denominada criptomoneda es equivalente a tener dólares.
Sin embargo, García destacó que la gente no lo está asumiendo de esa forma. «Con el grado de dolarización actual y las fallas conceptuales y operativas del PTR, este jamás será aceptado de manera amplia», puntualizó.
Inyección de bolívares y pocos dólares
Un punto de vista similar es el de Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma Ecoanalítica, quien resaltó que el incremento está relacionado con dos factores: la inyección de bolívares y petros y la escasa oferta de dólares por el asueto de Navidad. A través de su cuenta en Twitter compartió lo siguiente:
«El tipo de cambio paralelo ha sobrerreacionado dada la presión de demanda (inyección de bolívares y/o petros) y una oferta de dólares muy baja por el asueto navideño. La clave será mirar su comportamiento la semana entrante, cuando los oferentes habituales empiecen a aparecer», escribió Oliveros.
En relación con lo ocurrido en los últimos días, José Guerra, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), explicó que el aumento en la cotización del dólar tiene un aspecto básico y es que considera que la gente no quiere ni los bolívares ni los petros.
Su criterio es que «una moneda se deprecia cuando la gente no la quiere. Es decir, cuando la demanda por esa moneda disminuye. Nadie quiere bolívares y por tanto su valor cae, lo que equivale a decir que baja respecto al dólar». En cuanto al petro, Guerra no lo considera como una criptomoneda en sí misma, sino que se trata de «bolívares disfrazados».
El precio publicado por Monitor Dólar Venezuela este 3 de enero es el más alto que se ha registrado en el mercado paralelo en los últimos meses, en un país en el que el salario mínimo mensual es de 300.000 bolívares mensuales, o lo que es lo mismo unos cuatro dólares a la tasa de cambio actual.
Incluso, el fuerte incremento se convirtió en tendencia en Twitter durante este viernes, con la etiqueta #dolar posicionándose en primer lugar entre los tuiteros.
A diferencia del petro, un proyecto de criptomoneda que trata de impulsar el gobierno nacional desde diciembre del 2017, bitcoin sí es utilizado para el envío y recepción de remesas, intercambios con otras criptomonedas, pagos en establecimientos comerciales y como resguardo de valor para personas particulares y de empresas ante la hiperinflación que enfrenta el país suramericano.