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El economista Jaime Dunn asegura que USDT será la moneda usada por YPFB para importar combustible.
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El gobierno de Luis Arce ha mostrado una total apertura hacia las criptomonedas estables.
Bolivia atraviesa una dura crisis energética producto de la escasez de divisas, y el gobierno ve en las stablecoins una solución para importar combustible y paliar la situación.
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) planea usar criptoactivos para pagar estas importaciones, en un contexto en el que las reservas de dólares se han desplomado tras años de caída en las exportaciones de gas natural, tal como informó CriptoNoticias en días pasados.
Para el economista Jaime Dunn, analista financiero con amplio reconocimiento en Bolivia, la criptomoneda elegida por YPFB será probablemente USD Tether (USDT), una stablecoin de paridad 1:1 con el dólar estadounidense, emitida por la empresa Tether Limited. En comentarios a CriptoNoticias, Dunn afirmó que esto será así debido a la alta liquidez y volúmenes de transacción con los que cuenta esa stablecoin.
USDT se posiciona como la mayor stablecoin del mercado gracias a su amplio volumen de transacciones y liquidez, características que la convierten en una opción confiable para operaciones internacionales. Según datos de CoinMarketCap, USDT supera a otras stablecoins como USDC y DAI en capitalización de mercado, alcanzando más de 144.000 millones de dólares hasta marzo de 2025. Su adopción masiva en exchanges y su integración en sistemas de pago globales refuerzan su dominio, pese a debates pasados sobre la transparencia de sus reservas, un aspecto que la empresa ha trabajado para aclarar con auditorías regulares.
De ser cierta la utilización de USDT por parte de YPFB, la cual no se ha confirmado por la parte oficial, se demostraría una vez más la apertura total hacia las criptomonedas estables como herramienta para enfrentar la falta de divisas. Este no es un asunto menor, ya que esto es algo que ha apoyado el gobierno de Luis Arce desde hace varios meses, marcando un cambio respecto a los años previos al levantamiento de la prohibición de criptoactivos.
El país, que durante décadas fue exportador neto de energía, depende ahora de importaciones de combustible ante la disminución de su producción de gas, lo que ha generado largas filas en estaciones de servicio y protestas dispersas, como ha informado CriptoNoticias.
La escasez de dólares complica aún más las compras en el exterior, y el gobierno de Arce ha recurrido a alternativas digitales para sostener los subsidios al combustible.
En agosto de 2024, el presidente anunció la implementación de una pasarela de pagos con criptoactivos, enfocada en stablecoins, para dinamizar el flujo de divisas y fortalecer el sistema de pagos internacionales, como reportó este medio.
Esta decisión llegó tras la derogación de la prohibición a las criptomonedas, vigente desde 2020, un paso hacia la modernización financiera en medio de la crisis de ese país.
Bancos por el medio
Jaime Dunn explica el mecanismo que YPFB podría emplear para estas operaciones. Detalla que, si bien es cierto que la estatal petrolera necesitaría dólares para adquirir USDT, es probable que el Banco Unión, el más grande de esa nación, se involucre. Considera que esa entidad “otorgaría dólares a exportadores para adquirir USDT, y luego pasaría a venderlos a YPFB”.
“Una opción sería que YPFB compre dólares al tipo de cambio oficial, aunque esto implicaría pérdidas financieras si se compara con el mercado paralelo”, dijo, y luego subrayó: “Lo más probable es que Banco Unión compre los USDT para venderle a Yacimientos después, en bolivianos, a precio paralelo”.
Este enfoque, dice Dunn, permite a YPFB registrar la compra de un activo a un valor de 12 bolivianos por unidad, evitando reflejar contablemente la pérdida del tipo de cambio oficial.
En Bolivia, como en otros países de Latinoamérica, como Argentina y Venezuela, el dólar estadounidense tiene dos cotizaciones. La primera, establecida por los bancos centrales, y la segunda, establecida por el mercado.
Así, actualmente 1 dólar se cotiza por el orden de los 7,9 bolivianos a la tasa oficial. A la paralela, el cambio es de aproximadamente 12 bolivianos por cada billete verde.
Un ejemplo vivo de la redolarización
Ahora bien, el uso de USDT por parte de Bolivia no es un caso aislado, sino un ejemplo vivo de la redolarización que se observa en el mundo mediante stablecoins que mantienen paridad con el dólar estadounidense.
CriptoNoticias ha reportado cómo estas monedas digitales, como USDT y USDC, se han convertido en herramientas clave para países con economías golpeadas por la falta de divisas, como Venezuela y Argentina, donde facilitan el comercio internacional frente a restricciones financieras.
En Bolivia, la apuesta por las criptomonedas estables busca sortear la dependencia de dólares físicos, una estrategia que Dunn considera lógica:
“Creo que lo más relevante de la operación es que YPFB pretende comprar USDT diciendo lo lógico, lo real, que no es que están comprando dólares”, indicó. Así, el país se suma a una tendencia global donde las stablecoins actúan como puentes para transacciones en un contexto de crisis monetaria.
Esta redolarización encuentra respaldo incluso al otro lado del hemisferio, en Estados Unidos, donde el gobierno de Donald Trump ha mostrado apoyo explícito a las stablecoins.
Mediante una orden ejecutiva firmada el 23 de enero de 2025, Trump ordenó la creación de un grupo de trabajo para proponer regulaciones sobre activos digitales y evaluar una reserva nacional, con un énfasis en promover las stablecoins respaldadas por el dólar, según informó CriptoNoticias.
El objetivo, según el texto, es “promover el desarrollo y crecimiento de stablecoins legítimas respaldadas por el dólar en todo el mundo”, consolidando la soberanía de la moneda estadounidense. La medida busca posicionar a EE. UU. como líder en innovación de activos digitales, una visión que contrasta con los esfuerzos de países como los del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) por reducir el dominio global del dólar.
En Bolivia, la adopción de USDT por parte de YPFB no solo responde a una necesidad inmediata, sino que ilustra cómo las stablecoins pueden servir como instrumentos de redolarización indirecta.
Este enfoque pragmático, forzado por la crisis, pone al país sudamericano en el radar global como un caso de estudio. Mientras naciones del BRICS impulsan alternativas como el yuan chino o sistemas de pago propios, Bolivia demuestra que la redolarización, aunque sea a través de criptoactivos, sigue avanzando por necesidad.
El gobierno de Arce, al abrazar las stablecoins, ofrece un ejemplo claro de cómo la tecnología puede moldear el futuro económico, incluso en medio de tensiones geopolíticas que buscan desplazar al dólar del centro de la escena mundial.