Hechos clave:
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El ente emisor continuará con la compra de bonos del gobierno por USD 942.000 millones.
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La iniciativa persigue estimular el gasto antes que el ahorro.
Tras finalizar una serie de reuniones, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (MPC) aprobó este jueves 17 de septiembre mantener las tasas de interés en 0,1% y estudiará la posibilidad de fijar tasas de interés negativas ante una crisis provocada por el desempleo creciente.
Ya el banco central había estudiado en agosto pasado la efectividad de una posible adopción de tasas negativas, a la luz de la disminución progresiva de las tasas en los últimos años, dice el documento publicado este jueves.
En consecuencia, el MPC fue informado sobre los planes del Banco de Inglaterra para explorar cómo una Tasa Bancaria negativa puede ser efectivamente implementada, si el panorama de la inflación lo garantiza en algún momento de este período de bajas tasas. El Banco de Inglaterra y la Autoridad de Regulación Prudencial comenzarán con las consideraciones operacionales en el cuarto trimestre de 2020.
Comité de Política Monetaria, Banco de Inglaterra.
Teóricamente, unas tasas negativas de interés desestimularían el ahorro ya que las personas y organizaciones no recibirían intereses por el efectivo que mantengan depositado en los bancos. Al contrario, tendrían que pagar a los bancos por ahorrar. También se abriría el prospecto de recibir dinero por pedir prestado.
Estas aparentes paradojas no se materializan en la práctica, ya que los préstamos vigentes mantienen las tasas de interés acordadas en el momento en que se conceden. Pero las tasas negativas si beneficiarían a quienes tienen préstamos de tasa variable. Solo que los bancos ingleses tienen una previsión: la letra pequeña en los contratos de préstamos hipotecarios establece que las tasas no pueden ser inferiores a cero. Por esta razón la tasa aplicada a los préstamos existentes de tasa variable, si se adoptase una tasa negativa, será efectivamente cero.
De todos modos, la idea de las tasas negativas de interés es incentivar las compañías a pedir préstamos, invertir y crecer, lo que proporcionaría un impulso a la economía golpeada por la actual recesión. Esta es calificada por el diario The Telegraph como «una de las peores de la historia».
Además de mantener las tasas de interés en 0,1% y poner sobre la mesa la opción inusual de tasas de interés negativas, el Banco de Inglaterra continuará con su programa de compra de bonos del gobierno y bonos corporativos. Se mantiene inalterado el total de compras en GBP 745.000 millones, aproximadamente USD 942.000 millones.
El financiamiento para estas adquisiciones, señala el documento, proviene de «la emisión de reservas del banco central», lo que es equivalente a la impresión de dinero inorgánico. Si las condiciones del mercado se deterioran de nuevo, el ente emisor señala que estaría «listo para incrementar el ritmo de las compras, para asegurar la transmisión efectiva de la política monetaria».
Hay semejanzas en esta disposición del Banco de Inglaterra, tanto con la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed) como con las últimas actuaciones del Banco Central Europeo, en el sentido de enfrentar la crisis con un aumento inusitado de la deuda pública. En el caso de Estados Unidos, se prevé que este año fiscal, que finaliza el 30 de septiembre, la deuda pública superará el producto interno bruto.
La crisis mundial de salud del Covid-19 afectó a la economía en una escala global. El 12 de marzo cayeron todos los mercados incluyendo el de bitcoin y las criptomonedas. En el caso de bitcoin, a pesar de las recientes fluctuaciones de precio la criptomoneda pionera mantiene aún un 52% de retorno desde el inicio de 2020, y una recuperación de 128% respecto a la caída de mediados de marzo. En el momento de la redacción de este artículo, bitcoin se cotiza a un precio de USD 10.907, según cifras de Messari.