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Para Spotorno, Argentina está en un estado similar al que había a inicios de la década de 1980.
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El camino a seguir ya fue mostrado por bitcoin: limitar la emisión monetaria.
El economista Fausto Spotorno asegura que «el Banco Central de la República Argentina (BCRA) está en una especie de adicción a la emisión monetaria». Para el especialista, si sigue por este camino la hiperinflación será inevitable.
Spotorno, que fue entrevistado el viernes en Radio Rivadavia, está convencido de que Argentina se encuentra en una situación muy parecida a la que tenía a inicios de la década de 1980, previa a la hiperinflación que golpeó al país. Esta hiperinflación se detuvo recién en la década siguiente con la implementación de la convertibilidad (paridad entre el peso y el dólar), por parte del gobierno del presidente Carlos Saúl Menem.
En tal situación, el economista se atreve a mostrar una leve dosis de optimismo. Para él, si se toman las medidas correctas, puede frenarse lo que, de otra manera, sería catastrófico:
«El punto es que todavía tenemos tiempo de parar el camino hacia la hiperinflación. Hay que hacer un programa económico super duro, no hay tiempo para ir de a poco, gradualmente. No se puede ir de apoco con las LELIQS y el Banco Central. No, tenés que tener un programa integral y ejecutarlo en un año. Ese programa tiene que tener como corazón que no podés emitir más, por ninguna razón, ni para financiar nada».
Fausto Spotorno, economista.
Incluso, si el BCRA deja de emitir pesos, Spotorno considera que la inflación continuará por algún tiempo más «porque la gente desconfía del peso». Por eso, en caso de continuar manteniendo al peso como moneda de curso legal, el siguiente paso sería lograr confianza en esa devaluada moneda.
Mientras eso no ocurra, la situación «no pinta» nada bien. El economista entrevistado por Radio Rivadavia dice que la inflación «no se va a amainar porque no solo se emite para financiar al Estado sino también para financiar al propio BCRA. Que el Banco Central esté en adicción a la emisión monetaria es como tener un contador adicto al juego».
Por último, Spotorno explica que no solo debe pausarse la emisión de moneda en circulación, sino también que se deben eliminarse las LELIQs. Las LELIQs, que significa «letras de liquidez», son instrumentos financieros que el BCRA ofrece a las entidades bancarias, que las adquieren como una forma de inversión de corto plazo.
La manera en que funcionan las LELIQs es relativamente sencilla: el BCRA emite estas letras y las vende a los bancos. Los bancos, a cambio, le dan pesos al BCRA. Estos pesos quedan fuera de la economía (es decir, no pueden ser utilizados para otorgar créditos o para cualquier otro fin), lo que reduce la cantidad de dinero en circulación. A cambio de mantener estos pesos «congelados», los bancos reciben una tasa de interés.
Sin embargo, el BCRA debe pagar intereses sobre estas letras, y si no tiene suficientes ingresos para hacer frente a estos pagos, se ve obligado a emitir más pesos para pagar a los bancos, lo cual termina incrementando la base monetaria y, por ende, genera mayor inflación.
Dice Spotorno que, para él, «las LELIQs son una cuasimoneda».
«Las LELIQs siguen siendo dinero. Cada vez que hacemos una transferencia o que cancelamos la tarjeta de crédito con una caja de ahorro, o hacemos movimientos por Mercado Pago, y todo lo que es movimientos entre bancos se esta pagando con LELIQs»
Fausto Spotorno, economista
Bitcoin marca el ejemplo antiinflacionario que debería seguirse
En un contexto donde la emisión monetaria inorgánica y la inflación son problemas endémicos, el ejemplo de bitcoin (BTC) emerge como un contrapunto interesante.
La moneda digital creada por Satoshi Nakamoto presenta un paradigma donde la política monetaria está predeterminada y es inmune a la intervención humana: el suministro total está limitado a 21 millones de monedas, un protocolo que imita la finitud de recursos valiosos como el oro y establece un sistema monetario antiinflacionario.
Por su naturaleza descentralizada y oferta limitada, bitcoin se ha convertido en una alternativa atractiva para aquellos que buscan proteger su patrimonio de la inflación. En contraste con la política monetaria argentina, donde la emisión de dinero parece ser una herramienta recurrente para el financiamiento de déficits, bitcoin ofrece una política monetaria predecible y transparente, una que no puede ser alterada por decisiones políticas o necesidades fiscales del momento.
Sin embargo, es plausible considerar que los políticos argentinos nunca sigan el ejemplo de bitcoin y jamás logren detener por completo la emisión monetaria. En ese panorama, bitcoin de todas formas puede servir como herramienta valiosas a nivel individual o comunitario.
BTC ofrece una opción para que los individuos preserven el valor de su capital frente a la rápida devaluación del dinero fíat mal administrado. Aunque no sea la solución macroeconómica para el país, a nivel microeconómico puede funcionar como una especie de «cuenta de ahorros» digital fuera del alcance de la política monetaria local y las manos del Estado.