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En esta parte continuaremos con la construcción de esa criptomoneda inútil.
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De la página web hasta la fuga.
Ok, aquí vamos con la continuación de nuestra guía para hacer tu propia shitcoin.
Haz una bonita página web –con un excelente equipo
La página web sí es fundamental, esencial en todo este proceso. Mientras más bonita sea vea, mucho mejor. Añade colores, añade vídeos, infografías, una sección de preguntas y respuestas, y, por supuesto, una sección del equipo detrás de la creación de esta nueva y maravillosa criptomoneda. Pero no se te ocurra poner ahí tu cara o tu nombre.
Lo que vas a hacer es crear —de la nada— un equipo fabuloso con fotos atractivas que puedes sacar de Google. Así, a una mujer que luce muy profesional puedes darle el puesto de CEO e inventarle una biografía muy exitosa: que se graduó en Harvard, que hizo post-grado en Cambridge, que trabajó 5 años en el FMI, otros años en varios bancos, que habla tres idiomas y que conoce las criptomonedas desde 2008… perdón, desde 2009. Y así vas con todos los miembros del equipo, desde el Jefe de Marketing hasta el Jefe de Tecnología y la encargada de prensa. ¡Y no te olvides de poner a Vitalik Buterin como consultor del proyecto!
En cuanto al contenido sobre tu shitcoin, ¿recuerdas cómo escribir o copiar y pegar el Libro Blanco? Pues es más o menos lo mismo con la página web. Haz muchas promesas sobre las cosas increíbles que puede hacer tu criptomoneda, en las FAQ habla sobre blockchain y contratos inteligentes; invéntate un sistema de recompensas o da fechas para airdrops y todo irá como la seda.
¡Lanza una ICO!
Ahora que tienes lista tu idea y tu página web, ¿cómo harás que la gente compre tus tokens inútiles? ¡Pues con una Oferta Inicial de Moneda! (ICO). Para esto se recurre usualmente a Ethereum, donde puedes crear una cierta cantidad de tokens inútiles para la venta. Ahora, esa cantidad creada (que deberás mencionar en el Libro Blanco, si lo escribiste) deberás dividirla en una gráfica de pastel que vas a mostrar a tus clientes: cierto porcentaje se va a vender en la ICO en distintas fases y a distintos precios —mientras más pronto se llegue, ¡mayor oferta se consigue!—, otro porcentaje se va a quedar como recompensa para los profesionales desarrolladores de la criptomoneda (túcof), otro será dirigido ¿a la caridad o a profesionales de la seguridad? Y así sucesivamente.
Oh, y lo olvidamos: tienes que hacer un Mapa de Ruta, donde describas con fechas lo que planeas hacer con tu shitcoin. Cuándo –supuestamente- vas a lanzar tu “red principal”, cuándo vas a lanzar otro airdrop, cuándo terminarás ese satélite y esa blockchain cuántica, cuándo vas a cumplir esas promesas, ya sabes, en qué vas a usar el dinero —o en qué deberían creer tus clientes que vas a usar el dinero, claro está. Ese Mapa de Ruta, así como toda la información para participar en la ICO, deberías incluirlo en tu página web.
Espera, publicita tu ICO
¡Sí, nos precipitamos! Antes de lanzar tu ICO, tienes que hacerle mucha, mucha, mucha publicidad. Tiene que ser un verdadero bombardeo, publicidad por aquí, publicidad por allá, publicidad en las redes, en periódicos, en la sopa. Para esto tendrás que arañarte un poco los bolsillos, pero será una inversión y no un gasto. La gente tiene que creer que tu criptomoneda es útil y que llegará a algún lado, y para eso es necesaria una buena campaña de marketing. Olvida el Libro Blanco: la publicidad es la clave para el éxito de cualquier shitcoin.
Vas a necesitar diseñadores gráficos, editores de vídeo y profesionales de marketing, probablemente. Tienes que hacer creer a todo el mundo que tu shitcoin es real. Mientras más lo oigan, mientras lo vean en bellos formatos, más lo creerán; no importa que no tengas documentos ni pruebas de ningún tipo, ni tan siquiera un Libro Blanco decente. La publicidad es hipnótica.
Toma el dinero, cierra todo, corre…
Ok, digamos que lo lograste. Coló. Tu shitcoin que (no) ofrece pagos internacionales instantáneos, contratos inteligentes, privacidad, el satélite y etcétera, quedó aferrada en las mentes de numerosos inversionistas descuidados gracias a tu excelente página web y campaña de marketing; por lo que conseguiste reunir miles o incluso unos cuantos millones de dólares a cambio de un montón de tokens inútiles. ¡Ah, qué emoción, la vida es bella!
Pero, hey, alto. No te emociones todavía. Viene una parte delicada de todo este proceso: tienes que escapar antes de que se den cuenta de que todo lo que prometiste era falso. No puedes quedarte mucho más tiempo haciendo más promesas o poniendo más excusas, especialmente cuando la inversión ya está hecha.
Para poder escapar hay varias opciones, luego de esperar un tiempo prudente que va de dos semanas a dos meses:
- Luego de escoger a dónde escaparás y arreglarlo todo, ya sabes, en el mundo físico, cierra la página web, las redes sociales y todo lo que tenga que ver con tu shitcoin. Desaparece del mundo virtual y no mires atrás.
- Arréglalo todo para fingir un hackeo en masa de tus tokens ficticios. ¡Oh, no, hemos sido hackeados, que desgracia! No tenemos cómo devolver el dinero hackeado. Ups.
- Resulta que consultaste a varios abogados y te ves obligado a cerrar este maravilloso proyecto porque no cumple con las estúpidas normas de la SEC o similar. Diablos. Pronto devolverás todo el dinero, en serio (no lo harás).
Ahora, no se te ocurra cambiar todos los millones que recibiste en criptomonedas a dinero fiduciario, porque eso será como llamar a la policía. Tendrás que averiguar una forma segura de utilizar esos fondos. Prueba en la Darknet.
¡Disfruta de unas largas vacaciones!
¡Conseguiste una forma de escapar, felicidades! Es el momento de disfrutar de todo el esfuerzo que pusiste en crear esa shitcoin y gastar todo el dinero de tus inversionistas en unas largas vacaciones de lujo. No mires atrás, ni una sola vez. Ya borraste todo, así que podemos sugerirte unos cuantos lugares para irte de vacaciones. El Caribe, las Islas Caimán, Suiza, Arabia Saudita, ¡el mundo es el límite! ¡Gracias, criptomonedas!
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Sólo en caso de que no se haya comprendido: este artículo tiene propósitos educativos. ¡No estafes a nadie, muchas gracias!
Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.
Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.