Hechos clave:
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Protino es una firma de hackers que adquirió Doingbase a través de la comercian información.
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Tras la muerte de Snow se publicó una pieza sobre el papel de Protino en el asesinato.
Entro en mi octavo día de huelga de hambre. He sido víctima de un complot entre la empresa más grande del mundo de los criptoactivos y el gobierno de mi país. ¿Mi delito? Querer un nuevo gobierno e investigar a fondo la corrupción del actual. Esta es la última carta que escribiré y quiero que sea una advertencia para otros que quieran continuar esta lucha: aléjense de Doingbase, no utilicen criptomonedas en ninguno de sus servicios y asegúrense de que no reciben donaciones a través de su plataforma. Los tentáculos del Leviatán son mayúsculos. Su equipo de hackers me condenó a esta celda.
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Larga vida a la verdad.
S-
El extracto es parte de la última carta que dejó Snow, el activista de los derechos humanos y el hacktivismo, quien terminó siendo identificado por el gobierno de su país y encarcelado, sin juicio y sin debido proceso.
A pesar de que había mantenido su periódico digital Speaker fuera del radar de los cuerpos de seguridad del Estado, las herramientas de Doingbase y Protino habían facilitado su captura.
¿Cómo? Toda la operación de investigación, divulgación y publicación del periódico se sostenía con donaciones, exclusivamente en criptoactivos y ninguna blockchain resiste el examen de los sicarios de Protino, ni siquiera las de monedas privadas.
Sin embargo, solo la muerte de Snow puso en verdaderos aprietos a la empresa. Las filtraciones, la lista de Compradores de los Perfiles Comerciales de Protino y la investigación que el propio activista había adelantado antes de su captura (y su posterior muerte en muy extrañas condiciones) resultaron determinantes.
Compradores anónimos
Varias salas de redacción habían recibido el Registro de Compradores de los Perfiles de Consumidor de Protino, la del Speaker entre ellas, el periódico de Snow y que parecía estar siempre un paso adelante del gobierno. A pesar de que tenía información pormenorizada, la data no permitía relacionar a Protino con gobiernos o instituciones gubernamental alguna.
Sin embargo, Snow y su equipo no pertenecían a una simple redacción. Herederos de la Alianza Sin Nombre, como una célula de esta organización que enarbola las banderas de la privacidad y los criptoactivos, además del trabajo periodístico, Speaker se había convertido en un importante bastión de hacktivismo. «Los cypherpunks escriben código«, se decían constantemente.
No había una oficina, no existía un protocolo de trabajo público, solo un URL y el equipo. Sin embargo, el detalle de los reportes, el tratamiento de las fuentes y la versatilidad de los estilos de su línea editorial habían hecho que el medio se convirtiera en una referencia, en el brazo comunicacional de la resistencia contra el gobierno; criptoactivos y donaciones mediante.
A la información contenida en el documento, los reporteros/hackers de Speaker añadieron una investigación forense sobre los registros de pago, prestando especial atención a las transacciones a través de las que se compró la ubicación exacta de Snow. A fin de cuentas, si bien los nexos no eran explícitos, con un poco de dedicación podrían encontrarse. Todo está registrado.
Las pruebas fueron contundentes y los investigadores fueron capaces de presentar un mapa de flujo de un pago de 30 BTC por el perfil de consumidor de Snow en la plataforma de Doingbase, información que Protino hizo llegar vía correo electrónico a los funcionarios del gobierno.
La dirección que tenía la carta de Snow era el puente, una evidencia inexpugnable y que, a la larga, resultó crucial para que su muerte no fuera en vano.
Abogados y demandas
Tan pronto hubo un asidero legal para una demanda contra Protino, representantes legales de Speaker introdujeron un recurso contra la firma de hackers y contra Doingbase por negligencia y colusión en cuanto al manejo de la información de la cuenta de Snow y las asociadas al periódico.
El pleito legal se resolvió rápido, pues a pesar de que en un primer momento no habían pruebas suficientes, la publicación de Speaker, la experticia de la investigación forense y la contundencia de la relación de los fondos pagados con direcciones bajo la custodia de miembros de Protino resultó irrefutable. El documento fue aceptado como prueba por el juzgado y el caso se solucionó prácticamente de inmediato.
El CEO de Protino fue encarcelado y los implicados en el desarrollo de las aplicaciones que utilizaba Doingbase puestos bajo investigación, algunos con causas legales abiertas.
Durante el litigio, los abogados de Doingbase intentaron dejar claro que la filial actuaba bajo su propio criterio, que la nueva política del negocio había convertido a la empresa en una organización autónoma dentro de su organigrama y que ninguna de las acciones que realizaron obedeció a orden alguna de las autoridades de Doingbase.
Sin embargo, el daño estaba hecho y la etiqueta #DeleteDoingbase se volvió tendencia entre los usuarios de redes sociales, pronto la empresa dejó de ser la de mayor relevancia entre los usuarios y se hicieron múltiples campañas para que nuevos miembros del ecosistema no utilizaran su plataforma.
Speaker recibió una importante compensación, pues toda la demanda por el delito de Snow se había basado en las direcciones que manejaba este para beneficio del periódico y que habían sido vendidas de manera ilegal por Protino, trayendo como consecuencia la muerte del activista.
Las donaciones de la comunidad se multiplicaron y el periódico siguió haciendo frente al gobierno, que además quedó señalado ante la opinión internacional por la muerte de Snow y la participación de funcionarios de su institucionalidad en la compra de información confidencial, lo que hizo aún más difícil sostener el dominio del país. A la larga, la caída de Protino y Doingbase también significaría la libertad de una nación.
Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.
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Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.