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El investigador destacó la propuesta de mejora de Ethereum conocida como PeerDAS.
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PeerDAS reduce la cantidad de datos que deben descargar los nodos.
Una nueva actualización llegó a Ethereum: Fusaka. En ese marco, Jason Chaskin, investigador de la Fundación Ethereum (EF), enfatizó que uno de los elementos más relevantes de esa bifurcación dura (hard fork) marca un punto de inflexión para la red.
Chaskin, en una entrevista exclusiva con CriptoNoticias durante la Devconnect Argentina, sintetizó cuál es, a su juicio, el aporte central de Fusaka:
Es la primera vez que Ethereum puede escalar la disponibilidad de datos sin comprometer la descentralización.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
La afirmación del investigador de la EF se basó en la propuesta de mejora de Ethereum (EIP) conocida como «Muestreo de Disponibilidad de Datos entre Pares» (PeerDAS, en inglés), el nuevo sistema de disponibilidad de datos que se activará con Fusaka:
Ese mecanismo es la pieza central de una estrategia que permitiría que Ethereum procese más información sin exigir que los nodos aumenten su hardware, lo que favorecería a la descentralización.
En adición, Chaskin también resaltó la EIP-7951, incluida en Fusaka, una propuesta que habilita un método de firma más barato para las claves basadas en estándares modernos, como las passkeys utilizadas por Face ID o huellas dactilares.
Según explicó, eso permite que un usuario pueda autorizar una transacción usando sus métodos biométricos habituales, sin depender de frases semilla, reduciendo fricciones y acercando la experiencia de Ethereum a la de aplicaciones cotidianas.
Por otro lado, Fusaka cuenta también que otras EIP importantes. Por ejemplo, la EIP-6800 («Verkle Trees»), una estructura que reduce el peso de los datos y hace más eficiente la verificación dentro de la red; con EIP-7782, se establece por defecto un límite de gas por bloque más alto, lo que habilita incluir más operaciones en ellos.
Jason Chaskin explica el aporte de PeerDAS al diseño de Ethereum
El núcleo de Fusaka es PeerDAS, un sistema que permite distribuir la información en fragmentos y verificar su disponibilidad sin que cada nodo deba descargar la red completa.
Para Chaskin, esta capacidad marca un hito sustancial en Ethereum:
Ethereum está viviendo un momento histórico. Finalmente, la red puede fragmentar datos, algo que buscó desde el día cero.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
Al reducir la cantidad de datos que un operador necesita procesar, PeerDAS hace más liviano el funcionamiento de un nodo y facilita que más personas puedan ejecutarlos sin depender de infraestructura especializada.
Una red descentralizada permanece viva porque los nodos están distribuidos y no pueden ser apagados.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
El proceso se sostiene en dos elementos técnicos: «muestreo probabilístico y criptografía. Con ello se garantiza que los datos completos están disponibles», de acuerdo con el investigador.
En otras palabras, esas dos tecnologías permiten confirmar que todos los datos están disponibles sin requerir su descarga total.
Si algo no coincide, el protocolo lo identifica y puede rechazar el bloque. Esto evitaría que una sola entidad controle la disponibilidad de la información.
Con PeerDAS descargas solo un octavo del dataset y aun así puedes verificar que toda la red tiene los datos.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
PeerDAS también potencia la escalabilidad de Ethereum
A partir de esa fragmentación de los datos, la red también obtiene un beneficio en materia de escalabilidad.
La clave de PeerDAS es permitir que los nodos sigan siendo pequeños, incluso mientras aumenta masivamente la cantidad de datos.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
PeerDAS permite manejar un volumen mucho mayor de información sin elevar los requisitos para operar un nodo, lo que habilita el aumento de la cantidad de blobs que Ethereum puede incluir por bloque.
Los blobs, introducidos por la actualización Pectra, son «contenedores» temporales donde las redes de segunda capa (L2) publican los datos necesarios para probar sus transacciones.
Cuanto mayor es la capacidad para alojar estos blobs, menor es la competencia por espacio y más fácil resulta para las L2 mantener tarifas bajas y estables, incluso durante picos de actividad.
La lógica detrás de esa afirmación es sencilla: si la capacidad de datos se expande sin sacrificar la posibilidad de que nodos pequeños sigan funcionando, disminuye la presión sobre las tarifas.
PeerDAS hace que las tarifas de las L2 sean bajas para siempre. Para los usuarios, esto significa que el escalado de las L2 está prácticamente resuelto.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
El futuro después de Fusaka y PeerDAS para Ethereum
Tanto Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, y Justin Drake, uno de los desarrolladores más reconocidos de ese ecosistema, han planteado la introducción de una máquina virtual basada en tecnologías de conocimiento cero (ZK-EVM).
Aunque se trata de una propuesta a largo plazo para la capa base, Chaskin explica que buena parte de esa visión ya funciona en la práctica a través de las L2:
Ethereum ya trabaja de esta manera, de algún modo. Muchas L2 ya están siendo impulsadas por esta tecnología.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
Entre ellas menciona a Lighter (un exchange construido íntegramente sobre pruebas ZK), además de las redes ZK Sync, StarkNet y Linea.
La posibilidad de integrar una ZK-EVM directamente en la capa base abre la puerta a un salto drástico en capacidad, conforme a lo dicho por Chaskin:
La ventaja es una escalabilidad masiva. Estamos hablando de entre 100 y 1.000 veces más.
Jason Chaskin, investigador Fundación Ethereum.
La diferencia clave es que ese rendimiento hoy lo ofrecen las L2, pero la visión apunta a incorporarlo también en el protocolo base.
Aun así, reconoce que la transición implica riesgos. «Es una tecnología nueva. No tiene todavía la trayectoria comprobada que sí tiene la EVM actual», advierte.
Señala que pueden existir fallas y que su impacto sería significativo, aunque ya se están aplicando métodos como la verificación formal y auditorías especializadas para reducir errores. Aun con esas precauciones, admite: «Ese riesgo sigue estando».