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En un mundo cada vez más global, en donde las sociedades se ven sólidamente compenetradas con las herramientas tecnológicas y el mundo digital, no es extraño concebir que las tecnologías de contabilidad distribuida puedan irrumpir y transformar diversos sectores políticos, sociales y económicos alrededor de todo el globo.
Blockchain o la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) propone una revolución de los sistemas financieros; pero su aplicación podría volver obsoletos muchos de los sistemas actuales de manejo de información digital del área de salud, la ayuda humanitaria, las investigaciones forenses, la distribución de energía e incluso los sistemas de votación. Sobre este último sector en específico, las herramientas DLT podrían cambiar por completo el paradigma tradicional de la democracia; fortaleciendo las propiedades de un voto seguro, universal, sin coacciones y abrazando la posibilidad de una democracia sin fronteras.
Esta meta es la que se ha trazado la Fundación Democracy Earth, organización sin fines de lucro que está tras la construcción de un sistema democrático transnacional, persona a persona, gracias a las tecnologías de código abierto y las plataformas blockchain.
Santiago Siri, fundador de Democracy Earth, comentó en una entrevista exclusiva para CriptoNoticias la visión de este proyecto, las posibilidades de la tecnología blockchain de revolucionar las formas tradicionales del voto y los alcances de la fundación en esta materia. Una entrevista que devela la construcción de una democracia digital y de un estilo de vida globalizado.
La democracia de la Tierra
La Fundación Democracy Earth es un proyecto que se viene constituyendo desde el 2015. Santiago Siri comenta que la iniciativa empezó a tomar forma cuando se involucró con la compañía americana de acelerador startups, Y Combinator, y conoció activistas, hackers, desarrolladores y emprendedores de todas partes del mundo.
Debido a esta experiencia se hizo cada vez más sólida la idea de construir una democracia sin fronteras que funcionara a través de tecnologías descentralizadas y de código abierto:
Dedicarnos a crear una fundación que pueda desarrollar software de código abierto, que opere en redes descentralizadas, que permita formas de gobierno democráticas para todo tipo de organizaciones chicas o grandes.
Santiago Siri
Fundador
Hoy en día la Fundación Democracy Earth está constituida por una comunidad de hackers y desarrolladores, contando a nueve miembros encargados de comunicar, conectar y desarrollar política y socialmente una plataforma que opera de manera transnacional.
Siri destaca que esta herramienta democrática trabajaría bajo la idea de una red y apostaría a una jurisdicción planetaria, tal cual Internet. Debido a ello, el fundador aclara que el voto digital apuesta a «volver obsoletos los sistemas políticos actuales» e incluso podría modificar radicalmente la concepción de estado-nación y las legislaciones territoriales y gubernamentales.
Pasos democráticos
Los primeros proyectos impulsados por Santiago Siri y otros miembro de Democracy Earth en materia política y electoral fueron tanto el programa DemocracyOS como el Partido de la Red, agrupación política que incursionó en las elecciones del Congreso de Argentina en el 2013 proponiendo a los votantes que si ganaban un escaño en el Congreso, el representante del partido votaría en las mociones de acuerdo a los resultados que arrojara la plataforma DemocracyOS, donde cada ciudadano de la ciudad de Buenos Aires podría dar a conocer su posición.
aprendimos lo que implica fundar un partido, presentarse a elecciones, hacer campaña, ocupar las calles, llevar nuestras ideas, contar votos pic.twitter.com/yRdoAWh8kF
— Santiago Siri ? (@santisiri) 2 de julio de 2017
creamos un estilo de política que llamó la atención del mundo: corte suprema de ??, davos ??, 10 downing st. ??, aliados en ??????????, etc. pic.twitter.com/fQgVyQHusX
— Santiago Siri ? (@santisiri) 2 de julio de 2017
DemocracyOS fue desarrollada en el año 2012 por Santiago Siri, Cristian Douce y Ricardo Rauch, pensada originalmente como una plataforma base que inauguraría un partido de la Internet, con código abierto y una «pata política» que garantizaba un mayor alcance de impacto.
Siri apunta que este prototipo llegó más lejos de lo esperado, siendo traducido en más de 18 idiomas, usado en una gran variedades de países y apreciado por una gran comunidad tecnológica-cívica. Aunque el partido de la red no logró incorporar a su candidato a la legislatura en las elecciones del 2013, DemocracyOS fue utilizada en el 2014 por el congreso para debatir con los ciudadanos distintas leyes introducidas en el sector de Buenos Aires.
«Fue el primer paso para entender como conectar Internet con la democracia», remarcó el desarrollador. No obstante, Siri resalta que hoy en día ese proyecto está desactualizado y Democracy Earth se ha enfocado en trabajar en una nueva herramienta de código abierto llamada Sovereign que se puede consultar en Github y que opera en cualquier tipo de blockchain.
La versión 0.1 de Sovereign será lanzada por la fundación muy pronto y ella ofrecerá al público lo que el equipo llama una «democracia líquida», un nuevo concepto democrático que podría sacudir los cimientos de la política actual y de las concepciones territoriales y estatales a las que estamos tan acostumbrados.
Con el uso de blockchain y software de código abierto se puede generar una alternativa en los estados nacionales que permita una democracia mucho más participativa, por la dinámica digital, transparente, por la auditabilidad que permiten las blockchain y segura, por la criptografía.
Santiago Siri
Fundador
Democracia líquida
La democracia líquida de la era digital, que será proveída por la herramienta Sovereign, podría ser descrita como «un híbrido entre la democracia directa y la representativa», expone Santiago Siri, «en donde puedes decidir sobre ciertos temas o delegar la capacidad de voto a un amigo, un contacto o a un familiar para que nos represente en determinados temas».
Este nuevo concepto tiene como objetivo «construir un nuevo modelo que vuelva el viejo modelo obsoleto», explicó el desarrollador. Asimismo, por medio de la tecnología se puede contribuir a respetar los derechos del elector y garantizar la seguridad y el secreto del voto.
Gracias a blockchain los sistemas electorales podrían ofrecer lo que Santiago Siri considera como el «voto ideal», es decir, un voto que posea tres condiciones base. La primera, que el elector pueda votar de forma secreta sin que sea coaccionado por la sociedad o por una persona con mayor poder, garantizando que vote de forma libre. La segunda, que el voto pueda ser verificado, para comprobar si efectivamente fue contado o si no ha sido alterado; y tercero que el sistema debería permitir votar en reiteradas ocasiones con el fin de evitar ser amenazado o coaccionado.
Siri alega que reescribir o sobrescribir el voto varias veces da al elector la capacidad de protegerse por ejemplo de «que alguien te exija demostrar la prueba de tu voto para poder pagarte o poder forzarte a votar de una manera determinada», explicó.
El joven emprendedor puntualiza que estos tres atributos del voto ideal son muy difíciles de implementar en los modelos físicos y tradicionales de sistemas electorales. Mas en la tecnología digital existe la posibilidad de asegurar dichas características, es por ello que la Fundación Democracy Earth apuesta a las plataformas blockchain que ofrecen una encriptación desde la raíz.
De igual manera, otra de las características de la democracia digital es que la misma «será global o no será». El desarrollador explica que debido a que las tecnologías están basadas en el conocimiento y la información, sus alcances no son territoriales, por lo cual considera que en el caso de una democracia en la era del Internet «se tiene que pensar en términos globales porque es imposible circunscribirla a un espacio determinado».
Democracy Earth plantea «construir una tecnología que sincere la interfaz digital con la interfaz política». Esta misión apunta a regiones transnacionales propias de lo digital, en donde se le da prioridad a las redes y conexiones que ha hecho la humanidad a partir del éxito de la computación y del Internet en nuestras sociedades, observa el fundador.
En casos de gobernabilidad digital, Santiago Siri esboza el caso de Facebook que debido a sus dominios por proxy gobierna a una gran porción del planeta. Asimismo, también comenta el impacto de Twitter y otras redes sociales en la política en vista de que presidentes y entidades gubernamentales utilizan estos medios de comunicación para llegar de forma rápida y sencilla a sus audiencias, y viceversa; concluyendo que: «la realidad de las redes influye en la realidad de los países».
Debido a ello, no suena descabellado que la tecnología tome su parte en la política y construya nuevas formas de gobierno que podrían apostar en un futuro a gobernar un país o una región:
Regiones transnacionales que van más allá de la noción de estado-nacional porque lo digital no opera en el plano de lo material-físico-territorial, sino que operan en el plano de la información.
Santiago Siri
Fundador
Sin tener que irnos muy lejos en el futuro, el fundador de Democracy Earth anota que las tecnologías de contabilidad distribuida en general «están sembrando un paradigma completamente nuevo respecto a la forma en que entendemos gobernabilidad y política» y es desde este punto que se puede afianzar la sociedad para seguir dinamitando el sistema político-social actual.
«Las tecnologías no piden permiso»
«La tecnología es más subversiva y rápida de hacerse incorporar en los ámbitos cotidianos», destaca Santiago Siri al momento en que le preguntamos si la sociedad o la tecnología son las que cambiarán estos paradigmas democráticos.
El fundador diserta que «las tecnologías no piden permiso», es por ello que todo el mundo en menos de una década usa Facebook y son más las brechas generacionales, que las socio-económicas las que separan a los grupos sociales del uso de herramientas tecnológicas. La realidad está basada en que las generaciones más jóvenes están altamente involucradas con la tecnología y por ende, también, más conectadas con el mundo en términos globales.
El desarrollador habla de que los cambios-sociales dichos por políticos de izquierda o derecha en todas partes del mundo son «pura vanidad» y cree que la novedad tecnológica puede irrumpir este ciclo político que no ha traído mayores beneficios a los ciudadanos.
De igual manera, considera que la tecnología es «biología a escala humana» y que la sociedad actual está siendo participe de procesos evolutivos que perpetuarán la inteligencia del hombre y la vida en la tierra por medio de las herramientas tecnológicas.
En vista de este panorama evolutivo, la fundación también concibe a la democracia no como una idea absoluta e inamovible, sino como «un trabajo en progreso»; es por ello que esta democracia distribuida y mutable podría enfrentar a los nuevos modelos dictatoriales, al populismo y al radicalismo.
Por el mismo hecho de que las tecnologías no son herramientas que piden permiso, Santiago Siri expone que los ciudadanos que están bajo regímenes totalitarios o gobiernos no-democráticos pueden realizar actividades electorales tan sólo con tener una conexión a Internet, ya que la democracia digital no está reconocida por un Estado sino legitimada por la voluntad de los civiles y la seguridad de la plataforma en donde todos pueden contribuir desde cualquier parte del mundo.
Asimismo, resalta que el componente criptográfico de blockchain que operará en Sovereign puede encriptar cualquier información de los ciudadanos, protegiendo la identidad de las personas con el fin de que ningún aparato estatal de contra-inteligencia pueda detectar datos personales. Siri considera que es exactamente en estas características donde está «el inmenso valor de las redes encriptadas» ya que las mismas pueden garantizar los derechos humanos.
La visión de Democracy Earth tampoco está constituida a base de mayoritarismo, ni populismo. «Lugares donde no se respeta el pensamiento diverso en términos ideológicos, términos étnicos (…) no son lugares democráticos», acota el desarrollador. De esta manera, apunta que las democracias líquidas poseen múltiples mecanismos para llegar a esa democracia ideal en donde se puedan salvaguardar tanto los derechos de las mayorías como los de las minorías.
El espacio digital al no tener jurisdicciones territoriales está en constante expansión pudiendo garantizar que cada quien viva como desee vivir sin necesidad de ser coaccionado por ninguna mayoría, aclara Siri, poniendo como ejemplo la bifurcación de la cadena de Ethereum, en donde una minoría creó su propio nodo para no estar sujetos a la decisión de la mayoría y satisfacer así su posición ideológica.
Esta posibilidad de lo no-territorial también podría permitir una mejor distribución de las oportunidades a nivel global, respuesta a la problemática de las migraciones y al desequilibrio de riquezas entre naciones desarrolladas y sub-desarrolladas.
Santiago Siri comenta que en gran parte la determinación de vivir bien o mal no depende de las capacidades de los ciudadanos, sino del territorio en donde nacieron; por lo cual considera que el ámbito digital podría borrar las fronteras y equiparar las balanzas:
La red del ámbito digital puede equiparar la balanza de oportunidades drasticamente y las blockchain y bitcoins, y este tipo de tecnologías, lo están demostrando con contundencia.
Santiago Siri
Fundador
Latinoámerica: sociedad con apetito tecnológico
En cuanto América Latina, el fundador de Democracy Earth considera que la ciudadanía tiene un gran apetito tanto para probar nuevas tecnologías como para participar en nuevos modelos democráticos, en gran parte debido a las precarias condiciones socio-políticas y económicas en las que se encuentran estas naciones.
El desarrollador apunta que en el sector tecnológico se puede evidenciar un alto impacto de las tecnologías de contabilidad distribuida y de las criptomonedas en sociedades como Argentina, en donde las iniciativas de proyectos y empresas dedicadas a DLT es resonante, con nombres como RSK, Ripio o Xapo. Asimismo, Bitcoin ha logrado una fuerte demanda en países donde la moneda ha sido desvalorizada y hay altos niveles de inflación, como es el caso de Venezuela.
«Hay una necesidad más urgente de usar la tecnología y la criptográfia para garantizar derechos humanos», plantea Siri frente a la realidad latinoamericana. Y es que en cuanto a materia de sufragio el joven emprendedor sopesa que en la región los sistemas electorales no garantizan seguridad al elector que está rodeado por el abuso de poder, la quema de urnas y la compra y venta de votos.
No obstante, aunque el panorama es hostil, también afirma que en las sociedades de América Latina hay una gran pasión por querer hacer las cosas bien y cambiar el status quo, realidad que se podría traducir en un inmenso potencial para innovar en el sector democrático:
Si se ve una sociedad en todos los países de latinoámerica muy apasionada, con opiniones fuertes, comprometida, con ganas de participar, que sale a la calle, que marcha.
Santiago Siri
Fundador
Yéndonos más a lo global, le preguntamos a Santiago Siri como concebía ese mundo bajo la gobernanza de una democracia líquida y de las tecnologías distribuidas. El emprendedor habló sobre el estilo de vida que él ha impregnado en el proyecto Democracy Earth y que ha visto representado en muchos bitcoiners y entusiastas de Ethereum: un mundo en donde los ciudadanos tienen mayor capacidad de viajar.
Siri considera que blockchain y las monedas criptográficas podrían abrir la posibilidad de vivir en diferentes lugares del planeta a lo largo de un año, sin la necesidad de anclarse a un lugar determinado. Asimismo, cree que las sociedad pueden conectarse cada vez más a través de las redes y en vez de ofrecer productos terminados, propios de los sistemas industriales, más bien orientarse a desarrollar mejores servicios.
El fundador de Democracy Earth confiesa que esta realidad interconectada y globalizada no es una idea tan futurista en vista de que Bitcoin está convirtiéndose cada día más en una moneda internacional soberana y los contratos inteligentes de Ethereum en una nueva forma de institución:
Tenemos una moneda soberana que no depende de un gobierno o de bancos centrales, que permite a una persona moverse de país en país sin estar preocupado por si tiene euros o dólares, que es Bitcoin (…) y tenemos sistemas de contratos sin necesidad de recurrir a cortes judiciales que es Ethereum. Estas son nuevas formas de liquidez e institucionalización.
Santiago Siri
Fundador
Frente a esta visión, se podría concluir que las sociedades no sólo están tras la búsqueda de sistemas democráticos más disruptivos y distribuidos, sino que más bien gracias a ellos apuestan a un estilo de vida que se compenetra con la noción de lo global y diseminado. Un futuro en donde tal vez no existan los límites de las fronteras y donde la tierra toda sea nuestro territorio por igual.