Julio Faura, responsable de I+D en Banco Santander, afirma que blockchain permite unas infraestructuras bancarias más interactivas y más baratas sin necesidad de sacrificar la seguridad. Este ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica y doctor en informática por la Autónoma de Madrid, que empezó su carrera profesional diseñando chips, se ríe y lanza un sonoro “no tengo ni idea” cuando se le pregunta cómo imagina la banca del siglo XXI. Se escuda en que es muy ingeniero y que no es bueno imaginando cosas, que es mejor construyéndolas. Tras esta confesión, responde con la cautela y la responsabilidad de quien lleva una parte importante de la innovación de uno de los diez grandes bancos del mundo. Dice que la banca del siglo XXI será más desagregada, con mas variedad de servicios y menos concentrada, en el sentido de que no habrá un proveedor financiero que lo cubra todo.
En los diez años que lleva trabajando en el Santander, Faura se ha impregnado de la filosofía pragmática del banco y su conversación está repleta de realidad y sensatez. Aunque esta entidad financiera esté haciendo muchas cosas con Ethereum, afirma que el carácter agnóstico y práctico del banco les impide apostar por esta tecnología o cualquier otra. No obstante, Faura define Ethereum como impresionante, por su sencillez, elegancia y bajo precio.
Antes de llegar al Santander, Faura trabajó en el área de banca en McKinsey & Co e impartió clases en las universidades Politécnica y Autónoma de Madrid. Recuerda su época de docente con nostalgia y confiesa que le gustaría volver a la universidad para enseñar a los jóvenes a crear empresas con la ayuda de la tecnología. Faura cree que la formación en ingeniería debería ser más integral, más práctica y más enfocada a las actividades donde verdaderamente hace falta.
El responsable de I+D para iniciativas de innovación del Santander es una de las personas más influyentes y con mayor peso en el ecosistema internacional de la innovación financiera. La Alianza Blockchain Wall Street (WSBA) acaba de anunciar su inclusión en la junta de administración de dicha asociación y es requerido muy a menudo por las instituciones y organismos líderes en tecnología para compartir sus conocimientos en encuentros y conferencias.
¿Qué significado tiene blockchain para la banca?
Ante todo es un registro contable, que es compartido. Y esto lo hace interesante por varios motivos. En primer lugar porque es seguro y lo es, porque al estar compartido y muy replicado, lo hace más tolerante a fallos y a ataques. Cuando una cosa la tienes muy repetida, si atacas un nodo, el resto puede seguir funcionando. La segunda cosa interesante es que lo hace mas interactivo. Los sistemas bancarios están muy protegidos por muchas medidas de seguridad y ello hace que no sea tan sencillo que los sistemas bancarios hablen entre ellos. En los sistemas bancarios y corporativos, en general, esto es muy complicado, pero con un registro contable compartido es mucho mas sencillo intercambiar información, transacciones y cosas. La tercera cuestión que lo hace muy interesante es el carácter inteligente del dinero. Es decir, en el mismo registro contable, además de tener compromisos financieros, que es lo que tienes realmente en un registro contable dentro de un banco, con blockchain también le puedes poner comportamiento a este dinero, a estos compromisos financieros. De tal manera, que puedes empezar a poner las reglas en función a cómo se comportan estos compromisos financieros y eso es lo que permite a las distintas instituciones financieras y corporativas tener una única fuente de la verdad de los compromisos y las reglas. En definitiva, terminan siendo como una extensión natural de los sistemas bancarios, pero mucho más interactivas y sin sacrificar la seguridad.
¿Cuándo descubrió el Santander la importancia de blockchain para la banca?
Para mí, el punto de inflexión se produjo alrededor de 2014, coincidiendo con la celebración de Sibos, que ese año tuvo lugar en Boston. Hasta entonces, solo se hablaba de Bitcoin, pero a partir de ese año se empezó a hablar mas de blockchain y mucho menos de Bitcoin. Sibos, que es la Conferencia de Pagos más importante del mundo, fue uno de los primeros sitios donde vi que las startups hablaban de cómo la tecnología blockchain podía resultar útil para corporaciones, bancos y otras grandes empresas e industrias. Y fue entonces cuando los bancos y otras industrias empezaron a acercarse a todo este mundo. Recuerdo que en Sibos ya se veía a los bancos y a las startups hablar.
Nosotros habíamos empezado un poco antes con un estudio que hicimos previo al verano de 2014. A partir de entonces se empezó a separar lo que es Bitcoin como criptomoneda de las posibilidades que tenía la tecnología que subyacía en ella, pero fuera del contexto de las criptomonedas y más en el contexto de una tecnología que puede ser usada para mejorar los sistemas financieros.
El que mejor lo explicaba en aquella época era el consejero delegado de Ripple, Chris Larsen, quien decía que los raíles sobre los que la industria financiera está construida no están rotos, que funcionan y son seguros, pero lo que sucede es que llevan muchas décadas funcionando. Actualmente disponemos de una serie de tecnologías distribuidas que utilizan toda la híper conectividad (móviles, máquinas), pero cuando el mundo diseñó estos raíles, hace cuarenta o cincuenta años, solo existían las conexiones punto a punto.
Fue en 2014 cuando se empezó a hablar de la posibilidad de utilizar las técnicas distribuidas provenientes de la híper conectividad para el problema de la certificación de las transacciones financieras, con el fin de superar las tecnologías antiguas de conexiones punto a punto.
Sistemas más rápidos y eficientes
¿Cree que blockchain llegará a tener tanta incidencia en el ámbito financiero, como vaticinan algunos, y que transformará radicalmente el modelo de negocio de la banca?
Creo que es muy pronto para decirlo. Existe una primera oportunidad, que consiste en utilizar esta tecnología para hacer las infraestructuras bancarias y corporativas más eficientes. Como le decía, las tecnologías que tenemos no son muy interactivas, pero sí son muy seguras y, precisamente, esto es así para hacerlas más seguras. Blockchain permite que sean más interactivas sin perder la seguridad. Y eso las hace más baratas.
Más que una transformación radical del modelo de negocio, en una primera fase se conseguirá que todos los sistemas transaccionales corporativos sean más rápidos y eficientes. Luego, sobre la base de esta eficiencia y de este carácter online, pueden aparecer nuevos modelos de negocio, pero apenas estamos empezando a vislumbrarlos.
¿Pero no cree que el cambio cultural que se esta produciendo en como las nuevas generaciones se relacionan con la banca puede hacer que la evolución sea mucho más rápida?
El mundo va a cambiar, pero la industria financiera también tiene que ser muy prudente con todos estos cambios, porque estamos hablando del dinero de la gente.
Es cierto lo que dice pero, por ejemplo, ya existen empresas ajenas a los bancos que permiten realizar transferencias internacionales seguras y con unas comisiones mucho más bajas que las que aplican los bancos…
Lo que veo claramente es que las expectativas de los clientes están cambiando, porque se están acostumbrando a hacer las cosas de manera más rápida, a menor coste y a cualquier hora del día. Esos son cambios que afectan a la banca o a cualquier otra industria, pero esto tampoco creo que sea un replanteamiento del modelo de negocio. La industria financiera ha invertido mucho en hacer que los sistemas sean muy seguros, en protegerse contra el fraude o en la legislación del blanqueo de capitales. Todas estas cosas sacrifican, a veces, la usabilidad y la funcionalidad y hacen que la innovación tarde más en llegar; pero, insisto, hay que tener una cierta dosis de prudencia, porque estamos hablando del dinero. Dicho esto, es cierto que los bancos tendrán que adaptarse a las necesidades de los clientes.
¿Obligará blockchain a cambiar la regulación de los bancos?
Todavía no está claro, pero no creo que haya que hacer grandes cambios regulatorios. Habrá que asegurarse que no se pierde terreno con todos estos temas de cumplimiento que la industria ha ido avanzando. Después de la crisis, la industria financiera se ha hecho más robusta y resiliente a estas cosas, como es lógico. Creo que hay que acompasarlo, pero no lo veo demasiado difícil. Es verdad que la regulación tendrá que ayudar a que todo esto se pueda utilizar en entornos corporativos, pero tampoco veo tantas razones para que no sea así y tampoco puedo decir que no podemos avanzar.
¿Y no temen que otros sectores ajenos no regulados pueden avanzar y ganar terreno a los bancos?
Las actividades que puedes hacer sin regulación son diferentes de las que hace un banco. Lo que no tiene sentido es que les permitiesen hacer las mismas actividades que hace un banco de forma regulada. Es cierto que blockchain es una tecnología, como decía antes, que permite mayor interactividad. Eso quiere decir que va a permitir de forma más fácil y menos traumática la interacción entre los sistemas financieros y los sistemas no financieros. Y por esa vía pueden aparecer nuevos modelos de negocio, que podrán hacer actores un poco menos regulados y que trabajen a través de blockchain con algún tipo de representación del dinero, de activos que si están regulados y viven en los sistemas bancarios. Eso puede ser, pero todavía es pronto para saberlo.
Bitcoin y la confianza
¿Tuvo que ver la crisis y las malas prácticas de algunas entidades bancarias en la aparición de Bitcoin?
No creo que esta tecnología haya aparecido en respuesta a la crisis. Bitcoin surgió con la idea de montar un sistema en el cual no hubiera que confiar en nadie. Se quería erradicar por completo el concepto de confianza. Creo que ha sido un experimento bastante interesante. Curiosamente, la falta de confianza es lo que después hemos visto que lo hace ingobernable. No puedes gobernar una cosa que no está controlado por nadie y dejar a una comunidad que se autorregule y autogobierne. De hecho, estamos viendo que es una de las principales limitaciones que ha tenido la comunidad de Bitcoin. La confianza en sí es un poco un arma de doble filo. Pudo haber una cierta reacción, como decir si hacemos un sistema que no dependa de nadie, que no tenga que confiar en nadie, entonces podemos evitar abusos por parte de aquellos en los que tenemos que confiar. Pero por otra parte, cuando quieres gobernar al sistema, cuando tienes un problema que se sale del sistema, pues si no tienes actores de confianza, entonces tampoco tienes a quien reclamar. Tiene que haber un punto medio en el cual no tienes tu vida vendida a actores de confianza, pero si tienes una ventanilla donde poder acudir cuando tienes un problema. Nosotros intentamos ser muy pragmáticos.
¿Como ingeniero, qué le parece Bitcoin?
Es impresionante lo mucho que pensaron cada uno de los aspectos. Es cierto que nosotros no hacemos nada con Bitcoin y menos con la criptomoneda en sí. Desde un punto de vista de cumplimiento es difícil trabajar con Bitcoin desde una entidad corporativa. Nosotros utilizamos evoluciones de toda esa tecnología que es mucho más avanzada.
En Santander trabajan mucho con Ethereum y usted ha manifestado en alguna ocasión que es una de las mejores tecnologías, ¿qué es lo que la hace tan buena?
Es una extrapolación mucho mas avanzada de la tecnología original de Bitcoin. Bitcoin es un ledger compartido. Ethereum es más bien un súper ordenador compartido, en el cual no es que tengas únicamente un libro contable en el que vienen compromisos financieros de quién tiene estas criptomonedas. Lo que tienes son programas con datos y código, que está completamente compartido e híper replicado en toda la red. Es como si tuviéramos el mismo ordenador y pudiéramos interaccionar a través de él. Podemos ejecutar transacciones y lo que queramos con ese ordenador, pero es incorruptible y está gestionado por toda la comunidad. Es impresionante, porque para hacer bases de datos o procesos compartidos es una tecnología muy sencilla, muy elegante y muy barata. No es la piedra filosofal para todos los problemas financieros, pero sé que es muy útil, muy segura y barata.
¿Santander ha apostado por blockchain públicas como Ethereum?
Creo que aún es pronto como para apostar. A nosotros no nos gusta esa palabra, porque somos bastante agnósticos y prácticos. La tecnología Ethereum es la más avanzada, la mas estable, la que tiene una comunidad abierta más grande, que trabaja todos los días para hacer esta tecnología mejor. Ahora hemos lanzado una alianza para intentar conseguir que esta tecnología se pueda utilizar de manera efectiva en entornos corporativos. Con blockchains públicas estamos intentando hacer cosas y así lo hemos anunciado, pero la mayor parte de nuestra actividad funciona con blockchains privadas, que es lo mismo que la pública, pero con una versión tuya, que te dedicas a gestionar. En Santander somos especialmente privilegiados en ese sentido, porque al tener presencia en muchos lugares distintos y con distintas legislaciones, blockchain es una forma muy interesante de comunicar distintas filiales bancarias en distintos países. Es como si fuese una pequeña industria financiera en sí misma. Entonces es muy útil. Lo primero que naturalmente nos sale es montar blockchains privadas para todas nuestras filiales y hacer transacciones entre nuestras filiales, entre sistemas globales. Es una forma de trabajar muy eficiente.
¿Cuándo tienen previsto sacar al mercado las primeras aplicaciones blockchain?
Todavía estamos haciendo pruebas de concepto. Ahora estamos pasando a hacer pilotos reales de distintas cosas, que en cuanto empiecen a funcionar las anunciaremos. Seguramente este año tendremos cosas reales funcionando. No puedo decirle si podremos desplegarlas en plan masivo para clientes, pero si puedo decir que estamos haciendo pruebas reales. Incluso algunas las hemos avanzado. En Reino Unido ya esta, es un ejemplo. No es con tecnología de Ethereum, es con Ripple, pero habrá más.
¿Y cómo se beneficiarán los clientes del Santander de estas aplicaciones?
Van a tener servicios más rápidos, de mejor calidad y precios más competitivos, con la posibilidad de disponer de sus dispositivos financieros online más rápidamente y de forma más global. Esto será así tanto para clientes retail, como para clientes corporativos. Con los clientes corporativos es mas sencillo de llevar al mercado porque son entornos más restringidos y menos expuestos.
¿Y qué servicios serán los primeros?
Los pagos internacionales. Por ejemplo, la posibilidad de mover dinero internacionalmente con cambios de divisas. Es un tema que estamos trabajamos bastante.
¿Está Santander en Hyperledger?
No es que estemos activamente tirando del proyecto, pero si que estamos, y en cuanto existan implementaciones de Hyperledger funcionando las probaremos y jugaremos con ellas.
¿Por qué abandonó Santander R3?
Lo que hicimos fue no acudir a la ronda de financiación. No lo consideramos interesante para nosotros. Era un foro muy grande, que hacia muchas cosas y nosotros preferimos enfocarnos en cuestiones más concretas. Por ejemplo, tenemos un grupo de pagos internacionales que hacemos alrededor de Ripple o trabajamos en otros consorcios con otros bancos dirigidos a unos objetivos muy concretos. A nivel de grandes proyectos tecnológicos de unas blockchains u otras, nosotros no nos dedicamos a crear tecnología de blockchain, nos dedicamos a usarla. Entonces, tan pronto esté disponible nos ponemos a usarla. En el caso de la Entreprise Ethereum Alliance nos sirve para tener un foro para trabajar con todas las startups y con toda la comunidad de base de Ethereum, que es una comunidad muy desarrollada y muy grande, con mucha capilaridad y que técnicamente son muy buenos, se trata de ayudarles y colaborar con ellos para crear implementaciones que sean útiles dentro de un entorno corporativo. Pero nosotros nos intentamos mantener agnósticos y participamos con Hyperledger, pero más desde el punto de vista de entender la tecnología y que en cuanto este disponible la traemos, la probamos y desarrollaremos aplicaciones sobre las principales tecnologías de blockchain. Pero tienen que tener algo muy particular y realmente interesante como para ponernos a trabajar con una implementación propietaria. Estratégicamente, tiene más sentido trabajar con implementaciones de código abierto. Nos gusta estar cerca de lo que está haciendo la gente, pero siempre como usuarios.
Proceso de tokenización
¿Y cómo va la moneda digital que anunciaron que iban a poner en marcha?
En realidad no es tanto una moneda digital. Es un proceso de tokenización, una representación digital de dinero que está guardado en el Banco Central. Le llamamos Utility Settlement Coin (USC) porque la idea es que sirva para cerrar transacciones entre distintas contrapartes financieras de manera rápida. No se trata de crear una criptomoneda más. Es una representación digital de dinero real, que está guardado en bancos centrales. Lo ideal sería que esto fuera un precursor de una situación en la cual el banco central absorbe el proyecto y termine emitiendo dinero digital nativo encima de ledgers distribuidos, pero como ese paso es muy importante, este es uno intermedio. Podemos ver los beneficios que podemos obtener, observar su viabilidad técnica, encontrar los problemas legales o de seguridad que pueda plantear y trabajarlo con los bancos centrales o los reguladores.
¿Cuándo estará listo?
Está ya para empezar a hacer una implementación practica. Hablamos de tener cosas a fines de este año o principios del que viene, pero no puedo concretar una fecha.
¿Y cómo puede afectar a los clientes del banco este proceso de tokenización?
Esto es un proyecto bastante mayorista. Este dinero digital, sobre todo, para lo que sirve es para utilizarlo en transacciones entre grandes instituciones financieras. No es una moneda para que la gente use en wallets y haga pagos pequeños. Es para grandes instituciones financieras que tienen que cerrar transacciones y atender a los compromisos financieros entre distintas operaciones. Servirá para hacer una industria más eficiente y más rápida. Eventualmente, supondrá un mejor servicio, pero es un proyecto muy de banca mayorista, de mercados de capitales. No es tan evidente el traslado de todo esto a los clientes finales minoristas.
¿Cuándo cree que desaparecerá el dinero físico?
Esta tecnología si puede dar alternativas a la desaparición del dinero físico pero, como decía antes, la innovación en el mundo financiero hay que hacerla paso a paso.
¿Qué problemas financieros puede resolver blockchain en la banca?
La idea de tener un ledger compartido en oposición a leyes completamente aisladas entre distintos actores financieros permite tener una única fuente de la verdad. Esto permite eliminar disputas, necesidades de reconciliaciones y permite hacer las transacciones de forma más cierta y más rápida. En una primera fase son mejoras de eficiencia, reduce la necesidad de las reconciliaciones y de las disputas y del riesgo operativo, al haber menos procesos manuales en las entidades de confianza.
¿En qué áreas del banco están experimentando blockchain?
En pagos para personas y en pagos internacionales. También estamos experimentando en temas de mercado de capitales, para automatizar los procesos y poder hacer las transacciones mejor, más rápidamente y más seguras con otras contrapartes fuera. Y luego hay casos más especializados, como para gestión de fraude global y algunas cosas más.
¿Es difícil encontrar profesionales para trabajar en el banco que conozcan blockchain?
Sí, es bastante complicado. No es difícil encontrar gente que más o menos lo entienda, que tenga una cierta idea, pero conseguir programadores especializados que sepan de verdad es bastante complicado. Normalmente, lo que hacemos es coger a gente con la carrera recién terminada y los formamos.
El equipo de base que tenemos en Santander son siete u ocho personas y luego trabajamos con gente de la comunidad blockchain que traemos como freelance y con otros profesionales provenientes de los países donde el banco tiene presencia. Trabajamos de manera global y lo hacemos de manera descentralizada, igual que la tecnología.