La situación económica de Venezuela ante el mundo es bastante particular. No es exagerado describirlo como una crisis, a la cual los ciudadanos han tratado de sacar provecho, y cada vez más recurren a una herramienta igualmente particular: Bitcoin.
El contraste entre la necesidad y la oportunidad ha echado frutos con la adopción de una herramienta financiera que desafÃa estándares culturales en el paÃs sudamericano. Al ser una nación más emprendedora que tecnológica, finalmente ha comenzado una adopción generalizada en busca de una solución financiera, por vanguardista que ésta sea.
Para revelar las implicaciones de este nuevo paso en opciones financieras, en CriptoNoticias conversamos con el economista Aarón Olmos, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) e investigador de la EconomÃa Digital.
Un escape a la crisis
Actualmente, el apuro financiero del venezolano está definido por polÃticas económicas restrictivas, donde el economista resalta la imposición del control cambiario, el cual influye como efecto dominó en la producción nacional y el aumento exponencial del valor de bienes y servicios, añadido a una inflación descontrolada. Ésta última condiciona el valor de los salarios, afectando directamente la capacidad de ahorro -la cual es prácticamente nula- y la posibilidad de suplir necesidades básicas.
«Cuando el ciudadano no cuenta con una moneda que respalde el valor de su trabajo, es normal que se busquen alternativas», declara. Mientras el valor del bolÃvar continúa en caÃda libre, las criptomonedas continúan escalando en el mercado, con bitcoin a la cabeza rozando los 3 mil dólares por unidad.
Es aquà cuando las perspectivas comienzan a cambiar, asegura Olmos. Si bien las restricciones afectan a las monedas fiat, Bitcoin no encaja en el estándar centralizado, permitiéndole saltar barreras regulatorias y colarse entre las dificultades que ahogan el sistema. Su uso desafÃa los controles de cambio -representando un alivio para las empresas- y representa una forma de generar ganancias mediante la inversión por parte del usuario de a pie.
Viendo las posibilidades, saltan las dudas con respecto a cómo sacar el mayor provecho de esta herramienta financiera. En sus beneficios para el venezolano destacan dos opciones: su adopción como divisa alternativa o como reserva de valor.
«Pensar en bitcoin como una herramienta de valor bajo la figura del ahorro, no es exactamente correcto», explica el economista. Bitcoin, atado a un mercado volátil -comparado con monedas nacionales- debe procurar un interés sobre su precio para asegurar que no habrá pérdidas. Para que esto pase, debe existir un poder central que controle esta remuneración, lo cual queda fuera de discusión por la naturaleza descentralizada de la criptomoneda. No obstante, esto no descalifica su uso para la protección de los ingresos de aquellos que decidan invertir en ella.
Si vemos el dinero como una mercancÃa, esa mercancÃa tiene un precio y ese precio tiene un tipo de interés, deberÃa existir un sistema financiero que esté detrás de la remuneración de esta mercancÃa de dinero. Bitcoin por lo general no asume un tipo de interés para remunerar su valor, ya que éste depende de la oferta y la demanda. No lo podemos ver como una reserva de valor en términos del ahorro, pero sà como herramienta de cobertura financiera.
Aarón Olmos
Economista
Por otra parte -hablando del dinero como mercancÃa- el empleo de las criptomonedas como divisa es una opción viable, explica el profesor. «Bitcoin tiene muchas caracterÃsticas que posee una moneda tradicional», señala, resaltando la aceptación como su mayor ventaja, ya que revela la preferencia por el público de este recurso, otorgándole valor.
Este hecho está confirmado por el público, con un volumen de transacciones en constante incremento por parte de usuarios venezolanos en la plataforma de comercio LocalBitcoins, realizando movimientos comerciales que superan los 400 millones de bolÃvares tan sólo esta semana.
La clave del éxito
Tomando en cuenta que la economÃa venezolana impulsa la adopción de bitcoin, es necesario tener una proyección de sus implicaciones. Si bien la criptomoneda no discrimina en su empleo, sà existen caracterÃsticas que debe tener un paÃs para asegurar la inclusión de una nueva alternativa financiera de este tipo.
«Tenemos que tener una economÃa en sanas condiciones, en términos de producción y generación de bienes y servicios para poder pensar en la adopción de otra moneda», explica el economista. Es decir. la base para dar pie a todas las posibilidades de inclusión es una economÃa fuerte. La aplicación de bitcoin en el comercio, como tipo de cambio, e incluso como parte de una doble circulación (en este caso BsF/BTC) está Ãntimamente relacionada con el desarrollo económico de la nación.
En este punto, basta una mirada al panorama internacional para comprender este diagnóstico, ya que han sido los paÃses que cumplen con esta definición los que han hablado de la adopción de bitcoin, dando alternativas a sus ciudadanos al ofrecer divisas de valor semejante, sin mayor tropiezo en la economÃa nacional.
Asimismo, Olmos apunta a que también es necesario establecer un espacio para la discusión regulatoria por parte de las autoridades financieras y gubernamentales. No obstante, Venezuela se encuentra en un limbo legal, donde los usuarios prefieren permanecer de bajo perfil. «En la actualidad nuestro paÃs lo está adoptando, y esto no está permitido por parte del Estado», señala. Y es que precisamente, la censura y el desconocimiento son los verdaderos peligros.
No todo el mundo está familiarizado con esto (Bitcoin). Lo peligroso de ésto es que muchas personas lo están viendo como una herramienta para hacer dinero fácil. Inclusive hay sistemas piramidales montados con criptomonedas, haciendo creer a las personas que son una vÃa alterna para generar dinero rápido en situaciones de crisis y escasez.
Aarón Olmos
Economista
Sin embargo, el especialista en finanzas defiende la educación como la mejor arma para evitar peligros y fijar el curso para las posibilidades que aguarda el empleo de Bitcoin en la cotidianidad del venezolano.
Educación sin descanso
Mientras la lucha por sobrellevar la economÃa continúa, una realidad alterna se gesta en las aulas. Es allà donde la verdadera revolución digital ocurre, alimentando el interés de futuros profesionales y la creación de proyectos orientados a explorar nuevas herramientas financieras, impulsadas por una juventud tecnológica.
Actualmente el economista dicta cátedra en cinco reconocidas universidades venezolanas, donde persigue su pasión por la EconomÃa Digital. «Yo asumà esto como algo personal», declara. Y asÃ, hace el recuento de su trayectoria profesional como una sucesión de puertas por tocar, charlas e investigación para extender el conocimiento a sus alumnos.
Hasta el momento, Olmos ha logrado abrir una lÃnea de investigación de EconomÃa Digital en el Centro de Investigación para la Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Asimismo, imparte una materia electiva para estudiantes de post-grado en la Universidad Simón RodrÃguez, «Finanzas en la EconomÃa Digital» donde incluso abarca el impacto Fintech. Y también menciona la Universidad Alejandro Humbolt, donde aprovechó para expandir los horizontes de sus estudiantes de la Facultad de Comercio Internacional con nuevas propuestas en la estructura educativa.
No obstante, la lucha por darle un puesto a la nuevas herramientas financieras en el pensum de sus materias ha sido ardua, de lo cual el profesor acusa al desconocimiento sobre las verdaderas implicaciones de éstas por parte de las autoridades. «Se teme a lo que no se conoce, y desde el punto de vista académico no es tan difÃcil abrir los espacios», explica.
El potencial de la educación sobre nuevas tecnologÃas va mucho más allá de lo ya establecido, afirma Olmos. Esto también aplica en el entorno laboral, donde la preparación se limita a lo conocido, como es el caso del Community Management. «Mucha gente busca este tipo de conocimiento (tecnológico) por la practicidad que te puede dar para generar dinero o un trabajo», explica.
No obstante, la necesidad es ir más allá. En Venezuela ya se han creado espacios informativos hacia el empleo de nuevas herramientas, como es el caso de comunidades de criptomonedas y blockchain, eventos educativos como «PaÃs 2.0» de la UCAB y varias iniciativas que se suceden, generando poco a poco un impacto en la sociedad, extendiendo el conocimiento más allá de los salones de clase.
Los centros de formación deberÃan tener iniciativas para ofrecer nuevas herramientas. ¿La universidad es el espacio para aprender? Claro que sÃ. Pero la universidad no es el único espacio.
Aarón Olmos
Economista
Si desea saber más sobre el impacto de bitcoin en la economÃa venezolana, a continuación le dejamos la entrevista completa a Aarón Olmos:
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