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Casi con un click, el alumno acredita de forma inmediata la veracidad de la información que ofrece.
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La tecnología blockchain se instala en los centros educativos con su promesa de inmutabilidad.
Aunque la pandemia del coronavirus está azotando al mundo con dosis de miedo, angustia y muerte, también está abriendo una puerta por la cual la humanidad puede mirar hacia el futuro, el reto de emigrar a lo digital. Ese es un camino en el que Miríadax, la iniciativa de educación digital de Telefónica, tiene un trecho recorrido, pues esta plataforma iberoamericana de MOOCs (Massive Open Online Courses) o cursos masivos disponibles en línea y en español, ofrece a sus usuarios la oportunidad de aprender y acceder a una oferta de más de 650 cursos gratuitos de diversas temáticas, para posteriormente adquirir un certificado validado en una blockchain.
En su página web oficial, el equipo de Miríadax especifica que para conseguir el Certificado Digital de Superación, los estudiantes deben demostrar que han completado el aprendizaje respondiendo a un cuestionario que reciben una vez finalizado el curso y posteriormente, sin contemplar fecha límite, cuando el usuario lo desee, podrá obtener su certificado por un costo de 40 euros.
En la plataforma de educación digital, también se detallan las ventajas que ofrece el certificado de superación. Entre ellas, señala que el documento validado por una blockchain, es emitido con un identificador único, personalizado con el nombre del usuario/alumno, el o los cursos, la duración y respaldado por las instituciones que lo ofrecen.
Sin embargo, en un apartado en el que detalla su filosofía, Miríadax aclara el aspecto legal con respecto a los certificados de superación, sobre los que señala: “su eficacia legal se limita a acreditar la superación por el usuario registrado bajo el nombre y apellidos indicados en el mismo de la totalidad de las actividades obligatorias incluidas en el curso (realización del 100% de sus módulos). Estos certificados no constituyen, por tanto un diploma o título oficial, ni garantizan la realización de los cursos por la persona física que se pueda corresponder con los nombres y apellidos del usuario registrado en Miríadax que realice los cursos”.
El profesor Darío Fernando Patiño, instructor en Miríadax ofrece información a un alumno sobre los certificados de superación validados en una blockchain que pueden ser adquiridos o no tras culminar los cursos.
Certificados con ADN
Una vez obtenido el certificado digital, los usuarios podrán copiarlo e incluirlo en su perfil de Linkedin, enviar por correo electrónico o descargarlo e imprimirlo para tenerlo en formato físico. De esta manera, casi con un click, el alumno acredita de forma inmediata la veracidad de la información que ofrece. A la inversa, instituciones o reclutadores descartan con certeza cualquier fraude en los datos que reciben.
Por otro lado, esta tecnología permite incluir en los certificados información adicional como aportaciones en los foros, resultados de tests, los trabajos P2P del participante o incluso la posición del alumno en el ranking al finalizar el curso, tal como se detalla en el sitio web.
Los certificados y títulos validados por una blockchain vienen ganando terreno en las instituciones educativas, en virtud de su promesa de contribuir con la credibilidad y reputación de un sector sacudido por la falsificación de los documentos emitidos por las academias o universidades. Aquí, es donde las cadenas de bloques destacan por sus características al ofrecer una red en la que los datos se distribuyen de forma encriptada y perduran inmutables en el tiempo.
Aunque la validación de un certificado o un título por parte de una institución educativa, siempre dependerá de un individuo encargado de ejecutar esa operación, el sistema, cuando menos, tendrá un efecto disuasorio porque siempre habrá una trazabilidad que explique quién ha registrado una información y cómo lo ha hecho.
La tecnología blockchain es original de Bitcoin como sistema digital, pero con el transcurrir de los años decenas de empresas en todo el mundo están adoptando este tipo de sistema para la trazabilidad de productos, certificación de documentos o hasta de identidad digital.
En tanto, la multinacional de telecomunicaciones española Telefónica que respalda a la plataforma Miríadax, desde el año pasado trabaja en una red privada de blockchain que unirá a 52 parques científicos y tecnológicos de España. El acuerdo contempla el desarrollo de un proyecto piloto de tres meses, en el que los parques científicos y tecnológicos podrán compartir la infraestructura de blockchain basada en la tecnología de Hyperledger Fabric desplegada por Telefónica, lo que les facilitará crear canales de intercambio de información privados y seguros entre las diferentes empresas y desplegar sus propias aplicaciones descentralizadas.