Hechos clave:
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El equipo de Bounties Network lanzó un documental sobre sus actividades en la isla.
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Filipinas es el tercer país del mundo con más residuos en el mar, según la ONG Ocean Conservancy.
Recolectar basura en la ciudad de Manila, Filipinas, puede ser una forma de sustento para algunos de sus voluntarios, quienes reciben incentivos por sus actividades a través de Ethereum. La iniciativa Bounty Network lanzó el año pasado una campaña de recolección de residuos en la bahía de Manila, ofreciendo a los participantes criptomonedas a cambio de su labor.
La historia tras este voluntariado quedó grabada en el documental The bounty for basura. Film llevado a cabo por la startup en diciembre del año 2018 y que fue publicada en las redes sociales el pasado 12 de septiembre. La grabación fue nominada a cinco premios, quedando como ganador en el Festival Internacional del Film Activista de Colorado.
🎬 We are incredibly excited to finally share "The Bounty for Basura" with the world!
🎥 It is not only an exploration of the impact #blockchain applications have, but a look at how we can empower communities through #DeFi & a redesign of incentives.
▶️ https://t.co/Cp58cktnBD pic.twitter.com/XSKUOfQQM7
— Bounties Network (@ethBounties) September 12, 2019
El documental, según palabras del equipo de Bounty Network, tuvo el objetivo de explorar el impacto de las tecnologías de las blockchains en acciones sociales. El cortometraje también evalúa como las finanzas descentralizadas pueden empoderar a comunidades enteras y los incentivos cambiar el comportamiento de una población, señalan los creadores.
The bounty for basura nos dirige a Ronald Apines, un residente de Manila de 50 años edad que se ha dedicado a recolectar basura del océano para disminuir la contaminación de la ciudad. Las labores de Apines no solo se reducen a recoger residuos de la bahía, sino también a separar el material reciclable, del degradable y del plástico inutilizable.
Apines, junto a otros 224 participantes, formó parte en diciembre de 2018 del Programa de Limpieza del Océano de Bounty Network, una iniciativa de recolección de basura que ofrece al voluntariado la posibilidad de sustentarse con donaciones de criptomonedas. La startup trabajó junto a la organización Parañaque Critical Habitat, con el objetivo de llevar a cabo este programa.
Una población puede cambiar gracias al dinero
El protagonista de este documental no es Ronald o los 224 voluntarios, sino el problema de la basura en la capital de Filipinas. Según la ONG Ocean Conservancy, Filipinas es el tercer país del mundo que tira más plásticos al mar, una actividad que se ve agravada por la contaminación de China, Indonesia y Tailandia que también llega a sus costas.
Investigadores calculan que unas 220.000 familias pobres viven en medio de la contaminación de Manila. Ciertos hogares contribuyen constantemente con la contaminación de las aguas, mientras algunas familias se sustentan en el reciclaje. Recipientes de plástico, envoltorios de comida, cables y hasta zapatos viejos son algunos de los residuos que llegan a las costas y mantienen a familias de hasta 14 miembros.
Bounty Network pudo colaborar con la recuperación del océano filipino gracias a su aplicación desarrollada en Ethereum. Los usuarios pueden generar una actividad en la plataforma y distribuirla en Internet, pidiendo a los usuarios que contribuyan con la iniciativa. El programa recolecta donativos para luego distribuirlos entre todos los voluntarios.
Para comprobar la asistencia, los participantes deben enviar una prueba a Bounty Network que certifique su presencia en la actividad y las labores. Por ejemplo, en el programa Limpieza del Océano, los voluntarios enviaron una selfie con las bolsas de basura para comprobar que habían estado presentes en la actividad. Los incentivos son distribuidos entre los monederos de los voluntarios, gracias a un contrato inteligente de la aplicación.
Este tipo de actividades puede ayudar económicamente a personas, como Ronald Apines, que se dedican a ayudar a sus comunidades y el medioambiente. Los representantes de Bounty Network consideran que las donaciones pueden cambiar el comportamiento de la población, motivando actitudes más ecológicas. Esta es una visión que también es compartida por la iniciativa argentina Proyecto Colmena, que de igual forma distribuye criptomonedas como recompensa en la gestión de desechos.