-
La subasta comenzó hace 4 días con un precio de 0,111 ethers.
-
Usuarios de las redes sociales opinan que puede deberse a lavado de dinero.
Hace pocas horas se concretó la venta del criptocoleccionable 1-1-1, del juego F1 Delta Time. Esta aplicación usará la blockchain de Ethereum para el intercambio e interacción de los usuarios con tokens ERC-721 y tokens ERC-20.
F1 Delta Time fue anunciado en marzo y aún no se encuentra en funcionamiento, por lo que el comprador no podrá hacer nada con el automóvil por ahora. En un futuro, los usuarios del juego podrán competir entre ellos en carreras virtuales y equipar distintas partes a sus automóviles, así como conducir con varios pilotos.
La página de preguntas frecuentes del juego no especifica cuándo será posible participar en las carreras o cómo ocurrirá técnicamente en la blockchain. Solo especifican que los jugadores podrán usar a los pilotos únicamente con las compañías a las que pertenecen en la vida real y que cualquier repuesto puede usarse con cualquier automóvil.
F1 Delta Time contará con tokens no fungibles para representar los pilotos, autos y repuestos y un token ERC-20 llamado REV, para realizar compras dentro de la aplicación. El juego requiere el uso de MetaMask y un llavero llamado Dapper, que ofrece simplificar el uso de Ethereum, manejando el pago de gas con un contrato inteligente.
¿Más de cien mil dólares por un coleccionable?
Mikko Hypponen, director de investigación de la empresa de seguridad cibernética F-Secure, comentó el hecho en su cuenta de Twitter, diciendo que “alguien acaba de pagar USD 100.000 por un carro virtual en un juego que no ha salido”.
Varios de sus seguidores respondieron argumentando que parecía estar relacionado con lavado de dinero y uno incluso cuestionó a la compañía Fórmula 1, preguntándole si de verdad había otorgado una licencia para esto.
Otro hecho que puede contribuir a que los usuarios sospechen de la procedencia legal de los fondos es el hecho de que el ganador de la subasta es anónimo, mientras que otros participantes estaban identificados. Sin embargo, el anonimato no es indicio de que el dinero sea ilegal y, además, la aplicación Dapper requiere correo electrónico y número de teléfono, por lo que los desarrolladores del juego pueden conocer la identidad del comprador.
Un lindo y caro gatito
Aunque esta compra resalta debido a que aún no se ha lanzado el juego, esta no es el mayor precio que se ha pagado por un criptocoleccionable. En septiembre del 2018 un usuario pagó 600 ETH por un CryptoKitty sin atributos especiales, lo que llamó la atención pues el gato no tenía ninguna característica especial que justificara el precio. En esa oportunidad, la comunidad también especuló que podía deberse a una compra accidental o, como en este caso, a lavado de dinero a través de este medio.