Madrid.- Michael Casey, asesor principal de la Iniciativa de Moneda Digital en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), estuvo hoy en Madrid para hablar de blockchain como una máquina de la verdad para construir una economía más abierta y accesible. Precisamente, este es el argumento del que tratará su próximo libro, que saldrá a la venta durante los primeros meses del año que viene. Casey, también autor del volumen “La edad de la criptomoneda: cómo bitcoin y el dinero digital desafían el orden económico mundial”, dejó su puesto como columnista principal en The Wall Street Journal para implicarse en el proyecto del MIT Media Lab.
Casey participó hoy, junto a otros siete renombrados profesores del MIT, en el Simposio Internacional organizado por la Fundación Ramón Areces y la institución académica norteamericana. El antaño periodista, que reside en Nueva York, ya había estado en Madrid en el año 2012 para escribir un reportaje sobre la crisis inmobiliaria española. Durante su turno de intervención, Casey explicó que blockchain cambiará los cimientos de la economía digital y se refirió al dinero en tokens como una representación digital y como una herramienta para el cambio.
En su discurso, el neoyorkino habló de la crisis del sistema financiero, señalando a Lehman Brothers, como el responsable principal, calificó a los bancos como «una sorprendente invención» y les atribuyó la creación del mundo moderno. También subrayó que blockchain nos distrajo de bitcoin, del que dijo que es un activo digital programable, que representa cosas. «El dinero es software. Se pueden aplicar reglas en él. Por ejemplo, puedes crear un token digital con unas reglas para administrar el dinero que das a tus hijos cuando van a la universidad, con el fin de que solo puedan utilizarlo para comprar libros, pero no para ir al bar», explicó.
El periodista y escritor también indicó que la cualidad programable del dinero puede aplicarse a la manera de gobernar nuestras economías. En este sentido, expuso que Bitcoin ha resuelto la conocida Tragedia de los Comunes, porque blockchain es el bien público que tiene capacidad para resolver el problema de cómo usar y aprovecharse de lo común.
Casey enumeró varias áreas donde blockchain puede encontrar aplicación. Entre ellas, la auditoría, donde cree que su puesta en marcha cambiará el sistema financiero. También cito los registros de propiedad, el derecho de propiedad intelectual o la cadena de suministros, donde subrayó que jugará un papel determinante para verificar la cadena de proveedores y, por lo tanto, la responsabilidad. Puso como ejemplo la verificación de la procedencia del cemento en los edificios vulnerables.
Casey también habló de tokens y se refirió a ellos como la reinvención del dinero y una forma más fluida de crear microeconomías, calificándolos como una interesante forma de autogobierno. El asesor principal de la Iniciativa de Moneda Digital del MIT enumeró algunas de las debilidades de blockchain. Entre ellas, la regulación, los registros públicos, la protección del sistema, los costes de la confianza y los permisos, refiriéndose a quiénes realizan las validaciones. Por último, citó la falta de privacidad de Bitcoin. Sobre este aspecto, señaló que ya hay modelos que añaden privacidad al sistema.
En su turno de intervención, John Williams, director del Laboratorio de Sistemas de Ingeniería Inteligente del MIT, habló de blockchain como un sistema de interés mutuo, donde es el software quien decide, eliminándose, por tanto, los terceros de confianza.