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Para Joseph Chalom, ether cuenta con reconocimiento regulatorio y condiciones económicas favorables.
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El analista Adriano Feria afirma que el millonario Tom Lee no eligió Ethereum al azar.
Ethereum atraviesa lo que especialistas consideran un momento crucial para su desarrollo y adopción. Joseph Chalom, co-CEO de SharpLink Gaming, empresa que mantiene tesorería en ether (ETH), describe la situación como una «oportunidad estructural única en una generación».
Según Chalom, quien es exjefe de Estrategia de Activos Digitales en BlackRock, factores como la postura más favorable de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), un entorno macroeconómico cada vez más propicio y el potencial de tokenizar activos del mundo real (RWA, por sus siglas en inglés) colocan a Ethereum en una posición privilegiada frente a otras redes de criptomonedas.
El reconocimiento regulatorio es un factor clave. Como reportó CriptoNoticias, el presidente de la SEC, Paul Atkins, afirmó que no considera a ether un security (título valor), sino un commodity (producto básico), al igual que bitcoin (BTC). Esta postura brinda claridad legal y abre la puerta para que las instituciones financieras vean en Ethereum una plataforma segura para desarrollar productos y servicios.
Chalom también resalta que la discusión sobre las stablecoins aporta un contexto digno de mención. Habla, en particular, de la visión del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien sugirió que este mercado, con respaldo legislativo, podría alcanzar los 2 billones de dólares. Recordemos que Ethereum es la principal red sobre la que operan la mayoría de las stablecoins.
Finalmente, el especialista afirma que, cuando las instituciones decidan construir sobre redes de criptomonedas, optarán por aquella que ofrezca mayor confianza. En su opinión, Ethereum se perfila como la opción natural para convertirse en la infraestructura de referencia del sector financiero, gracias a más de una década de funcionamiento ininterrumpido, el mayor nivel de actividad y liquidez del ecosistema y una seguridad comprobada.
Esta visión se complementa con la de Adriano Feria, un defensor del ecosistema, quien destaca al proyecto cofundado por Vitalik Buterin como la «internet de las finanzas».
De acuerdo a Feria, Ethereum se ha consolidado como la elección por defecto para stablecoins, tokenización y DeFi, lo que atrae a inversores institucionales y a figuras de alto perfil que buscan acumular ETH. En particular señala a Tom Lee, presidente del consejo de administración de BitMine Immersion Technologies, quien ha impulsado una estrategia de tesorería de ether.
«Tom eligió ETH porque Ethereum es el internet de las finanzas y Wall Street lo reconoce como tal. No está solo, y cada vez más figuras financieras de alto perfil se suman a la carrera por acumular ETH», manifestó.
Asimismo, Feria expresó que, durante la última década, ETH ha sido uno de los activos con mejor trayectoria, resistiendo el escepticismo de detractores y analistas escépticos.
Aunque defensores resaltan aspectos positivos de Ethereum, luego de que ETH superara brevemente su precio máximo histórico tocado hace cuatro años, algunos cuestionan sus argumentos, especialmente en medio del creciente dominio de otras redes de criptomonedas.
Si bien el proyecto ha registrado un crecimiento porcentual notable desde su nacimiento en 2015, parte de este desempeño se explica por su adopción en casos de uso como DeFi y tokenización, lo que puede ser calificado como más especulativo y actualmente enfrenta mayor competencia.
Bitcoin, en contraste, ha consolidado su posición como una reserva de valor por su posicionamiento como dinero descentralizado con suministro fijo, impulsado por una adopción institucional más amplia.
En esta línea, Samson Mow, empresario y reconocido maximalista de bitcoin, comentó recientemente que bajo su punto de vista «nadie quiere Ethereum a largo plazo». Según el CEO de Jan3, los movimientos actuales de ether frente a BTC responden a estrategias de grandes tenedores, los cuales estarían buscando rotar su bitcoin hacia ether para inflarlo con nuevas narrativas, lo que refleja contrastantes perspectivas en la comunidad.