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Si vende toda la serie podría convertirse en millonario, pero hasta ahora ha sido un fracaso.
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El kilo 666 tokenizado cuesta 6,66 ETH para "demonizar" a las drogas.
El artista colombiano Camilo Restrepo siente resentimiento por cómo el narcotráfico ha transformado a su país, así que, de manera recurrente, expone en sus obras el tema de la guerra contra las drogas en Colombia, la cual considera absurda. Pero, irónicamente, se ha convertido en un vendedor de «cocaína» en el mercado de tokens no fungibles (NFT) OpenSea.
Restrepo es un acérrimo crítico del comercio ilícito de las drogas, sin embargo, creó un proyecto para el tráfico legal de la cocaína. De hecho, cualquiera que compre una tonelada de su producto podrá traspasar aduanas y difícilmente será detectado por agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA).
Su plan puede ser envidiado por los mayores narcotraficantes del mundo, incluso podría hacerle tan rico como los pescadores de la costa del Pacífico de su país. «Ellos un día dejaron de pescar y, en su lugar, comenzaron a capturar kilos de cocaína que flotaban en el océano, y así fue como transformaron sus casas de madera en palacios de estuco, donde las fiestas fueron de locura», dijo el artista a medios digitales.
Todo el tráfico ilícito de drogas que ocurre en mar abierto fue lo que vino a la mente de Restrepo cuando un amigo le explicó cómo los artistas están tokenizando sus obras para digitalizarse y venderlas en los mercados especializados.
Cuando mi amigo me dijo que el mayor mercado de NFT es OpenSea, de inmediato pensé, claro ‘mar abierto’, allí es donde ocurre todo el grueso del tráfico de cocaína. En los containers del transporte marítimo se esconde la cocaína, las lanchas, las motos acuáticas y todo lo que necesitan para contrabandear. Es el mayor reflejo del fracaso de la lucha contra las drogas.
Camilo Restrepo durante una entrevista en YouTube.
Así que, una vez pensado, solo necesitó un par de días para crear sus propias panelas de cocaína y publicarlas en el mercado OpenSea bajo el nombre Ton of Coke. Desde el 17 de junio, Restrepo tiene 1.000 paquetes de cocaína coleccionables de un kilo que pueden ser de propiedad legal. Cada kilo no es más que un rectángulo tridimensional blanco sobre un fondo gris.
Su colección de NFT está compuesta por imágenes idénticas que solo se distinguen entre sí por un número único asignado a cada una. El primer kilo de la serie cuesta 0,001 ether (ETH), unos USD 3,14, según la calculadora de precios de CriptoNoticias al momento de la redacción de esta nota.
Luego, los precios de cada panela en NFT aumentan a medida que avanza la serie, hasta 1 ETH, equivalente a USD 3.140. Sin embargo, la panela 666 tiene la particularidad de ser la más costosa de todas, pues quien la desee deberá pagar 6,66 ETH, unos USD 20.968. «Es una broma que hago utilizando 666 como el demonio de la coca», señala el artista.
Un plan para hacerse millonario
El plan de Camilo Restrepo con sus NFT de cocaína cuenta con toda una estrategia «para hacerse millonario», aunque esta es solo una frase que utiliza irónicamente antes de aclarar: «no creo que se venda toda la serie, pero si sucede obtendré suficiente dinero como para que un artista viva toda su vida de esto».
Para venderlas, inicialmente copió el modelo de ventas en el que se basa el mercado de la droga: el clandestino. Pero tuvo que cambiar de estrategia después que las redes sociales censuraron su intento de vender un producto relacionado con drogas a través de ellas.
Ahora, prefiere hacer contactos con la idea de introducir su producto en toda una red de distribuidores. Por ello, obsequió 6 de sus 1.000 NFT al comediante mexicano Fernando Bonilla, cuyo personaje El Diente de Oro satiriza la narcocultura de su país.
Al poner los NFT en manos de Bonilla, lo que Restrepo busca es llegar a otros mercados, como el de Estados Unidos, por ejemplo. «Mi papel proporciona una capa adicional de ficción», dice Bonilla a Input. También piensa que, al vender las obras como El Diente, «acercará esta obra a un grupo de personas que no conocen el mercado NFT».
En todo caso, hasta ahora ha quedado claro que el comercio legal de cocaína virtual no es tan cotizado como el ilegal, pues a pesar de que «no hay intermediarios mafiosos, problemas legales o una guerra sangrienta», Restrepo solo ha logrado vender 45 de sus 1.000 NFT a 28 usuarios.