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El directivo cree que el tema criptomonedas fue un factor determinante en las elecciones.
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Del senado de Estados Unidos, 16 representantes son “procripto” y 12 están en contra.
Brian Armstrong, líder del exchange Coinbase, dijo en su perfil de red social X que “ser anticriptomonedas es simplemente mala política”. Considera que lo anterior fue demostrado por el hecho de que, durante los comicios, 257 representantes elegidos del gobierno pueden considerarse procriptomonedas. Por el contrario, solo 115 de ellos son “anticripto”.
El comentario de Armstrong surgió luego de que, en la carrera por el senado de los Estados Unidos, específicamente en el estado de Ohio, Bernie Moreno ganó el puesto contra un candidato con actitud opositora a las criptomonedas.
Bernie Moreno es un empresario y político colombiano-estadounidense. Es conocido por su fuerte apoyo a las criptomonedas y la tecnología bitcoin. Se considera que la actitud favorable como representante electo del partido republicano al senado podría tener un impacto significativo en el panorama regulatorio de las criptomonedas en Estados Unidos
El ejecutivo de Coinbase tuvo algunas palabras adicionales para Moreno con motivo de su elección:
Bernie Moreno entiende que las criptomonedas son una parte importante del futuro de Estados Unidos. Bernie y los propietarios de criptomonedas que lo ayudaron a conseguir esta victoria entienden cómo todos pueden beneficiarse de las criptomonedas y están dispuestos a luchar por ello. Bienvenido al Congreso más pro-criptomonedas de Estados Unidos de todos los tiempos”.
Brian Armstrong, CEO de Coinbase
Las elecciones desde la óptica de bitcoin y las criptomonedas
El CEO de Coinbase compartió en su perfil social una página web para seguir los resultados de las elecciones desde el punto de vista de bitcoin y las criptomonedas.
Llamada Stand with Crypto, este es “el lugar definitivo para seguir a los candidatos que apoyan las criptomonedas el día de las elecciones. ¡Ayúdanos a difundir la noticia!”, según la propia página web.
La web refleja que de los 28 representantes escogidos para el senado de Estados Unidos, 16 son “procripto”, y solo 12 están en contra de las criptomonedas, colocando a los primeros como mayoría dentro de la cámara del poder legislativo de EE.UU.
Según otros datos de Stand with Crypto, todos los estados de EE.UU excepto Alaska, Nuevo México, Hawaii y Maine cuentan con al menos un político “procripto” electo. El estado de California cuenta con hasta 20 favorables hacia las criptomonedas. California es superado por Texas, donde hay hasta 30 de estos, lo cual es lógico pues Texas es la sede de buena parte de la actividad minera practicada en los Estados Unidos.
Además de la victoria de Bernie Moreno, otra victoria crítica y favorable hacia el futuro de las criptomonedas es la victoria de Tim Sheehy, según el portal de las elecciones. Este fue escogido en el estado de Montana y apoya firmemente los criptoactivos.
La política anticriptomonedas ya no es “popular”
Asimismo, Stand with Crypto ofrece un ranking de políticos estadounidense clasificados según su nivel de apoyo u oposición hacia las criptomonedas. En general, estos pueden ser clasificados como “procripto”, “anticripto”, neutral y “pending”, o pendiente, en alusión a aquellos políticos cuya postura al respecto aún no queda clara.
Este ranking demuestra que, en alineación con la agenda de Donald Trump, la mayoría de políticos favorables a las criptomonedas provienen del lado republicano: cerca de 300 representantes en total. Solo unos 5 representantes de este partido se consideran abiertamente en contra de las criptomonedas.
Del lado democrático, los representantes claramente anticriptomonedas también son una pequeña minoría: 44 en total.
Este dato demostraría que lo dicho por Brian Armstrong podría tener un sustento, al menos desde cierto punto de vista: la política anticriptomonedas podría ser mala política porque ha perdido popularidad, y parece estar quedándose atrás, al menos en los Estados Unidos. ¿La razón? Los políticos “anticripto” son minoría, tanto del lado democrático como repúblicano.