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Con una reserva de bitcoin en EE. UU., otras potencias se apresurarían a reforzar sus reservas.
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El plan de Trump tiene el potencial de remodelar el orden económico mundial.
En el futuro cercano, la fortaleza económica de una nación podría medirse no solo por sus reservas de oro o dólares, sino por su capacidad para acumular y salvaguardar sus fondos en bitcoin (BTC). Este es el mundo hacia el cual Donald Trump podría llevar a Estados Unidos, con implicaciones que podrían resonar a nivel global.
Desde el oro hasta el petróleo, cada era ha tenido su activo de poder. Y ahora, durante el mandato de Donald Trump, que comienza este lunes 20 de enero, podría ser el turno de bitcoin, aunque eso desataría «una nueva carrera armamentista», esta vez en la economía digital». Eso es precisamente lo que advierten los académicos Huw Macartney, Erin McCracken y Robert Elliott de la Universidad de Birmingham, una de las más grandes de toda Inglaterra.
Estos profesores publicaron recientemente un documento en el que analizan el plan de crear una reserva de bitcoin en Estados Unidos, destacando sus profundas implicaciones geopolíticas. «Estamos presenciando una transición hacia un sistema económico más multipolar, donde las criptomonedas podrían ser cruciales en la redefinición del poder», afirman los investigadores. Con países como Japón, Rusia y China ya acumulando bitcoin, un anuncio de una reserva de BTC en Estados Unidos podría desencadenar una carrera global por esta moneda digital.
La posibilidad de que se desate una «guerra armamentista de bitcoin», como se resalta en el documento, no solo cuestiona el futuro del dólar como moneda de reserva mundial, sino que también obliga a reimaginar el orden económico global en una era definida por la digitalización y la innovación financiera.
«Potencialmente hay una idea aún más grande en juego [detrás de una reserva estratégica de bitcoin], y eso es un cambio significativo en el orden económico mundial, donde nuevos actores y nuevas formas de moneda comienzan a tomar un papel cada vez más importante».
Documento difundido por académicos de la Universidad de Birmingham, Inglaterra.
Agregan que la propuesta de una reserva de BTC es considerada «potencialmente disruptiva» para el orden económico mundial, sugiriendo un cambio sobre cómo se concibe y protege la riqueza nacional, con bitcoin actuando como un nuevo ‘oro digital’. Además, advierten que, si bitcoin se convierte en una moneda de reserva global, «podríamos ver una desestabilización del papel del dólar».
¿Un nuevo orden económico mundial?
Los analistas de la Universidad de Birmingham identifican varias tendencias interrelacionadas que están desafiando el dominio del dólar. Primero, el auge de economías emergentes como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS+), que abogan por un sistema económico más multipolar. Este grupo de naciones, cada vez más influyente, está reconfigurando el panorama geopolítico, desafiando la supremacía de EE.UU. y buscando un papel más prominente en la gobernanza global.
La segunda tendencia que destacan los académicos es la descentralización del sistema financiero, que resalta por lo que ellos llaman el «dinero privado», un término que en realidad se refiere a monedas digitales como bitcoin, que funcionan fuera del control directo de los bancos centrales. Luego se refieren al colapso financiero de 2007-2008 como el catalizador para el nacimiento de alternativas financieras, que cobró forma con la creación de Satoshi Nakamoto, la cual no está sujeta a la manipulación de las políticas monetarias centralizadas.
Como parte del gran cambio que se está produciendo, los profesores mencionan «una transferencia notable de poder de infraestructura de los gobiernos a actores privados», como los exchanges de criptomonedas y demás proveedores de servicios con activos digitales. Esto representa un cambio significativo desde el antiguo orden, donde los Estados tenían un control más directo sobre las políticas monetarias. Ahora, con la legitimación de exchanges y proveedores de criptomonedas, estos actores privados están adquiriendo un papel crucial en la configuración de las políticas públicas a través de sus servicios financieros innovadores.
Este movimiento hacia un orden mundial más multipolar implica una redistribución del poder económico, según el documento. En este contexto, se sugiere que una reserva de bitcoin en Estados Unidos debe verse no solo como una política aislada, sino como parte de una transformación más amplia hacia un nuevo orden económico donde el bitcoin podría tener un impacto significativo. Esta evolución desafía a los Estados a reconsiderar su posición en un mundo donde la soberanía monetaria podría ser redefinida por la tecnología y la innovación financiera.
En definitiva, si la visión de Donald Trump para una reserva estratégica de bitcoin se materializa, el mundo podría estar al borde de un nuevo capítulo en la historia económica mundial. Este no sería solo un cambio en la política monetaria de un país, sino el inicio de una era donde el poder económico se reconfigura, desafiando la hegemonía del dólar y abrazando el potencial disruptivo de bitcoin.
Con Trump cumpliendo su promesa, Estados Unidos podría liderar la transición hacia un sistema financiero más descentralizado y multipolar, donde la riqueza y el poder podrían medirse por la cantidad de bitcoin que posee cada nación. Solo el tiempo dirá si una «carrera armamentista» de bitcoin, que advierten los académicos, cambia el curso de la historia económica o si es solo un episodio en una narrativa más extensa.