Con su rápida expansión, la fama de las criptomonedas superó fronteras y se adentró en Oceanía, superando Australia y Nueva Zelanda, sumergiéndose en territorio polinesio. Desde este punto insular en el mapa, el Banco Central de Samoa advirtió a la población contra fraudes con monedas digitales.
Previniendo el éxito de empresas deshonestas a costa de usuarios ingenuos, la máxima entidad bancaria hizo un llamado de atención contra esquemas que prometen el enriquecimiento fácil a cambio de una inversión, especialmente aquellos que involucran criptomonedas.
La entidad describe la tecnología al público como una moneda ajena a la autoridad de los bancos, diferente a medios de pago conocidos en Samoa, como tarjetas de crédito o débito, y la moneda oficial del país, el tālā.
Asimismo, la institución alerta contra la expansión de fraudes con criptodivisas por las redes sociales, principalmente Facebook, donde es común la promoción de negocios sospechosos de forma indiscriminada.
Ha llamado nuestra atención que muchos esquemas del tipo «hágase rico» y oportunidades de inversión con monedas digitales han sido extendidos alrededor del país a través de presentaciones y redes sociales. Po favor esté atento y cauteloso de estas empresas.
Banco Central de Samoa
Con la expansión de nuevos negocios fraudulentos enfocados en la promoción de monedas digitales -aprovechando sobre todo el desconocimiento general y la costumbre al sistema tradicional- la institución bancaria se une a la lista de autoridades financieras en alerta ante las posibilidades de estafas.
En el continente oceánico, Australia aventaja a sus vecinos como representante en el campo de Bitcoin y blockchain. No obstante, las tecnologías descentralizadas aún tienen un largo camino por recorrer ante la opinión pública en el resto de la región.
Además de recordar a los usuarios reportar actividades sospechosas por parte de esquemas de inversión en línea, el banco les recuerda una regla de oro con respecto a estos negocios: «Si es demasiado bueno para ser verdad, ¡probablemente lo sea!»