Las piezas de arte y colección son cada vez más cotizadas en el mercado como una forma de inversión segura a corto y largo plazo. Según datos de Deloitte en su reporte Arte y Finanza del 2016, 73% de las personas con gran poder adquisitivo desean adquirir productos artísticos con el objetivo de coleccionarlos. En este sentido, y debido a la necesidad de diversificar los pagos en las subastas de arte para llegar a una mayor cantidad de personas, una prestigiosa casa de subastas italiana ha decidido aceptar criptomonedas como método de pago.
La casa de Sant’ Agostino, uno de los centros de subastas más importantes de la zona de Turín y un lugar asiduo para las influyentes familias de Italia, actores famosos y personalidades del mundo de la televisión, ha decidido empezar a aceptar monedas criptográficas como método de pago, convirtiéndose en la primera subastadora en esta nación europea que permite el uso de criptoactivos.
El evento, que se dará entre el 23 y el 24 de octubre, permitirá a los clientes utilizar bitcoins, ethers o litecoins para adquirir un grupo de sillones Milano, producidos por la empresa Cassina de la mano del famoso arquitecto italiano Franco Albini; o alguna de las icónicas sillas firmadas por Gio Ponti, uno de los arquitectos, artistas y diseñadores industriales más importante de Italia.
Vanessa Carioggia, propietaria de Sant’ Agostino, ha destacado que esta importante adopción se debe a las grandes posibilidades de las monedas criptográficas frente a las transacciones internacionales, así como a los beneficiosos costos de su liquidación:
Nuestra intención es dar más servicio a nuestros clientes. Además, con las criptomonedas se puede superar un problema que las casas de subastas ocasionalmente enfrentan al vender en el extranjero: averiguar de inmediato si el pago se realizó.
Vanessa Carioggia
Propietaria
Carioggia puntualiza que son cada vez más reiterativas las compras por subasta vía telefónica o en linea directa, por lo cual esta decisión financiera relacionada a los activos criptográficos está fuertemente encauzada hacia la clientela que reside fuera de Italia.
De esta manera, la propietaria de la casa turinesa considera que las criptomonedas podrían ayudar a mejorar la operación del complejo comercio de piezas de arte, mercado que está en constante crecimiento y que se ve sometido a diversos cambios que no están exentos de las tecnologías más disruptivas.
Esta opción podría permitir en un futuro que las personalidades y entusiastas de los dos ecosistemas accedan a obras de arte contemporáneo, esculturas, joyas y piezas de orfebrería desde cualquier parte del mundo sin ninguna limitación monetaria en las salas de subasta italianas.