-
Apoya a Nakamoto Holding que busca integrar bitcoin en mercados financieros mundiales.
-
Refleja compromiso personal, y una estrategia para liderar un cambio estructural en los mercados.
Hace una década, Ricardo Salinas construía un imperio con tiendas Elektra y Banco Azteca. Hoy, con una fortuna de 5,2 mil millones de dólares, desafía al sistema financiero tradicional apostando por bitcoin (BTC), una moneda que promete libertad en un mundo de control estatal.
Se trata del tercer hombre más rico de México y presidente del conglomerado Grupo Salinas, quien se ha consolidado como uno de los defensores más apasionados de bitcoin a nivel global. Su entusiasmo por la moneda digital pionera no es nuevo, ya que, desde hace años, ha promovido públicamente a BTC como un refugio contra la inflación y la devaluación de las monedas fiat, señalándolo incluso como el oro moderno.
Sin embargo, su reciente participación como inversionista clave en Nakamoto Holdings, una firma que busca construir la primera red global de empresas de reserva de bitcoin y que firmó un acuerdo definitivo con KindlyMD, un proveedor líder de servicios integrales de salud, para iniciar una estrategia de tesorería de BTC.
Este proyecto representa el primer paso hacia un ecosistema de empresas nativas de bitcoin, que abarca servicios de medios, asesoría y finanzas, con el objetivo de acelerar la adopción y utilidad de la criptomoneda. La empresa combinada planea acumular bitcoin y aumentar el «Bitcoin Yield» (bitcoin por acción) mediante ofertas de capital, deuda y otros instrumentos financieros, ofreciendo al mercado público una exposición transparente y regulada centrada en bitcoin.
Junto a Salinas, figuran inversionistas de alto perfil de esta fusión con Nakamoto Holding, entre los que se encuentra el pionero de bitcoin Adam Back, y otros personajes reconocidos del ecosistema como el exejecutivo de Coinbase Balaji Srinivasan y Jihan Wu, cofundador y rostro más reconocible de Bitmain. Con esta alianza, el multimillonario mexicano marca un hito en su compromiso con el ecosistema y refuerza su visión de un futuro en el que la moneda digital sea un pilar financiero universal.
Salinas, con una fortuna estimada en 5,2 mil millones de dólares, con frecuencia publica mensajes para educar a sus seguidores sobre los beneficios de bitcoin. En publicaciones en redes sociales, ha instado a sus «sobrinos» —como llama cariñosamente a su audiencia— a comprar y conservar BTC como una estrategia a largo plazo. Incluso, a principios de mayo, afirmó en X que era mejor invertir en bitcoin que en bienes raíces. Y en otra ocasión señaló que bitcoin constituye el 70% de su portafolio líquido, calificando a los bonos tradicionales como una «terrible inversión», tal como fue informado por CriptoNoticias.
Sin embargo, el reciente respaldo de Salinas a Nakamoto Holdings eleva su influencia en el ámbito corporativo. Y al mismo tiempo, se refleja su apuesta por un modelo financiero que trascienda las fronteras tradicionales, una estrategia que resuena profundamente con la filosofía libertaria de Salinas, quien ve en la moneda digital pionera una herramienta para desafiar el control estatal sobre las finanzas.
Bitcoin, su giro hacia la descentralización
La motivación de Salinas para abrazar a bitcoin también está profundamente ligada a su contexto personal y empresarial. Todo partiendo del hecho de que enfrenta una disputa fiscal con el gobierno mexicano por 63.000 millones de pesos (unos 3.000 millones de dólares).
Acusa a la administración de Claudia Sheinbaum de practicar “doble tributación” y se niega a pagar tanto los impuestos como las multas acumuladas. “Pagaré una cosa, no ambas”, advirtió. Esta disputa ha reforzado su postura crítica hacia el Estado, al que describe como “un obstáculo para la libertad individual”.
Ante la crisis de Elektra, Salinas dijo hace meses que planeaba retirar la empresa del mercado público en mayo, argumentando que solo el 0.3% de las acciones están en circulación y que no necesita capital público. “Si necesito recaudar dinero, buscaré socios en lugar de deuda o capital”, explicó. Esta reestructuración incluye dividir el grupo en unidades más pequeñas y explorar asociaciones estratégicas, reflejando su enfoque pragmático para recuperar estabilidad.
“El Estado es un obstáculo para la libertad individual”, declaró en una entrevista reciente, defendiendo su decisión de destinar el 70% de su portafolio líquido a BTC y el resto a oro y empresas mineras, alejándose de instrumentos financieros tradicionales.
El tío Richie muestra a bitcoin por la libertad económica
Además, la postura de Salinas se alinea con su activismo por la libertad económica, un tema recurrente en su discurso público. A través de su plataforma “Tío Richie” en X, donde cuenta con 2 millones de seguidores, y su Universidad de la Libertad, inaugurada en 2023, promueve ideas libertarias y educa sobre el potencial de bitcoin para empoderar a los individuos.
Su admiración por líderes como Nayib Bukele, quien impulsó la adopción de bitcoin en El Salvador, y Javier Milei, presidente de Argentina, refuerza su creencia en modelos económicos que prioricen la autonomía. De hecho, Banco Azteca, parte de Grupo Salinas, patrocinó un evento de golf en El Salvador que atrajo a inversionistas en BTC, evidenciando su compromiso con la expansión del ecosistema.
El respaldo de Salinas a Nakamoto Holdings también lo conecta con una red global de innovadores que comparten su visión. Son figuras que, junto a Salinas, apuestan por un futuro en el que bitcoin sea más que una inversión, mejor un estándar financiero.
Esta colaboración no solo amplifica la influencia de Salinas, sino que también posiciona a México como un actor relevante en la adopción corporativa de activos digitales, en un momento en que la región enfrenta desafíos económicos como la inflación y la escasez de dólares.
En definitiva, Ricardo Salinas se ha convertido en un firme defensor de bitcoin por una combinación de factores, tomando en cuenta su filosofía libertaria, que rechaza el control estatal; las dificultades financieras de Grupo Elektra y su disputa con el gobierno mexicano; así como su convicción de que la invención de Satoshi Nakamoto es una solución ante la inestabilidad de las monedas fíat.
Su inversión en KindlyMD y la fusión de esta con Nakamoto Holdings, junto con su activismo en redes sociales, reflejan un compromiso personal, y una estrategia para liderar un cambio estructural en los mercados financieros. Para Salinas, bitcoin no es solo una moneda, más bien es un símbolo de resistencia y libertad económica que tiene el potencial de redefinir el futuro de México y el mundo.