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Mallers se muestra optimista ante la inclusión de bitcoin en los planes de jubilación 401(k).
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El especialista puso como ejemplo a Harvard, institución que declaró inversiones vinculadas a BTC.
Jack Mallers, CEO de Strike, afirma que el modelo tradicional de inversión basado en un 60% en acciones y un 40% en bonos está obsoleto. A su juicio, estos activos —junto con el mercado inmobiliario— no solo han perdido rentabilidad, sino que están «destruyendo ciudades estadounidenses» por su bajo desempeño.
En una reciente publicación, Mallers destacó que la apertura de los planes de jubilación 401(k) a bitcoin (BTC) y oro, sumada a la decisión de Harvard de adquirir el activo, son señales claras de que «el portafolio 60/40 está muerto». Su veredicto fue contundente: «Larga vida al dinero duro. Larga vida a bitcoin».
Parte de su optimismo hacia BTC se apoya en la reciente orden ejecutiva firmada por Donald Trump, que busca ampliar el acceso a «activos alternativos» en los planes de jubilación 401(k) —cuentas de ahorro para la jubilación patrocinadas por empleadores en EE. UU.— y otros esquemas de contribución definida. Esta medida, orientada a democratizar las inversiones fuera de los mercados tradicionales, incluye a las criptomonedas.
Para Mallers, esta apertura ofrece a millones de estadounidenses la posibilidad de acceder a bitcoin como una alternativa para preservar y hacer crecer su capital a largo plazo.
Además, destaca el caso de Harvard. Y es que, según datos presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC), la universidad informó que al 30 de junio de este año poseía cerca de 1,9 millones de acciones del ETF de bitcoin de iShares, valoradas en más de 116 millones de dólares.
Cabe mencionar que la relevancia de bitcoin responde principalmente a su característica fundamental: su escasez. A diferencia de acciones, bonos o bienes raíces, la oferta de BTC está limitada a 21 millones de unidades, y la producción de nuevas monedas disminuye progresivamente con los halvings que ocurren cada cuatro años hasta que se termine de minar el suministro total, algo previsto para el año 2140.
Por ello, hace pocos días Mallers destacó que, ante la elevada demanda de grandes fondos e incluso gobiernos, los compradores se verán obligados a adquirir BTC a precios cada vez más altos.
Un problema que afecta a las ciudades
En un episodio de su podcast, Mallers ilustró su postura con el caso de la ciudad de Chicago, señalando que la ciudad afronta un déficit presupuestario estimado en 1.120 millones de dólares para 2026.
Así, explicó que gran parte de las pensiones de trabajadores esenciales, como policías y maestros, están invertidas en bonos del Tesoro y bienes raíces comerciales. Sin embargo, advirtió que la fuerte caída en el valor de estos activos ha puesto en riesgo la capacidad de pago de dichas pensiones.
Según el joven especialista en bitcoin, este círculo vicioso —pensiones en dificultades que impactan a la ciudad, y una ciudad en problemas que amenaza las pensiones— demuestra que el modelo 60/40 ya no es viable. «No van a sobrevivir con bonos y acciones», sentenció.
Lo cierto es que el CEO de Strike no está solo en su diagnóstico. Como reportó CriptoNoticias, asesores financieros como Ric Edelman han señalado que el modelo 60/40 fue concebido en una época con menor esperanza de vida y con bonos de mayor rendimiento. Hoy, sostiene el especialista, destinar el 40% del portafolio a renta fija de bajo rendimiento ya no es suficiente para mantener el capital a lo largo de décadas de jubilación.
Edelman considera que bitcoin ofrece un potencial de rendimiento superior y presenta una baja correlación con acciones, bonos y materias primas. Esto lo convierte, a su juicio, en una herramienta eficaz para mejorar el perfil riesgo-retorno de las carteras. Por esa razón, ha elevado sus recomendaciones, pasando de un modesto 1% en BTC a asignaciones de entre 10% y 40%, según el perfil del inversor.