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La directora del FMI enumeró las ventajas de las monedas virtuales para los bancos centrales.
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La ejecutiva volvió a defender a las criptomonedas por ofrecer "mejores soluciones a sus usuarios".
La directora general de Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, aseveró que ha llegado la hora de “considerar la posibilidad de emitir monedas digitales”, como una forma para que los Estados, a través de los bancos centrales, “suministren dinero a la economía digital”. La declaración de la funcionaria francesa se produjo, este miércoles 14 de noviembre, durante el Festival Fintech de Singapur 2018, en la que dejó la puerta abierta para las monedas virtuales y no tanto para las criptomonedas.
En su discurso titulado Vientos de cambio: el caso de la nueva moneda digital, Lagarde cuestionó: “¿Deberían los bancos centrales emitir una nueva forma digital de dinero? ¿Un token respaldado por el estado, o tal vez una cuenta mantenida directamente en el banco central, disponible para las personas y empresas para pagos minoristas? Es cierto que los depósitos en bancos comerciales ya son digitales. Pero una moneda digital sería un pasivo del estado, como el efectivo hoy, no de una empresa privada”.
La ejecutiva reconoció de nuevo a las criptomonedas y señaló que hay proyectos que siguen compitiendo por ofrecer mejores soluciones a sus usuarios. Lagarde enfatizó que “incluso las criptomonedas como bitcoin, Ethereum (ether) y Ripple (XRP), están compitiendo por un lugar en el mundo sin dinero en efectivo, reinventándose constantemente con la esperanza de ofrecer un valor más estable y una solución más rápida y barata”.
Lagarde presentó un documento sobre las posibles “ventajas y desventajas” de las monedas virtuales en los bancos centrales. Entre sus fortalezas destacó la inclusión financiera, la seguridad, protección al consumidor y la privacidad. En cuanto al primer aspecto destacó lo siguiente:
Permítanme comenzar con la inclusión financiera, donde la moneda digital ofrece una gran promesa, a través de su capacidad para llegar a personas y empresas en regiones remotas y marginadas. Sabemos que los bancos no se apresuran precisamente para servir a las poblaciones pobres y rurales. Esto es crítico, porque el efectivo ya no puede ser una opción aquí. Si la mayoría de la gente adopta formas digitales de dinero, la infraestructura de efectivo se degradaría, dejando atrás a aquellos de la periferia.
Christine Lagarde
Directora general
Al hacer referencia a las desventajas de una posible adopción de las monedas virtuales en los bancos centrales, Lagarde indicó que existen “riesgos para la integridad y la estabilidad financiera y riesgos de sofocar la innovación tecnológica”. Ante esto explicó que “si la moneda digital se volviera demasiado popular, irónicamente podría sofocar la innovación. ¿cuál es su función si el banco central ofrece una solución de servicio completo, desde cartera digital, tokens, hasta servicios de liquidación punta a punta?”.
Posición del FMI en el pasado
En octubre del 2017, en medio de la tendencia alcista que experimentaron la mayoría de los criptoactivos, Lagarde se refirió en dos ocasiones a las criptomonedas. A principios de mes la directora del FMI indicó que estas no representan ninguna amenaza para las monedas oficiales y los bancos centrales existentes, porque son en extremo volátiles, además de que son muy riesgosas, la tecnología que se encuentra tras ellas no es escalable y tienen un alto consumo de energía para su producción.
Sin embargo, no descartó que, una vez superados los desafíos tecnológicos, podrían convertirse en una salida viable para economías con “instituciones débiles y monedas nacionales inestables”. Dos semanas después Lagarde dijo que era hora que las instituciones financieras empezaran a tomar en cuenta a los criptoactivos de forma más seria.
En este punto hay que aclarar los siguientes aspectos. Las monedas virtuales son diferentes al dinero digital y a las criptomonedas. Las primeras no están respaldadas por dinero físico y solo están representadas digitalmente, se trata de dinero virtual que puede ser creado por empresas con un determinado propósito financiero o de entretenimiento. El dinero digital es aquel que puede ser intercambiado por cualquier medio electrónico. Esto incluye transferencias bancarias o pagos con tarjetas. Es decir, se trata del dinero tradicional canalizado por sistemas de pagos, bancos o dispositivos.
Las criptomonedas están basadas en técnicas criptográficas. El glosario de CriptoNoticias las define de la siguiente forma: “A diferencia de las monedas emitidas por gobiernos y bancos centrales, se genera con la resolución de problemas matemáticos basados en criptografía. Su valor, no obstante, está sujeto a variación de precios dependiendo de la oferta y demanda en los mercados”.
Aunque las criptomonedas nacieron, en parte, para romper las ataduras con el sistema financiero tradicional, los bancos, las instituciones de los gobiernos nacionales y los organismos multilaterales como el FMI, estos han volteado la mirada para buscar una forma de adaptarse a ellas o encontrar un camino similar que no los deje rezagados tecnológicamente con la nuevas formas del dinero.
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