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Bitcoin se ha encarecido significativamente frente a divisas como el peso argentino.
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BTC incluso está detrás de XRP en el comercio con el peso mexicano.
Un menor interés por bitcoin (BTC) junto a un auge en el comercio con monedas estables es una constante que caracteriza el mercado de criptomonedas en América Latina. Así lo observan los analistas de la empresa de investigación Kaiko, en un estudio publicado hace pocos días.
De acuerdo con los datos de la investigación, enfocada en las cifras que arroja el mercado regional, en lo que va de este 2024 más del 40% de todas las transacciones con criptomonedas involucran a la stablecoin USDT. Los números colocan a bitcoin en un el segundo lugar, seguida –en menor medida– por ether (ETH).
Se trata de indicador que evidencia una baja en el interés por la moneda digital pionera, tras haber reinado en el primer lugar de la región por varios años. El estudio muestra que el fenómeno comenzó a tomar fuerza desde 2023.
Las cifras de Kaiko coinciden con los datos presentados por el exchange Bitso a inicios de año, donde también se resalta el espacio que han ganado las monedas estables en Latinoamérica.
Una preferencia impulsada por la inflación
Los analistas subrayan la forma en que las monedas estables se convirtieron en el criptoactivo más usado para el comercio latinoamericano. Una preferencia que –según Kaiko– se vio por primera vez a principios de 2021 y que relacionan con la inflación.
La inflación ha sido históricamente un importante impulsor de la adopción de criptomonedas en América Latina, lo que puede explicar las preferencias de los comerciantes por ciertos tokens y que ahora incide en el uso de stablecoins.
Informe Kaiko.
Se señala así que el fenómeno inflacionario, que antes impulsaba un mayor uso de bitcoin, ahora dirige el interés de los comerciantes hacia las stablecoins, al verlas como mecanismo para paliar la devaluación de sus monedas locales.
Los datos indican que las monedas estables ancladas al dólar son las preferidas por los operadores de América Latina para hacer transacciones con monedas fíat. Esto, tomando en cuenta que el comercio con los pares stablecoin-to-fiat representó el 63% del volumen de operaciones en el último semestre.
Los datos que manejan los analistas incluyen todos los volúmenes denominados en divisas regionales, incluyendo el peso mexicano (MXN), el peso colombiano (COP), el peso argentino (ARS) y el real brasileño (BRL). Citan a la moneda brasileña y a la mexicana como las más utilizadas para el comercio con stablecoins.
Con base en la información recopilada, también llaman la atención sobre el notorio proceso de apreciación de bitcoin frente a las monedas locales de los países de la región durante 2024, alcanzando puntos máximos en la conversión de algunas divisas y haciendo más cara su adquisición.
«BTC ganó más del 100% frente al peso argentino (ARS) y más del 70% frente al real brasileño (BRL) entre enero y mayo, superando en esos meses a los demás pares denominados en fíat», acota Kaiko.
El encarecimiento de la moneda digital también ha sido significativo respecto al peso mexicano, sobre todo tras los recientes acontecimientos políticos derivados de la elección de Claudia Sheinbaum como nueva presidenta del país. Es por ello que muchos mexicanos ponen a ripple (XRP) y USDT por encima de BTC en el comercio de pares.
A pesar de este contexto regional, estamos frente a una apreciación de bitcoin que ofrece un importante potencial alcista para la moneda creada por Satoshi Nakamoto (que alcanzó un nuevo máximo histórico en marco pasado).
Y aunque las stablecoins son ahora los activos más populares en los exchanges latinos, en opinión de Kaiko «bitcoin sigue ofreciendo a los ciudadanos en situaciones de precariedad una alternativa como refugio de valor».
Los analistas resaltan la significativa mejora en la confianza mundial en la moneda digital, sobre todo tras la aprobación de los ETF en Estados Unidos. Un hecho que que no es ajeno a América Latina.
De ahí que el alza de BTC también haya generado su revalorización respecto a las monedas locales de los países latinoamericanos. Un factor que posiblemente influye en el auge de las stablecoins en la región.