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Según un informe de Binance, EE. UU. lidera el apartado regulatorio del sector con leyes claras.
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Desde la empresa sostinene que la Unión Europea y Singapur han generado incertidumbre.
El primer semestre de 2025 marcó un punto de inflexión en la regulación global de las criptomonedas, según un informe publicado por Binance Research. Las principales economías han pasado de adoptar enfoques ambiguos a implementar políticas más claras, configurando un panorama normativo que está redefiniendo el flujo de capitales, el rendimiento de los activos y la estructura de la industria.
De esta forma el reporte analiza varios aspectos clave, centrándose en cómo las regulaciones varían significativamente entre regiones como Estados Unidos, la Unión Europea, Hong Kong y Singapur, y en el impacto que están teniendo en el mercado, desde la adopción institucional hasta las nuevas dinámicas en torno a las stablecoins y las finanzas descentralizadas (DeFi).
En Estados Unidos, los analistas destacan que el cambio de administración ha provocado un giro de 180 grados en el enfoque regulatorio, pasando de una estrategia centrada en acciones legales a un marco legislativo más claro y favorable a la innovación.
También mencionan el nombramiento de Paul S. Atkins como presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), y los casos legales que el organismo ha decidido no continuar contra varias empresas de criptomonedas.
Por su parte, dos iniciativas regulatorias destacan en la sección correspondiente del estudio: CLARITY (Digital Asset Market Clarity Act) y GENIUS (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins).
La primera aborda el conflicto de jurisdicción entre la SEC y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC), estableciendo que los «commodities digitales» serán regulados por la CFTC, mientras que los activos vinculados a contratos de inversión caerán bajo la supervisión de la SEC, según el grado de descentralización de la red de criptomonedas.
Vale destacar que CLARITY, si bien fue aprobada por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, con un voto bipartidista de 294 a 134, aún no ha recibido luz verde por parte del Senado, lo que es necesario para que se convierta en ley.
Mientras tanto, como reportó CriptoNoticias, la ley GENIUS fue ratificada en ambas cámaras y ya firmada por el presidente Donald Trump. La misma establece un marco federal para las stablecoins, exigiendo que estén respaldadas 1:1 con activos líquidos y que cuenten con licencias estatales o federales, excluyéndolos de la categoría de valores.
Según Binance Research, estos cambios han tenido un impacto positivo en el sentimiento del mercado, especialmente en bitcoin. Los analistas señalan que los fondos cotizados en bolsa (ETF) de BTC al contado han atraído importantes flujos de capital institucional, consolidando su dominio en el mercado con una participación del 65,1 % para junio de 2025.
Sin embargo, el informe señala una divergencia en el rendimiento de los activos: mientras bitcoin atrae inversiones debido a su claridad regulatoria, los proyectos DeFi y altcoins enfrentan incertidumbre, ya que su transición a «commodities» requiere revisiones de la SEC y pruebas de madurez aún no definidas. Esto ha limitado su acceso a capital institucional.
Más allá de Estados Unidos
Sobre la Unión Europea, el documento recalca que la implementación completa de MiCA (Markets in Crypto-Assets, por sus siglas en inglés) ha establecido un marco regulatorio integral para proveedores de servicios de criptomonedas y stablecoins, lo que ha generado un impacto significativo en el mercado, especialmente con la exclusión de tether (USDT) en la eurozona. Debido a esto, exchanges como Coinbase, Kraken y Binance han deslistado USDT para usuarios europeos o lo han limitado a un modo de «solo venta».
Esto habría beneficiado a stablecoins conformes como USDC y EURC, aunque los investigadores señalan que el volumen de operaciones en stablecoins denominadas en euros no ha crecido de manera significativa, lo que sugiere que el cambio responde más al cumplimiento normativo que a la demanda orgánica. Además, indican que la falta de regulación específica para las DeFi bajo MiCA genera un vacío normativo, con reglas previstas para después de 2026, lo que genera incertidumbre para este sector.
En Asia, Hong Kong y Singapur representan enfoques opuestos. Hong Kong adopta una postura abierta, buscando atraer innovación y capital mediante licencias para emisores de stablecoins y ampliando el alcance de los Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (VASPs). En contraste, Singapur ha endurecido su regulación con el objetivo de evitar el arbitraje regulatorio y mantener su reputación como centro financiero de bajo riesgo.
Como ejemplo, señalan que la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) exigió que todas las empresas de criptomonedas obtuvieran una licencia de Proveedor de Servicios de Tokens de Pago Digital (DTSP, por sus siglas en inglés), lo que ha provocado un éxodo de compañías hacia jurisdicciones como Hong Kong y Dubái. En consecuencia, el estudio concluye que estas políticas han reducido la competitividad de Singapur dentro de la industria.
¿Qué esperar de cara al segundo semestre del año?
Binance anticipa que la claridad regulatoria en EE. UU. seguirá moldeando el mercado. Proyectos como la ley GENIUS, CLARITY, el BITCOIN Act (que propone una reserva estratégica de bitcoin) y el Anti-CBDC Surveillance State Act podrían consolidar un marco favorable para stablecoins, DeFi y BTC, aunque las altcoins continuarán enfrentando desafíos hasta que surjan políticas más claras.
Además, los especialistas prevén que el entorno macroeconómico en Estados Unidos seguirá favoreciendo un escenario de riesgo positivo, que en inglés se conoce como «risk-on rotation». Con la inflación en descenso y un mercado laboral que se desacelera gradualmente, esperan que la Reserva Federal (Fed) mantenga una postura flexible, incluso considerando posibles recortes de tasas.
En paralelo, sostienen que la propuesta de la «One Big Beautiful Bill» («Un Gran y Hermoso Proyecto de Ley»), que podría incrementar la deuda pública entre 2 y 3 billones de dólares, apunta a un estímulo fiscal moderado, apoyando la actividad de consumidores y empresas, y reforzando la confianza en los mercados de criptomonedas durante la segunda mitad del año. No obstante, también advierten sobre las consecuencias que esto podría generar en el largo plazo.
«La llamada ‘One Big Beautiful Bill’ podría aumentar la deuda de EE. UU. en entre 2 y 3 billones de dólares. Si bien es poco probable que afecte de manera significativa el gasto público durante el resto de 2025, las expectativas de un estímulo fiscal moderado más allá de este año podrían impulsar el sentimiento del mercado. En el corto plazo, un mayor endeudamiento fiscal podría sostener la actividad de consumidores y empresas, aunque al mismo tiempo plantea preocupaciones a largo plazo sobre la sostenibilidad de la deuda y la presión al alza sobre las primas de los bonos a largo plazo».
Reporte de Binance Research.
Finalmente, se observa un crecimiento destacado en las salidas a bolsa de firmas de criptomonedas y en adquisiciones estratégicas por parte de instituciones financieras tradicionales. Desde Binance llegan a la conclusión que la adopción institucional se consolidará, con gestores de activos como BlackRock y Fidelity lanzando ETFs de bitcoin y ether (ETH) al contado, que ya manejan decenas de miles de millones de dólares.
No obstante, también se determina que la fragmentación del mercado y la incertidumbre en regiones como la Unión Europea y Singapur podrían limitar el crecimiento de la industria en algunas regiones.