Australia ha sido en el último año uno de los países más abiertos a la adopción de la tecnología de contabilidad distribuida. Y hace unos días, el Banco Central de la nación oceánica publicó en su informe mensual de estabilidad financiera del mercado –Financial Stability Review, en inglés- un apartado sobre los desarrollos que se están llevando a cabo en la infraestructura del sistema financiero del país; informe en el que se revela el nuevo grupo de trabajo interno dedicado a estudiar la blockchain.
El banco está participando en un grupo de trabajo del Comité de Infraestructuras de Pagos y Mercados examinando la tecnología de la contabilidad distribuida y sus implicaciones.
Así dejó saber el Banco de Reserva Australiana que se encuentra participando en un proyecto – a puertas cerradas- de estudio de la tecnología blockchain, a través de un informe en su página web; investigación que, a pesar de no conocerse la fecha de inicio, parece ya haber entregado los primeros resultados a la autoridad regulatoria financiera de Australia, aunque esta no se haya manifestado públicamente al respecto.
En febrero, el grupo de trabajo publicó un marco legal analítico para las autoridades (regulatorias) esperando que sea utilizado para revisar y analizar el uso de la tecnología para pagos y manejo de activos.
Asimismo, el reporte permite inferir que dicho informe entregado a la autoridad reguladora de las finanzas en Australia, servirá de base para análisis de riesgos que debe presentar, ante el G20, el Departamento de Tesoro australiano.
Hay que recordar que durante el pasado mes de marzo, el Centro Internacional de Innovación de Gobernanzas (CIGI, por sus siglas en inglés) publicó durante una reunión del grupo de países denominado G20, en Alemania, un informe que explicaba las fortalezas y ventajas que ofrece la adopción de blockchain a los ambientes estructurales de la economía de los países que conforman el grupo.
Es importante tener en cuenta que el ecosistema financiero de Australia cada día adopta más iniciativas –tanto desde el Estado como desde las empresas privadas- para conocer cómo funciona y cómo pueden adaptar blockchain a sus necesidades de mercado.
En este país muchas de las grandes iniciativas referidas a blockchain vienen por parte del Estado, hecho muy poco común en los mercados del mundo. Un ejemplo de esto es la iniciativa del Ministerio de Justicia y la industria privada, el centro de innovación finTech para luchar contra el lavado de dinero que comenzó a funcionar hace apenas un mes.
Por el momento, habrá que esperar un poco más para conocer cuáles son los resultados de la comisión cerrada del banco central australiano sobre la tecnología blockchain.