A medida que las tecnologías, entre ellas blockchain, se van posicionando en los sistema financieros tradicionales más son los riesgos de ataques cibernéticos a los que se expone el mercado. Luego de las poderosas infecciones de los ransomware Petya y WannaCry, los cuales lograron ataques globales con múltiples victimas, el Banco Central de Nueva Zelanda informó que apuesta por regulaciones dinámicas y adaptativas para mejorar la ciberseguridad y los sistemas financieros de la nación, así como afirmó estar observando de cerca el desarrollo de las criptomonedas y las tecnologías peer-to-peer.
Según el diario de la nación, NZHerald, el jefe de supervisión prudencial del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ), Toby Fiennes, explicó que el ente regulatorio no considera pertinente la aplicación de regulaciones con el fin de mejorar la seguridad del ciberespacio debido a que las herramientas tecnológicas se desarrollan y transforman rápidamente.
Fiennes resalta la importancia de que en un futuro los sistemas regulatorios de los bancos centrales sean dinámicos y adaptativos con miras a mitigar cualquier riesgo que las tecnologías generen sin coartar la innovación.
En este tema en particular, el ejecutivo declara que el banco central tiene puesto los ojos en las tecnologías disruptivas, como es el caso de los sistemas peer-to-peer, como blockchain, las monedas criptográficas y las carteras electrónicas, que están afectando actualmente a todo el sistema financiero:
Mirando hacia el futuro, el Banco de la Reserva y otros reguladores tendrán que asegurarse de que el régimen regulatorio en Nueva Zelanda sea adaptativo si cualquier nuevo modelo de negocio se vuelve sistémico, sin perjudicar indebidamente la innovación.
Toby Fiennes
Jefe de Supervisión Prudencial
El jefe de división enuncia que estas herramientas de «interrupción digital», o «no bancarias», son un nuevo reto para el mercado financiero que somete a la comunidad a nuevos riesgos y beneficios, por lo cual deben ser tratadas consecuente a su naturaleza. Unido a esto, Toby Fiennes, también puntualiza que los ataques cibernéticos de todo tipo están en constante cambio y no pueden ser determinados ni prescritos.
El especialista señala que aunque los programas maliciosos puede ser mitigados por las autoridades, no se puede determinar todas las potenciales fuentes de ataques o crímenes cibernéticos que hay en la red ya que este es un terreno de constante expansión.
Debido a esta dinámica y la irrupción de las tecnologías descentralizadas, Fiennes asevera que no es una prioridad cambiar las regulaciones financieras actuales, sino más bien incentivar a las instituciones a acercarse a las tecnologías con mayor «agilidad», enfocándose en los posibles resultados de la práctica y no en el cumplimiento de leyes y métodos ya antes descritos.
No obstante, el representante también admite que: «La naturaleza y la incidencia del riesgo cibernético son únicas, lo que significa que los enfoques típicos de la gestión de riesgos y la planificación de la recuperación de desastres pueden no ser apropiados», por lo cual no descarta la posibilidad de que en un futuro los reglamentos del banco central puedan ser modificados con el fin de adecuarlos apropiadamente a la nueva realidad tecnológica.
Toby Fiennes finaliza comentando que esta clase de acercamiento por las Fintech no es un movimiento solitario del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, ya que la Autoridad de Mercados Financieros (FMA) en conjunto con el Ministerio de Negocios, Innovación y Empleo han estado trabajando para generar un mejor desarrollo financiero-tecnológico con la mayor seguridad posible.
Con estas declaraciones el Banco Central de Nueza Zelanda se convierte en otras de la tantas autoridades gubernamentales a nivel global que se han mostrado interesadas en investigar y evaluar los potenciales de las tecnologías de contabilidad distribuida y de la seguridad cibernética, lista que se hace cada vez más prominente.
Por ejemplo, recientemente la Reserva Federal de los Estados Unidos recibió recomendaciones de startups para implementar DLT en los servicios nacionales, el Banco Central de Sudafrica se ha mostrado receptivo también con las tecnologías disruptivas y el Banco Central Europeo también ha confirmado ver en blockchain una «fuerza transformadora» que podría revolucionar el sistema financiero.