Por su naturaleza descentralizada, Bitcoin y la blockchain han sido considerados con frecuencia como una vía para la inclusión financiera de los sectores más excluidos. Y al parecer esta posible solución ha llegado hasta Oceanía, donde el Banco Central de Papúa Nueva Guinea, en colaboración con el gobierno australiano, emprenderá una investigación sobre cómo la tecnología blockchain y Bitcoin como criptomoneda pueden ayudar a aumentar el bajo porcentaje de ciudadanos que participan del sistema financiero.
Según indicó la institución, sólo el 15% de los papúes poseen cuenta bancaria, algo que no es de extrañar en un país donde sólo el 13% de la población es urbana, mientras que cerca de un 40% vive de la agricultura de subsistencia, sin acceso al capital global. Papúa, además, posee un terreno muy accidentado, por lo que el sistema de carreteras es escaso y llegar hasta la ciudad —y por tanto a los bancos— resulta muy dificultoso desde las zonas rurales. De hecho, este es uno de los países menos explorados tanto geográfica como culturalmente.
Por estas razones, el gobierno australiano ha otorgado $200.000 a la institución financiera central de su país vecino para estudiar cómo la blockchain y Bitcoin podrían ayudar a incluir a la gran mayoría que constituye la población no bancarizada.
Rabbie Namaliu, mánager de innovación privada y crecimiento económico en las instalaciones gubernamentales de Papúa financiadas por Australia, detalló que los temas a estudiar son, en primer lugar, si las personas participarían en el sistema financiero de tener la posibilidad y cuál es problema actual que no les permite hacerlo, cuánto dinero puede ser enviado internamente, cómo pueden aplicarse regulaciones para la identificación (KYC) y el lavado de dinero (AML) y cómo pueden reducirse los costos del sector bancario. Por su parte, Loi Bakani, Gobernador del banco central de Papúa, comentó que el uso de bitcoins podría ser beneficioso para esta causa.
Adicionalmente, Philippa Ryan, profesora en la Escuela de Leyes de la Universidad de Tecnología de Sídney (UTS) y entusiasta de la tecnología, comentó que esta también podría ser la solución para establecer la propiedad de tierras, un problema común en Papúa, y que su principal desafío —los costes— ahora podrá ser enfrentado gracias a Australia. De este modo, la blockchain podría llevar los servicios bancarios en este país a donde ahora no existen.
Si puedes conseguir un sistema que sea seguro y que pueda asegurar que las transacciones ocurrirán cuando deberían y en las cantidades correctas y tú confías en él, entonces puedes introducir servicios bancarios donde no existen actualmente. Creo que es un movimiento realmente positivo.
Philippa Ryan
Profesora en la Escuela de Leyes
Los desafíos
La opinión de Ryan es una que, con anterioridad, otros expertos han compartido. Uno de ellos es Rik Willard, fundador y director del Agentic Group, que planteó un futuro donde los sectores más pobres podrían adquirir teléfonos inteligentes por menos de $5, lo que les permitirá a su vez poseer carteras digitales y conectarse a la web, sin necesidad de reunir los, en muchos casos, difíciles requisitos que se solicitan en los bancos.
Sin embargo, el desafío que plantea Papúa Nueva Guinea respecto a ello es quizás mucho mayor. Para empezar, el idioma es una fuerte barrera: existen hablantes de unas 840 lenguas distintas en todo el país, y sólo en Puerto Moresby, su capital, es donde suele hablarse más el inglés. Incluso existen numerosas tribus y aldeas que poseen su propio idioma y cultura, distintos de los demás.
Por otro lado, sólo el 2.3% de la población ha utilizado Internet, la velocidad es muy baja y existen pocos establecimientos que permitan el acceso y sólo en las principales localidades. Para mantenerse constantemente conectado sería necesaria una tarjeta SIM proveída por alguno de los proveedores locales, algo que sin duda también implica otros costos.
Pese a todo, habrá que aguardar los resultados de las investigaciones del banco. Si pueden enfrentarse estos desafíos de algún modo, sin duda la blockchain y Bitcoin serían una solución rápida y segura para todos los que no pueden acceder a los servicios bancarios.