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QuanBot opera escaneando las transacciones en la mempool de Bitcoin.
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QuanBot reveló que 1820 BTC enviados el 11 de julio por una ballena son cuánticamente frágiles.
Un nuevo bot, bautizado como QuanBot, ha sido lanzado este lunes 11 de agosto de 2025 por una iniciativa llamada Project Eleven. Su misión es la de monitorear transacciones de Bitcoin en tiempo real y alertar sobre aquellas que puedan estar expuestas a riesgos derivados de las computadoras cuánticas. La herramienta, accesible a través de la cuenta @quantum_tracker en X, busca ofrecer a los usuarios información clara sobre la vulnerabilidad de fondos, evitando especulaciones y centrándose en datos prácticos.
QuanBot opera escaneando las transacciones en la mempool de Bitcoin, la «sala de espera» donde se registran las operaciones antes de su confirmación en la red.
Su función principal es identificar envíos a direcciones vulnerables a ataques cuánticos, notificar a los remitentes si sus propias transacciones exponen sus claves públicas por reutilización o gastos parciales, y publicar actualizaciones en tiempo real sobre movimientos significativos.
La herramienta no requiere intervención manual y está diseñada para brindar alertas automáticas, permitiendo a los usuarios tomar decisiones informadas antes de que las amenazas cuánticas se materialicen.
QuanBot brinda una utilidad significativa a Bitcoin, tomando en cuenta que al menos 6 millones de BTC están alojados en direcciones cuánticamente vulnerables al momento de la redacción, como reportó CriptoNoticias.
Project Eleven detalla en su anuncio dos métodos mediante los cuales una computadora cuántica relevante criptográficamente podría comprometer una dirección de bitcoin.
El primero, empleando un ataque «justo a tiempo» en la mempool, implica que una máquina cuántica derive la clave privada de una clave pública expuesta en menos de los diez minutos que tarda una transacción en confirmarse, un escenario que exige una capacidad computacional inmediata y avanzada.
El segundo, más plausible, es un ataque de «recolecta ahora, descifra después» (harvest-now-decrypt-later) donde adversarios recopilan claves públicas hoy —especialmente de direcciones que reutilizan claves o usan formatos específicos— para descifrarlas más adelante, cuando dispongan de un procesador cuántico suficientemente potente.
Esta estrategia aprovecha la exposición prolongada de datos en el registro contable de Bitcoin, un riesgo que QuanBot busca mitigar con su monitoreo y alertas en tiempo real.
La iniciativa de Project Eleven se presenta como una respuesta educativa y técnica, y pone a disposición de la comunidad una herramienta para proteger sus activos en un contexto donde los avances en computación cuántica, hasta cierto punto impredecibles, podrían alterar la seguridad de los sistemas de criptografía.
Project Eleven es un proyecto que busca asegurar la infraestructura digital diseñando productos y protocolos aptos para sobrevivir al q-day, el momento histórico en que la computación cuántica criptográficamente significativa se abra paso en la sociedad tecnológica con su primera aplicación real y evidente.
Según su blog, Project Eleven recaudó seis millones de dólares en una ronda semilla de financiación para construir criptografía post-cuántica.
A pocas horas de su estreno, QuanBot reveló que la transacción de 1820 BTC por parte de una ballena de bitcoin es vulnerable a la computación cuántica.
¿La razón? Esta ballena habría movido sus fondos a una dirección reutilizada del tipo Pay to script hash (P2SH). Las direcciones P2SH no ocultan las claves públicas al momento del gasto, lo que permite detectarlas fácilmente en la red contable de Bitcoin para recolectarlas y descifrarlas en el futuro.