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Matt Corallo afirma que un porcentaje relevante de pagos en Bitcoin ya ocurre en Lightning Network.
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Datos de la LN reflejan un leve repunte en su adopción, tras un período negativo.
Desarrolladores del ecosistema de Bitcoin están discutiendo sobre la tecnología y el rol de Lightning Network (LN), la red de segunda capa (L2) que permite procesar pagos fuera de la cadena principal, más rápidos y más baratos.
La discusión giró en torno a si el futuro de la adopción global del protocolo se apoyará, o no, en esa L2.
El debate se encendió luego de que un bitcoiner, conocido en X como BTCBreadMan, publicara el 7 de noviembre una polémica afirmación:
Lightning no es bitcoin real. No puedes enviarlo por la red de Bitcoin, pero representa bitcoin real bloqueado en canales en cadena. No puedes enviar satoshis de Lightning ‘por la red de Bitcoin’ directamente, pero siempre puedes canjearlos 1:1 por BTC en cadena al cerrar el canal. Técnicamente no es bitcoin real. Está respaldado 1:1 por bitcoin real.
BTCBreadMan, bitcoiner.
Su planteo apunta a una característica clave de LN: sus transacciones se ejecutan fuera de la cadena principal mediante canales de pago, mientras los fondos permanecen anclados a Bitcoin mediante transacciones en cadena.
La respuesta llegó de Matt Corallo, colaborador de Bitcoin Core, quien ancló su postura en la adopción de la LN:
En el mundo real, un porcentaje significativo (de dos dígitos) de las transacciones de Bitcoin ya son Lightning y casi todas las nuevas wallets, y muchas de las existentes, soportan Lightning.
Matt Corallo, colaborador de Bitcoin Core.
Con esa frase señaló que el uso de LN ya dejó de ser un experimento y forma parte de la operativa cotidiana de usuarios, especialmente a nivel de gastos menores y pagos frecuentes.
El desarrollador también advirtió sobre un punto relevante para la salud del ecosistema:
Tratar de meter la cabeza bajo la arena y fingir que Lightning no es cada vez más la forma en que la gente interactúa con bitcoin significa estar desconectado de la realidad.
Matt Corallo, colaborador de Bitcoin Core.
Callebtc, uno de los desarrolladores más vocales de Bitcoin, también participó con un mensaje breve, pero convincente: «Lightning es Bitcoin».
Un usuario le respondió: «No, no lo es. Solo agrega otra capa de complejidad sin resolver el problema central: la privacidad. Bitcoin no es más privado con Lightning, solo es una vigilancia más rápida».
Este planteo resume una preocupación: si bien Lightning reduce costos y acelera pagos, su arquitectura de canales exige que los nodos involucrados conozcan parte de la ruta de un pago, lo que le genera a ese usuario inquietud sobre la privacidad.
En respuesta a Callebtc, Peter Todd, otro colaborador del cliente Core, intervino con una aclaración técnica:
Cada transacción de Lightning es literalmente una transacción de Bitcoin: el HTLC subyacente se implementa ofreciendo a la contraparte una transacción firmada de Bitcoin que le permitiría cobrar los fondos en cadena si fuera necesario.
Peter Todd, desarrollador de Bitcoin.
Todd expresó que Lightning no es un sistema separado, sino una construcción que utiliza contratos de Bitcoin para permitir pagos off-chain.
En este caso, los HTLC (Contratos de Bloqueo por Tiempo y Hash) son contratos que bloquean fondos con una condición: el receptor debe demostrar un secreto (el hash de una preimagen) dentro de un tiempo determinado.
Si lo hace, cobra; si no, los fondos regresan al remitente. Estos mecanismos son los que permiten que los pagos en Lightning funcionen de forma segura sin que cada transacción tenga que registrarse en la cadena, manteniendo la capacidad de liquidación final on-chain.
Así, para Todd, Lightning se sostiene sobre transacciones de Bitcoin, lo que reforzaría su legitimidad como extensión natural del protocolo.
¿Qué dicen los datos de la red Lightning Network?
En este contexto, las métricas históricas de Lightning muestran un proceso de fluctuaciones prolongado, con variaciones en nodos, canales y capacidad.
En el caso de los nodos, la LN registra un máximo superior a los 20.000 a mediados de 2022. Desde entonces, la cifra descendió hasta estabilizarse en un rango cercano a los 15.000–16.500 nodos públicos.
No obstante, el número de nodos en baja no necesariamente denota menos uso de la Lightning.
Puede significar que ciertos operadores (personas o empresas que corren nodos) decidieron cerrar canales que no tenían tráfico o apagar nodos «secundarios» que no aportaban valor.
Lightning permite operar nodos que no se anuncian públicamente o que concentran liquidez en menos canales mejor optimizados. En otras palabras, se reorganiza la infraestructura.
En segundo lugar, los canales (conexiones entre dos nodos de Lightning a través de las cuales se bloquea liquidez en bitcoin para poder enviar y recibir pagos instantáneos fuera de la cadena) alcanzaron valores cercanos a los 85.000 en 2022.
Desde entonces, similar a lo ocurrido con los nodos, los datos reflejan una declinación sostenida, con niveles actuales en torno a los 46.000–50.000.
Esa reducción podría estar ligada al cierre de canales de baja capacidad, la migración hacia conexiones más eficientes y la concentración de liquidez en operadores de mayor volumen.
Por último, la capacidad (la cantidad total de bitcoin bloqueados dentro de los canales de Lightning para facilitar el enrutamiento de pagos) total muestra una curva más matizada.
Tras un período de crecimiento constante entre 2021 y 2023, superando los 5.000 millones de satoshis (más de 500 BTC), el indicador retrocedió en 2024. En los últimos meses, la capacidad de la LN refleja una recuperación parcial, impulsada por la apertura de canales de mayor tamaño.
En conjunto, los gráficos reflejan una LN que pareciera no estar repuntando actualmente sus estadísticas de adopción, tras un tiempo en el que estas mostraron una desaceleración en el uso de la L2 de Bitcoin.