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Botín afirmó que en Estados Unidos los bancos no deben cumplir con tantas exigencias como en Europa.
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José Luis Escrivá, del BCE, cree que tecnologías como las stablecoins justifican las regulaciones.
La presidenta ejecutiva del Banco Santander, Ana Botín, alertó este martes sobre los riesgos que enfrenta Europa si continúa endureciendo su marco regulatorio. Según la banquera, el exceso de normas podría obstaculizar la inversión, limitar la innovación y, en última instancia, frenar el crecimiento económico del continente.
Durante su participación en la Conferencia Bancaria Internacional en Madrid, España, Botín resaltó la importancia de alcanzar un equilibrio entre estabilidad y crecimiento. «La regulación mata la innovación… Tenemos que entender que si no permitimos que las empresas innoven, no vamos a crecer», expresó.
En esta línea, la especialista explicó que el entorno actual impone mayores exigencias a los bancos europeos frente a sus competidores en Estados Unidos, tanto en materia regulatoria como fiscal.
A juicio de la banquera, esta disparidad está debilitando la competitividad del sector financiero europeo. Indicó que los prestamistas estadounidenses operan con requisitos de solvencia más flexibles.
Por ello estima que la brecha entre ambos mercados podría ampliarse en 3,5 billones de euros (4,08 billones de dólares) en los próximos tres años. Algo que permitiría a los bancos norteamericanos ofrecer más crédito a hogares y empresas.
La ejecutiva española también advirtió que la falta de crecimiento podría ser un problema para la estabilidad financiera. Al mismo tiempo, insistió en que, sin beneficios, las entidades no pueden fortalecerse.
No obstante, no todos comparten el ímpetu de Botín por la desregulación. Entre estas personas figura José Luis Escrivá, responsable de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y gobernador del Banco de España.
El ejecutivo alertó el mes pasado sobre los riesgos de flexibilizar las reglas en un contexto de transformación tecnológica.
Escrivá consideró que la irrupción de activos digitales, como las stablecoins, representa nuevos desafíos para la estabilidad del sistema financiero. Estos instrumentos dependen de activos de reserva, como las letras del Tesoro.
Por ello, según explicó, en una situación de crisis solo los bancos centrales tienen la capacidad de garantizar la liquidez del sistema al actuar como prestamistas de última instancia.
En paralelo a este debate sobre los límites de la regulación en Europa, España sigue avanzando en la implementación del Reglamento MiCA (Mercados de Criptoactivos) para la supervisión del mercado de criptomonedas.
Según reportó CriptoNoticias, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya ha autorizado a 45 proveedores de servicios de activos virtuales, entre ellos BBVA y Bit2Me, a operar en el país.