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La normativa podría reforzar el dólar frente a la desdolarización global.
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Críticos temen que la ley no aborde riesgos financieros y que grandes tecnológicas sean emisores.
En Washington, la Ley GENIUS, que busca regular las stablecoins, enfrenta un Senado dividido y un reloj que no perdona, con el riesgo de dejar a EE. UU. rezagado en la carrera de las finanzas digitales que se ha desatado a nivel global.
Tras el rechazo de la ley por un estrecho margen de 48-49 el pasado 8 de mayo, debido a la controversia sobre las inversiones en criptomonedas del presidente Donald Trump, como fue informado por CriptoNoticias, ahora, los senadores de ambos partidos (republicano y demócrata) trabajan para reactivar la legislación sobre stablecoins.
Se espera la aprobación del proyecto de ley antes del receso del Día de los Caídos, que corresponde al último lunes de mayo, que será el próximo 26. Y mientras llega ese momento, algunos legisladores, como la demócrata Angela Alsobrooks, coinciden en que están trabajando para impulsar la legislación.
El senador republicano Bill Hagerty, de Tennessee, principal impulsor de la legislación, declaró en una entrevista en el Capitolio que el personal de ambos partidos ha seguido trabajando en el proyecto de ley. Según Bloomberg, expresó su esperanza de que los demócratas acuerden aprobar la iniciativa antes del receso, dado que después de ello, el Senado se centrará en el paquete de impuestos y gastos emblemático del Partido Republicano. «Ahora es el momento», declaró Hagerty. «Veremos si prevalece la sensatez».
Así que, a medida que pasan las horas, las expectativas aumentan. Y en medio de ello, el abogado y defensor de las criptomonedas John Deaton advirtió que el fracaso de esta legislación podría retrasar cualquier reforma significativa hasta 2029, dejando a la industria atrapada en un limbo regulatorio obsoleto.
Deaton, conocido por su defensa de la industria de las criptomonedas, especialmente, en casos contra la SEC, expresó que la Ley GENIUS es una “obviedad” que cualquier político debería respaldar si prioriza los intereses nacionales sobre la política partidista.
El dominio del dólar está en juego
John Deaton coincide con otros usuarios en que la Ley GENIUS debería llamarse “Proyecto de Ley de Dominio del Dólar”, ya que su impacto trasciende las criptomonedas. Explicó que, en un contexto global donde países como China y Rusia promueven la desdolarización, las stablecoins respaldadas por el dólar podrían reforzar la demanda de bonos del Tesoro y consolidar el estatus del dólar como moneda de reserva mundial.
“Estamos en una era donde otras naciones intentan desdolarizar el mundo. Debemos garantizar que el dólar siga siendo dominante”, afirmó Deaton.
Además, Deaton criticó los cambios extremos en la política de criptomonedas con cada administración presidencial en Estados Unidos, donde se ha pasado de un enfoque represivo (“gobierno dominando la industria”) hasta una postura ultrapro criptomonedas. Esto, con Trump, lanzando «memecoins presidenciales”.
De igual manera, en su publicación, Deaton lamentó que las leyes de 1933 (Securities Act) y la jurisprudencia de 1946 (caso SEC v. Howey) se apliquen a tecnologías modernas como criptomonedas y la inteligencia artificial (IA), generando un “limbo regulatorio obsoleto”.
Los principales emisores de stablecoins recibieron el proyecto de Ley GENIUS de manera mayoritariamente positiva, especialmente Circle, la empresa detrás de USDC, una de las stablecoins más utilizadas en Estados Unidos. Los participantes de la industria argumentan que la claridad regulatoria podría facilitar una adopción más amplia de las stablecoins en los mercados financieros tradicionales, haciéndolas más accesibles para empresas, bancos y consumidores.
La industria de las criptomonedas pide claridad
Adicionalmente, varios líderes de la industria creen que la aprobación de la Ley GENIUS es clave para reducir la incertidumbre regulatoria, que es esencial para integrar las stablecoins en las finanzas convencionales. Establecer directrices legales claras podría alentar a las instituciones financieras y las redes de pago a adoptar stablecoins, posicionando a EE. UU. como líder mundial en innovación de dólares digitales.
A pesar del apoyo de la industria, la Ley GENIUS ha generado críticas de legisladores y organismos reguladores preocupados por sus posibles implicaciones. Algunos críticos temen que el proyecto de ley no aborde suficientemente los riesgos relacionados con la estabilidad financiera. Les preocupa que la emisión de stablecoins a gran escala pueda llevar a la desintermediación en el sector bancario.
Otros argumentan que la participación de gigantes tecnológicos, como X de Elon Musk (anteriormente Twitter), podría introducir riesgos sistémicos, especialmente si las empresas comienzan a emitir sus propias stablecoins para competir con monedas respaldadas por el gobierno.
La senadora Elizabeth Warren ha expresado preocupaciones sobre la posibilidad de que grandes corporaciones utilicen stablecoins para eludir las regulaciones financieras tradicionales. “Sin salvaguardas adecuadas, podríamos ver a las grandes tecnológicas creando sus propias monedas, socavando el dólar estadounidense y nuestro sistema financiero”, advirtió.
Los legisladores demócratas también han propuesto enmiendas de seguridad nacional para evitar que los emisores de stablecoins evadan las leyes de sanciones de EE. UU. Estas enmiendas se dirigen específicamente a stablecoins emitidas en el extranjero, como Tether (USDT), que han sido examinadas por su posible uso en actividades financieras ilícitas.
¿Triunfará la ley GENIUS?
Así que, con todo esto para analizar, la Ley GENIUS está actualmente en revisión legislativa, con el Comité Bancario del Senado programado para votar sobre el proyecto de ley. El apoyo bipartidista le otorga una base sólida. Sin embargo, la versión final podría experimentar enmiendas significativas antes de llegar al pleno del Senado.
Si se aprueba, el proyecto de ley podría sentar las bases para un ecosistema financiero impulsado por stablecoins en EE. UU., cerrando la brecha entre las finanzas tradicionales y los activos digitales. Sin embargo, si la oposición de las agencias reguladoras y los legisladores escépticos gana fuerza, la regulación de stablecoins podría seguir enfrentando obstáculos, dejando a la industria en la incertidumbre.