Las declaraciones que pesan sobre el bitcoin, y las criptomonedas en general, acusándolo de ser una “burbuja” no son algo nuevo. Hace años que surgen varias voces, algunas de renombre en el mundo financiero y otras un poco menos famosas, que hablan negativamente del bitcoin y lo acusan de ser una especie de esquema especulativo. Es por ello que debemos preguntarnos si realmente es el bitcoin una burbuja, pero quizás sea lo mejor empezar directamente por analizar en que consiste una burbuja financiera.
El renombrado economista español Juan Ramón Rallo, nos aclara que de manera resumida una burbuja ocurre cuando el precio de un activo supera con creces el valor presente de sus flujos de caja futuros. Esto puede suceder, por ejemplo, con un activo inmobiliario, una acción de alguna empresa que cotice en la bolsa de valores, o con un commodity, en donde simplemente el precio presente de activo sea ampliamente mayor al valor presente de sus rendimientos futuros.
Entonces entendemos que cuando la mayoría de las personas habla de una burbuja especulativa, se refieren a que el precio de un activo se incrementa mucho más allá del que debería ser su precio natural, y que de hecho está sobrevalorado, por lo que es cuestión de tiempo que la burbuja termine explotando y el precio se derrumbe, causando pérdidas importantes a los tenedores de dicho activo.
Sin embargo, es imperativo destacar que no todos los activos están sujetos a este tipo de análisis, este es el caso de los activos monetarios. Es decir, los activos que son utilizados fundamentalmente como dinero o medio de cambio, tales como divisas y el oro, y ciertamente el bitcoin es un activo que esta siendo utilizado como medio de intercambio por una cantidad cada vez mayor de individuos.
Los activos monetarios simplemente no poseen flujos de caja futuro, es decir, una diferencia de entrada y salida de efectivo, por lo que no se pueden analizar de manera similar que el resto de activos y sería equivocado afirmar que se encuentran en una fase de burbuja. Aunque en algunas jurisdicciones consideran el bitcoin como commodities, esta clasificación es inexacta y puede que responda a los intereses de una determinada legislación, bien sea que encuentran incómoda la posición de bitcoin en el mercado global de activos monetarios o que desconocen las posibilidades de adopción y uso de una criptomoneda.
Recordemos que hablamos de burbujas especulativas cuando un activo esta siendo sobre-demandado en el presente con respecto al valor de las rentas futuras que aportará ese activo, pero también debemos recordar que el uso fundamental de los activos monetarios es que sean demandados como medio de intercambio, por lo que una mayor adopción de un activo monetario (por ejemplo el bitcoin) estaría ligada intrínsecamente con su uso fundamental como dinero y llevaría un aumento inevitable de su precio presente a medida que la gente lo demanda con mayor intensidad.
Lo que se quiere explicar, es que no puede hablarse de una sobre-demanda (burbuja) en un activo monetario cuando precisamente valor fundamental depende de que las personas lo demanden. De la misma forma que se demanda una mercancia que posteriormente puede ser utilizada como medio de intercambio monetario.
Es por esto que simplemente no podemos decir que el bitcoin es o que se encuentra en una fase de burbuja, simplemente este tipo de análisis no es aplicable. Ahora, esto no quiere decir que no esté sujeto a especulación y que no pueda sufrir variaciones en su precio.
Pero no debemos pensar que toda especulación es necesariamente dañina, de hecho, cabe la posibilidad de que los especuladores tengan razón. Muchas personas a lo largo de los años han ido incorporando bitcoin a sus carteras como medio de inversión, ya sea por mera especulación o porque creen en el potencial de esta tecnología, sin importar cual sea el caso estos inversionistas creen que en el futuro la adopción del bitcoin como medio de intercambio seguirá avanzando, los especuladores bien podrían estar anticipando un fuerte proceso de demanda monetaria del bitcoin, por lo que esto irremediablemente se traduciría en un aumento de su precio sin tener nada que ver con un proceso de burbuja financiera.
El componente especulativo es una crítica frecuente y en algunos casos injustificada que suelen hacer los detractores del bitcoin, después de todo las personas demandan un activo monetario frente a otro (por ejemplo, ahorrar en dólares y no en bolívares) ya que tienen ciertas expectativas sobre el valor futuro del activo que atesoran frente al resto de activos del mercado. En este sentido, todo dinero tiene un componente especulativo.
Pero quizás es momento de preguntarse, ¿Por qué la gente adopta bitcoin cada vez más? Para algunos esto es una respuesta natural de las personas que buscan alejarse de un sistema monetario global altamente ineficiente, creador de burbujas, y que depende totalmente del poder de los estados.
Específicamente esto último se refiere a la teoría de los ciclos económicos, en donde el control de las principales variables de mercado monetario (tasas de interés, cantidad de dinero en circulación, entre otras) por parte de los gobiernos y bancos centrales alrededor del mundo termina generando una serie de distorsiones en la estructura del mercado. Especialmente importante es el control de las tasas de interés, que al ser situadas a un nivel demasiado bajo pueden llevar a que se realicen inversiones que son rentables solo a esa tasa de interés artificialmente baja, creándose un exceso de inversión en algunos sectores de la economía lo cual solo puede terminar con una corrección inevitable de las tasas de interés, el quiebre de estas inversiones que dejan de ser rentables a esta nueva tasa de interés, y el estallido de la burbuja.
El ejemplo más reciente de esto ha sido la crisis financiera del 2008, justamente en octubre de ese mismo año ante la generalizada desconfianza en el sistema bancario es cuando Satoshi Nakamoto publica el Libro Blanco del bitcoin.
Y esta desconfianza de las personas en el sistema bancario y financiero no es para nada descabellada, podemos ver que durante la última década las tasas de interés de la Reserva Federal de los EEUU se han ubicado bastante cerca del 0%, por lo cual es posible afirmar que el bitcoin es una respuesta a las verdaderas burbujas que existen en la economía moderna.
En este punto es necesario recordar que el bitcoin es tanto una moneda como un sistema digital, entonces sería prudente analizar aquella parte del bitcoin que no es un activo monetario.
Debemos recordar que bitcoin se trata de la primera blockchain existente, la cual es una tecnología innovadora que funciona como una base de datos encriptada donde puede almacenarse cualquier información. Por lo que la tecnología blockchain tiene un valor relevante en sí misma, el cual recae en que cada dato registrado es protegido y marcado con una huella digital única.
La blockchain representa una tecnología que puede traer muchos beneficios y usos potenciales, aunque es importante decir que esta tecnología aún está en desarrollo en múltiples aplicaciones por muchas empresas en todo el mundo.
Hacer un cálculo monetario sobre algún tipo de avance tecnológico, especialmente si este apenas esta en sus primeros años de desarrollo, es un esfuerzo complicado. Primeramente una tecnología no puede ser evaluada con los mismos patrones que un activo financiero, el cual se espera que otorgue a su comprador una serie de ingresos futuros, pero esto no implica que no sea sensato preguntarnos si no hemos vivido una especia de euforia injustificada con respecto a la blockchain.
Ciertamente en el 2017 se experimentó un aumento muy grande en los precios del mercado de las criptomonedas, ya que su capitalización pasó de $17,7 mil millones de dólares a comienzos de año a $610 mil millones a final del año. Es importante destacar que, dentro de este mercado el bitcoin es la criptomoneda con mayor peso, al momento de la edición el bitcoin representa más del 39% de la capitalización total de mercado del mercado de criptomonedas.
Ante todo lo expuesto anteriormente, es posible pensar que el valor del bitcoin como moneda se haya confundido con su valor como tecnología, esto podría ser una explicación a la «fiebre por la blockchain» que se experimentó el año pasado. No se debe olvidar que el bitcoin aún está en sus primeros años de desarrollo, y que su característica multifacética lo vuelve muy dificil de analizar bajo los estándares de activos tradicionales.
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