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El FMI obliga a El Salvador a restringir sus polรญticas sobre bitcoin, limitando sus compras.
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Bukele mantiene la ilusiรณn del compromiso para mantener la atenciรณn de la comunidad de bitcoin.
En la madrugada del 7 de septiembre de 2021, Nayib Bukele tuiteรณ desde su telรฉfono la declaraciรณn de que bitcoin (BTC) serรญa la moneda del futuro en El Salvador. Hoy, 3 aรฑos y 11 meses despuรฉs, su silencio en X grita mรกs alto que cualquier proclama. Mientras El Salvador navega las aguas turbulentas de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), surge una pregunta inevitable: ยฟquรฉ oculta este mutismo del presidente salvadoreรฑo?
La euforia con la que Bukele se expresaba sobre bitcoin en 2021 cautivaba a los bitcoiners de todo el mundo. En ese momento, era casi imposible anticipar que el gobernante silenciarรญa su otrora fervorosa defensa pรบblica de bitcoin.
Este cambio de tono, perceptible en sus mensajes en la red social X, coincide con un acuerdo firmado con el FMI en diciembre de 2024, que impuso restricciones significativas a la polรญtica de bitcoin de El Salvador.
Sin embargo, el lรญder de El Salvador ha logrado tejer una narrativa que mantiene viva la ilusiรณn de un compromiso con bitcoin, haciendo comentarios pero sin mencionarlo explรญcitamente. Su estrategia refleja una tendencia clara de adaptaciรณn pragmรกtica a las presiones internacionales.
Un anรกlisis de los mensajes de Nayib Bukele en X revela que la รบltima vez que mencionรณ explรญcitamente la palabra ยซbitcoinยป fue el 8 de enero de 2025, cuando comentรณ: ยซยกTal vez todos podamos comprar bitcoin a precio de ganga!ยป. Esto sugiriendo que la posible venta de casi 70.000 BTC en poder de Estados Unidos, que autorizรณ un juez, impactarรญa negativamente en el precio de la moneda digital.
Entre 2021 y 2024, Bukele usรณ X como plataforma para proclamar con entusiasmo las compras diarias de bitcoin, la construcciรณn de Bitcoin City y para defender la adopciรณn de la moneda digital como pilar de su visiรณn econรณmica. Tambiรฉn para apuntar a quienes criticaron esa adopciรณn.
En marzo de 2025, Bukele respondiรณ a las crรญticas con firmeza, asegurando que las compras de bitcoin continuarรญan: ยซโTodo esto termina en abrilโ, โtermina en junioโ, โtermina en diciembreโ, decรญan. Cuando el mundo nos aislรณ y muchos โbitcoinerosโ nos dieron la espalda, no nos detuvimos. No lo haremos ahora ni en el futuroยป, afirmรณ.
Un espejismo con bitcoin que Bukele no desmiente
Este desafรญo inicial de Bukele al FMI contrasta con los hallazgos de un informe que desmonta su narrativa. Un informe del FMI de julio de 2025, revelรณ que las supuestas compras no eran tales. Segรบn el documento, el aumento en las reservas de bitcoin de El Salvador, que alcanzaron los 6.189 BTC a mayo de 2025, se debiรณ a transferencias internas entre billeteras gubernamentales, no a nuevas adquisiciones con fondos pรบblicos.
Este hallazgo desmiente las afirmaciones de Bukele y su Oficina Nacional de Bitcoin, que mantienen la narrativa de compras diarias de un BTC. En palabras del FMI, estas operaciones reflejan una ยซconsolidaciรณnยป de activos preexistentes, no una inversiรณn activa, tal como lo reportรณ CriptoNoticias. Con un valor aproximado de 350 millones de dรณlares a mayo de 2025, estas reservas son mรกs un sรญmbolo que una inversiรณn activa, segรบn el FMI.
Despuรฉs de todo, el cambio en la retรณrica de Bukele y la ausencia de menciones a bitcoin en X desde enero de 2025 confirman una tendencia clara. Es una seรฑal de que el presidente salvadoreรฑo estรก navegando un delicado equilibrio entre mantener su imagen de lรญder innovador y cumplir con las demandas del FMI para asegurar la estabilidad econรณmica del paรญs que dirige.
Esta estrategia tiene varias razones, impulsada principalmente por la presiรณn del FMI sobre el paรญs centroamericano y por la bรบsqueda de Bukele de credibilidad internacional.
Dado que el FMI ha sido explรญcito sobre los riesgos de la adopciรณn de bitcoin, citando preocupaciones sobre estabilidad financiera, integridad y protecciรณn al consumidor, lo que ha llevado a Bukele a moderar su discurso. Esto, consciente de la dependencia que tiene El Salvador de financiamiento internacional, incluyendo 2.000 millones adicionales de instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
A pesar de la narrativa de Bukele, la adopciรณn de bitcoin en El Salvador no ha cumplido las expectativas. En 2023, el 88% de los salvadoreรฑos no utilizaron bitcoin, segรบn una encuesta de Universidad Centroamericana (UCA). Y las remesas con BTC cayeron un 44,5% en el primer trimestre de 2025, representando solo el 0,52% del total. Proyectos como Bitcoin City y otras promesas, relacionadas con la moneda digital, no se han concretado.
Este contexto sugiere que Bukele estรก priorizando la estabilidad econรณmica sobre una adopciรณn de bitcoin que no ha logrado arraigo popular.
Malabarismo polรญtico bajo presiรณn
Y aunque Bukele ha dejado de mencionar ยซbitcoinยป, su gobierno continรบa moviendo activos entre billeteras para mantener la apariencia de compromiso con la comunidad que gira en torno a bitcoin.
Esta tรกctica le permite conservar el apoyo de la comunidad bitcoiner global, que lo ve como un sรญmbolo de resistencia frente a instituciones como el FMI, mientras tรฉcnicamente cumple con los tรฉrminos del acuerdo. Es un acto de malabarismo polรญtico con la que Bukele proyecta una imagen de rebeldรญa sin violar abiertamente las reglas impuestas por los organismos internacionales.
En todo caso hay que tener en cuenta que el silencio de Bukele sobre bitcoin no implica el abandono total de su visiรณn con la moneda digital, sino una reconfiguraciรณn estratรฉgica. En lugar de promocionar directamente a la creaciรณn de Satoshi Nakamoto, sus publicaciones recientes en X destacan los logros de su gobierno, como la lucha contra las pandillas.
Este cambio sugiere que Bukele estรก tejiendo un futuro en el que bitcoin sigue siendo parte de la identidad de El Salvador, pero sin el protagonismo que alguna vez tuvo. Al evitar la palabra, el gobernante desvรญa la atenciรณn de las restricciones del FMI y mantiene su narrativa de liderazgo transformador.
Sin embargo, el riesgo es claro porque su malabarismo polรญtico podrรญa fracturar la confianza de los bitcoiners globales y de los salvadoreรฑos, que ven en Bukele un ejemplo.
Por ahora, Bukele teje el futuro de bitcoin sin nombrarlo, dejando al mundo preguntรกndose si su modelo con bitcoin es una verdadera revoluciรณn que estรก en pausa o un espejismo cuidadosamente orquestado.