Banco de España ignora la tendencia de bitcoin que crece en el país

Bitcoin (BTC) vive un auge sin precedentes en España. Múltiples datos confirman una tendencia alcista en adopción, transacciones y aceptación, impulsada por una economía cada vez más digitalizada. Sin embargo, el Banco de España (BdE) parece estar atrapado en el pasado, basándose en datos desactualizados de 2021 que no reflejan la explosión reciente de los activos digitales.

La adopción de activos digitales en España está en plena efervescencia. Entre 2019 y 2024, casi 2,5 millones de españoles se convirtieron en hodlers de bitcoin y criptomonedas, lo que supone un crecimiento del 50%, según un estudio de la plataforma de productos financieros Hellosafe.

Chainalysis sitúa a España firmemente entre los 32 principales países en cuanto a adopción de criptomonedas. Y un informe de Disruption Banking (2025) indica que el país registró un volumen de transacciones de 73.000 millones de euros entre julio de 2023 y junio de 2024, superando estimaciones previas.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) señala que la tenencia de criptoactivos se duplicó del 4,5% en 2022 al 9% en 2024, consolidando el proceso de crecimiento.

A pesar de la creciente adopción de bitcoin y criptomonedas, respaldada por diversos informes, incluidos los de exchanges de criptomonedas, el Banco de España parece desactualizado. Su publicación del 10 de septiembre, en pleno 2025, basada en datos de 2021, estima una adopción del 4,8%, mientras que los cálculos del BCE, en 2024, duplican este porcentaje.

Esta diferencia monumental de cifras no es trivial. El ente regulador se apoya en una metodología más tradicional y en datos de un «bear market», un año bajista que, naturalmente, pudo haber reducido tanto la cantidad de inversores como el valor de sus tenencias. Las plataformas, por otro lado, tienden a proyectar desde su base de usuarios activos, que por definición ya están más involucrados y son más numerosos.

El Banco de España, atrapado en el pasado

La entrada al ecosistema de bancos como BBVA, que en 2025 ofrece trading de bitcoin y ether, criptomoneda de Ethereum, y el hecho de que el 61% de los asesores financieros (EFPA, 2025) reciban consultas sobre criptoactivos, demuestran que incluso el sector tradicional reconoce esta tendencia y espera que aumente a futuro.

Sin embargo, el Banco de España, anclado en datos obsoletos, subestima el crecimiento global del sector, con una proyección de 6.790 millones de dólares en 2025 a 63.150 millones en 2034 (TCAC del 28,12%), con implicaciones para España, dado su ecosistema bitcoin en expansión.

El informe del BdE también diluye la idea de una inversión significativa. Señala que para la gran mayoría de los hogares que poseen criptoactivos (un 80% de ellos), estas divisas digitales representan menos del 10% de su riqueza financiera total. Esto sugiere que, para la mayoría, bitcoin y compañía son más una pequeña apuesta o un experimento que una parte central de su patrimonio.

Adicionalmente, el perfil del inversor, aunque con puntos en común, también se matiza. El Banco de España describe a los tenedores de criptoactivos como hombres jóvenes (80% menores de 45), con alto nivel educativo, una marcada tolerancia al riesgo y elevadas competencias financieras. Sin embargo, un detalle no menor es que un 33,8% de estos jóvenes aún vive con sus padres.

Criptan, por su parte, aunque reporta un perfil de edad y género similar, subraya que sus inversores son mayoritariamente trabajadores por cuenta propia o autónomos, sugiriendo una mayor independencia económica.

Estas sutiles diferencias nos recuerdan que, si bien el perfil general es el de un «early adopter» o persona que adopta una nueva tecnología, joven y con conocimientos, la implicación y la etapa vital pueden variar significativamente. El Banco de España nos presenta un inversor más cauto, que ve los criptoactivos como un instrumento más de inversión, entre otros (59%) y, curiosamente, muestra una actitud planificadora a largo plazo sin un rechazo inherente al sistema financiero tradicional.

En contraste con la cautela del informe, el dinamismo del ecosistema cripto español muestra una tendencia clara hacia la expansión y la profesionalización, con el surgimiento de comunidades activas que impulsan la adopción y la innovación en el sector.

Comunidades de bitcoin: el motor de la adopción

La comunidad representa un pilar fundamental para los entusiastas de bitcoin en España, promoviendo sus principios y su adopción. Comunidades como Barcelona Bitcoin Only, bitcoiners de BTC Catalunya, y otras como Bitcoin Málaga, se comparten análisis y organizan encuentros. Impulsan la educación y adopción, así como el intercambio de conocimientos y experiencias entre sus miembros.

Sus actividades son un claro reflejo del interés creciente y la consolidación de una cultura bitcoiner en el país, facilitando la comprensión y el uso de la moneda digital pionera mediante una economía circular de BTC, en algunos casos.

De igual manera han surgido nuevas comunidades en España que impulsan la adopción de criptomonedas. Entre ellas están las que giran en torno a proyectos Web3 y finanzas descentralizadas (DeFi). Con frecuencia organizan hackatones y talleres sobre contratos inteligentes y tokenización, con énfasis en la integración de servicios financieros descentralizados.

En definitiva, el informe publicado por el Banco de España busca explicar el fenómeno de bitcoin y criptomonedas en el país, aunque algo desfasado ante un sector que avanza a velocidad de la luz. Su mensaje es que la adopción en España, si bien creciente, es más contenida.

No obstante, al contrastar esta perspectiva con la vibrante actividad de las comunidades, se revela una tendencia innegable hacia una adopción y profesionalización creciente del sector en el país.

Mientras el Banco de España permanece anclado en datos de 2021, subestimando el auge de Bitcoin y las criptomonedas, España avanza a pasos agigantados hacia un futuro digital. Con un crecimiento del 50% en adopción desde 2019, el país está abrazando una tendencia imparable. Con la regulación MiCA, y el respaldo institucional de entidades como BBVA y otros bancos, España se consolida como un referente del ecosistema en la región.

Es hora de que el Banco de España actualice su visión o se arriesgue a quedarse al margen de una transformación que redefine la economía del país.