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Altas tarifas y regulaciones estrictas impulsan la minería no autorizada.
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Debido a que evaden los impuestos del gobierno, mineros ilegales son rentables con ASIC antiguos.
La minería ilegal de Bitcoin (BTC) crece sin freno en Irán, donde operan cerca de 800.000 mineros no autorizados, según reveló Misah Alavi, CEO de ViraMiner, una empresa iraní dedicada a la minería legal de criptomonedas.
Alavi expuso en el sitio especializado de minería The Mining Pod cómo la falta de licencias accesibles y las altas tarifas impuestas por el gobierno han impulsado la clandestinidad de esta actividad.
Una actividad masiva y clandestina
De acuerdo con Alavi, mientras la minería legal en Irán apenas alcanza 5 MW de capacidad activa y hay 400 MW de permisos pendientes para operaciones autorizadas, la minería ilegal consume alrededor de 2 GW, unas 400 veces más que los 5 MW de la minería legal.
Muchos de estos mineros ilegales de Bitcoin instalan sus equipos en lugares poco convencionales, como sótanos de casas, oficinas, joyerías o casas de cambio, utilizando modelos antiguos de ASIC como el MicroBT Whatsminer M3 o el Bitmain Antminer S9, explicó Alavi.
Estos dispositivos, lanzados en 2018 y 2016 cuando la dificultad de la red era mucho menor a la actual, tienen un poder de cómputo (hashrate) de 12 TH/s (terahashes por segundo) y de 13,5 TH/s, respectivamente. Actualmente, los equipos que usan los grandes mineros son ampliamente más poderosos. Por ejemplo, modelos de la línea de ASIC S21 de Bitmain, llegan a los 860 Th/s.
Aunque esos dos equipos son prácticamente obsoletos para mineros de otras regiones, su uso sigue siendo rentable para los operadores ilegales de Irán debido al bajo costo de la electricidad, al evitar los aranceles impuestos por el gobierno.
Un dato que refuerza lo expuesto por Alavi es lo revelado por NFTevening el pasado 2 de mayo, cuando este sitio dio a conocer cuáles eran los países con costos de electricidad más baratos para minar 1 BTC. El primer puesto se llevó Irán, con una cifra de 1.300 dólares por moneda.
En contrapartida, según esa misma fuente, el precio promedio de la electricidad necesaria para minar 1 BTC en Estados Unidos es de 107.00 dólares. Así, al poder acceder a un precio tanto más barato, mineros ilegales de Irán puede ser rentables aún con equipos mucho menos poderosos que los que se usan en otras regiones.
El peso de las tarifas y la energía del gas
Los mineros ilegales en Irán acceden a electricidad a precios equivalentes a los que pagan los residentes, lo que les permite mantener costos operativos bajos, incluso equipos obsoletos.
Sin embargo, Alavi señaló que, si estos mineros tuvieran que pagar las tarifas impuestas por el gobierno a los operadores legales, el costo sería “muy caro”. En Irán, las tarifas eléctricas para actividades industriales como la minería legal son “las más elevadas”, especialmente porque gran parte de la energía proviene de centrales alimentadas por gas.
Según Alavi, Irán es el segundo país del mundo en cantidad de energía generada a partir de gas, un recurso que constituye la principal fuente energética del país.
El CEO de ViraMiner explicó que las regulaciones y aranceles “mal diseñados” han complicado la obtención de licencias para operar legalmente. Esto ha llevado a que los mineros autorizados enfrenten dificultades para cubrir gastos operativos, como el mantenimiento de almacenes o la contratación de personal, afectando su retorno de inversión. Como resultado, muchos optan por operar de manera ilegal, evadiendo impuestos y aprovechando los subsidios eléctricos para maximizar ganancias.
Un problema global recurrente
La situación en Irán no es un caso aislado. CriptoNoticias ha reportado previamente casos de minería ilegal y restricciones en otros países.
En Rusia, por ejemplo, el Ministerio de Energía propuso en febrero de 2025 crear un registro único de equipos de minería para identificar a los mineros y controlar la actividad. Aunque Rusia legalizó la minería de Bitcoin en agosto de 2024, el gobierno mantuvo la facultad de imponer restricciones. Desde el 1 de enero de 2025 hasta el 15 de marzo de 2031, la minería está prohibida en varias regiones, incluidas zonas de Ucrania invadida, argumentando escasez energética y la necesidad de priorizar la calefacción durante el invierno.
En Venezuela, en marzo de 2025, las autoridades de la ciudad de Maracaibo decomisaron 25 máquinas de minería de Bitcoin y procesaron al responsable por tenencia ilícita de esos equipos. En Paraguay, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) intensificó su lucha contra el fraude eléctrico vinculado a la minería ilegal. A finales de noviembre de 2024, decomisaron 163 equipos tras detectar una derivación ilegal en media tensión, con un daño patrimonial estimado en 665 millones de guaraníes, unos 85.000 dólares.
También, en Paraguay, se descubrió una granja ilegal con 7 ASIC bajo una iglesia, consumiendo 1.300 dólares mensuales en electricidad. CriptoNoticias notificó que, entre Venezuela y Paraguay se retuvieron más de 20.000 dispositivos ASIC para minar Bitcoin en 2024.
La minería ilegal de Bitcoin en Irán expone las dificultades para regular una industria que opera en los márgenes. Con 800.000 mineros evadiendo impuestos y aprovechando electricidad subsidiada, el gobierno enfrenta un reto estructural. Este fenómeno, también visto en países como Rusia y Paraguay, pone en evidencia cómo las regulaciones estrictas pueden impulsar prácticas clandestinas, complicando el equilibrio entre fiscalización y desarrollo económico.