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Mineros en Rusia concentran 160 EH/s del hashrate global de Bitcoin.
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Analistas atribuyen el crecimiento al aprovechamiento energético local.
El poder de cómputo que los mineros en Rusia aportan a la red Bitcoin ubica a ese país como el segundo con mayor participación en la minería desplazando a los de China al tercer lugar.
Con 160 exahashes por segundo (EH/s), equivalentes al 15,5% del poder de cómputo global, Rusia ahora supera a China, que mantuvo ese lugar durante los últimos años y actualmente sus mineros proveen 145 EH/s (14% del total).
Por su parte, los mineros en Estados Unidos continúan encabezando el ranking mundial con un hashrate de 389 EH/s, lo que representa el 37,75% de la tasa de hash total de Bitcoin.
Analistas y especialistas opinan sobre la minería de Bitcoin en Rusia
El especialista en minería y energía Daniel Batten destacó la relevancia del crecimiento ruso:
Rusia es el segundo país más grande del mundo en minería de Bitcoin. Gran parte de esa minería se usa para absorber energía excedente —que de otro modo se desperdiciaría—, especialmente proveniente de fuentes hidroeléctricas y, cada vez más, de gas quemado o atrapado.
Daniel Batten, especialista en minería y energía.
La observación de Batten apunta a un fenómeno en el desarrollo de la minería: su uso como herramienta de eficiencia energética.
En regiones con sobreproducción eléctrica, o falta de infraestructura para distribuirla, las granjas de minería permiten monetizar ese excedente.
Para el caso ruso, la expansión de proyectos hidroeléctricos y la utilización del gas natural que normalmente sería liberado a la atmósfera son factores que impulsan la minería de Bitcoin.
En la misma línea, el analista y minero Jaran Mellerud explicó que la expansión de Rusia en el mapa de la minería global se debe a su infraestructura energética heredada del período soviético.
«Rusia se ha convertido en el segundo país del mundo en minería de Bitcoin, principalmente gracias a su infraestructura hidroeléctrica antes subutilizada», acotó el minero.
Agregó que la estimación más reciente indica que el país «concentra alrededor del 16% del hashrate global, por detrás de Estados Unidos y por delante de China».
Detalló asimismo que, entre los países con mayor presencia minera, Rusia ha mostrado el crecimiento relativo más acelerado en los últimos años.
Desde enero de 2022, la participación global de Rusia en el hashrate se ha más que triplicado, lo que ilustra la rápida expansión de su industria minera. Una participación del 16% significa que los mineros rusos consumen unos 4 gigavatios (GW) de electricidad, cerca del 3% del consumo eléctrico nacional, frente al 1,3% registrado en julio de 2024.
Jaran Mellerud, minero y analista.
El siguiente gráfico ilustra esta última declaración de Mellerud. Allí se expone el crecimiento de la participación de los mineros en Rusia en la red Bitcoin desde 2022 hasta la actualidad:
El fin del crecimiento sin límites para la minería rusa, según Mellerud
El analista agregó que el incremento en el uso energético por parte de los mineros en Rusia marca un punto de inflexión:
Dedicar el 3% de la electricidad doméstica a la minería es mucho y explica por qué los mineros rusos enfrentan dificultades para seguir creciendo. La era de crecimiento ilimitado ha terminado.
Jaran Mellerud, minero y analista.
Históricamente, explicó Mellerud, los mineros rusos desempeñaron un papel crucial en la monetización del excedente eléctrico generado durante la era soviética.
En la década de 1990, la caída de la demanda tras la disolución de la Unión Soviética dejó una gran capacidad energética sin uso.
La minería de Bitcoin aprovechó esa disponibilidad instalando operaciones cerca de plantas eléctricas subutilizadas, lo que permitió rentabilizar la energía que de otro modo habría quedado ociosa.
Sin embargo, desde 2015 y especialmente a partir de 2020, el consumo eléctrico interno ruso creció de forma sostenida, reduciendo el margen de energía sobrante.
Como consecuencia, Mellerud prevé que la minería en Rusia tenderá a migrar hacia fuentes fuera de la red principal (off-grid), utilizando gas natural que de otra manera sería quemado o desperdiciado.
Así, la combinación de infraestructura energética, costos competitivos y recursos naturales ha impulsado a Rusia a ocupar una posición estratégica dentro de la red Bitcoin.