-
El gobierno priorizaría industrias que generen empleo por sobre la minería de Bitcoin.
-
Prieto Sosa comparó las estrategias mineras de BTC de Paraguay y El Salvador.
La minería de Bitcoin en Paraguay podría enfrentar un retroceso a partir de 2027 por decisiones centradas en criterios políticos, de acuerdo con la visión de Ricardo Prieto Sosa, director y fundador de la Cámara Paraguaya de Blockchain.
El directivo habló en exclusiva con CriptoNoticias el 21 de noviembre durante Devconnect Argentina, en Buenos Aires, evento en el que participó como ponente.
Prieto Sosa es un referente del sector tecnológico paraguayo con más de tres décadas de trayectoria y además se desempeña como Director de Innovación Blockchain en Paradata S.A.
Prieto Sosa explicó que Paraguay mantiene uno de los niveles de participación en la minería de Bitcoin más altos del mundo «por el hecho de que tenemos una energía económica» y eso atrajo «a muchos mineros».
Esos recursos, como ya lo reportó CriptoNoticias, llevaron a los mineros de Paraguay a ubicar al país sudamericano como el cuarto que más cantidad de poder de cómputo aporta a la red.
Seguidamente, Prieto Sosa ofreció más contexto indicando que «Paraguay firmó contratos energéticos especiales hace más de una década» con compañías de distintas industrias.
Esos acuerdos, a los que los mineros también accedieron cuando llegaron al país, garantizan tarifas diferenciadas en el precio de la energía, aunque incluyen condiciones como la obligación de apagar los equipos en momentos de alta demanda nacional.
El cambio central es que el gobierno paraguayo no daría continuidad a esos beneficios, de acuerdo con el directivo de la Cámara Paraguaya de Blockchain:
Todos los contratos, según lo que envía el mensaje del gobierno, es que al 2027 se cierran, no van a renovar. O si renuevan, van a renovar con menos empresas y bajo otro costo.
Ricardo Prieto Sosa, director y fundador de la Cámara Paraguaya de Blockchain.
Ese es el escenario que, según lo dispuesto por el entrevistado, podría modificar la estructura de la minería en esa región.
Dado que la energía es el mayor gasto que tienen los mineros, cuando cambia su disponibilidad o el precio en un país, las empresas mineras suelen trasladarse hacia regiones donde los costos y regulaciones resultan más competitivos.
Esa búsqueda de regiones con energía más barata es uno de los mecanismos que los mineros usan para mitigar la volatilidad del valor de bitcoin (BTC), que reduce los márgenes de ganancias.
¿Por qué el gobierno de Paraguay no renovaría los contratos a los mineros?
El posible cambio después de 2027 responde a una discusión que trasciende la minería.
Para Prieto Sosa, la decisión ya no se explica por el precio de la electricidad, sino por el destino que debe tener la energía generada por las dos grandes hidroeléctricas del país: Yacyretá e Itaipú.
Según las palabras de Prieto, la minería de Bitcoin en Paraguay «es un concepto político, ahora se analiza políticamente».
El punto central es la asignación de energía en un contexto de crecimiento del consumo interno, es decir, a quién se le da la energía barata producida por esas represas.
El especialista indicó que, hacia 2030, Paraguay utilizaría toda la energía que le corresponde según los acuerdos de las represas binacionales.
En ese escenario, la prioridad estaría en sectores que generen mayor cantidad de empleos. Prieto Sosa resumió la lógica de la discusión con una frase:
¿A quién le damos la energía? ¿A un minero o a una empresa que puede crear mil puestos de trabajo?
Ricardo Prieto Sosa, director y fundador de la Cámara Paraguaya de Blockchain.
Ese criterio ya se refleja en iniciativas legislativas recientes. El país incorporó penas por consumo no autorizado de energía de alto volumen, que incluyen hasta diez años de prisión y la confiscación de equipos.
Esa circunstancia, como lo informó CriptoNoticias, se traduce en reiteradas persecuciones a mineros ilegales.
En paralelo, en Paraguay se discuten proyectos para desarrollar micro represas y fuentes alternativas, como energía solar o eólica, con el objetivo de diversificar la generación disponible.
Entonces, ¿qué puede ocurrir en 2027 con la minería de Bitcoin en Paraguay?
El panorama futuro dependerá tanto de decisiones políticas como de variables económicas propias del sector.
Prieto Sosa señaló que, si los contratos especiales dejan de existir o se renuevan bajo condiciones más exigentes, muchas empresas podrían cerrar operaciones en el país. «De las 50 empresas que están, unas 10, pueden soportar», estimó.
Entre esas compañías que el entrevistado destacó, se encuentra HIVE (HIVE), una minera canadiense que se instaló en Paraguay a mediados de 2024 y continúa expandiendo sus operaciones allí.
No obstante, también aclaró que la situación «va a depender de cuánto está costando al 2027 el Bitcoin».
El crecimiento económico paraguayo y la llegada de nuevas industrias con capacidad para crear empleo también incidirán en la distribución de energía disponible.
Van a venir muchas empresas. Entonces eso va a consumir energía eléctrica en cualquier rubro que puedan entrar.
Ricardo Prieto Sosa, director y fundador de la Cámara Paraguaya de Blockchain.
Para Prieto Sosa, el panorama es consistente: el país reorganizará su matriz energética y la minería perderá parte del espacio que ocupó durante los últimos años.
Paraguay frente al modelo salvadoreño
Prieto Sosa comparó la situación de Paraguay con la estrategia minera de El Salvador.
El país liderado por Nayib Bukele, la generación geotérmica (proveniente de volcanes) se integra a un esquema donde participan dos empresas privadas y el Estado, y este último recibe una fracción de los BTC minados.
«El Estado se queda con el 23% de cada Bitcoin que sale», afirmó Prieto Sosa.
El esquema salvadoreño implica que una parte del valor creado por la minería permanece dentro del país.
En contraste, Paraguay actúa solo como proveedor de energía. «Todos los mineros son de Bitcoin y se llevan los Bitcoin a Canadá», afirmó.
Eso demuestra un desinterés por parte del gobierno paraguayo por BTC, al tiempo que las empresas abonan impuestos vinculados al consumo eléctrico y conservan las monedas minadas.
«Vendemos energía, pero no se queda nada de Bitcoin», señaló el entrevistado. Ese contraste abre un debate sobre captación de valor y sobre el rol de los Estados en modelos energéticos que involucran minería digital.
Aunque ambos países cuentan con recursos naturales que pueden atraer inversiones, sus marcos institucionales difieren en el interés por BTC.
Finalmente, Prieto Sosa también desestimó la posibilidad de que el gobierno paraguayo actual piense en crear una reserva estratégica en bitcoin.