-
Abogados advierten que, con energía barata y ganancias, la minería no desaparecerá en China.
-
Fabricantes de equipos de minería aseguran que sus ingresos han vuelto a crecer en el país asiático.
A cuatro años del veto a la minería de Bitcoin en China, la actividad gana paso en el territorio. Pese a que la prohibición continúa en pie, se desarrollan operaciones en regiones con energía abundante y de bajo costo, aprovechando además el crecimiento acelerado de los nuevos centros de datos.
Según Hashrate Index, en octubre el país concentró el 14,1% del poder de cómputo global, maximizando su participación en el año. Esto lo reposicionó como el tercer mayor productor de hash de bitcoin.
Mineros de China anónimos señalaron que este repunte responde a oportunidades económicas difíciles de pasar por alto en regiones energéticas como Xinjiang y Sichuan. En provincias donde la energía excedente no puede ser trasladada a otras zonas del país, los costos reducidos vuelven rentable una actividad que en 2021 había sido desmantelada tras la ofensiva regulatoria de Beijing.
Para el abogado Liu Honglin, la explicación es sencilla: mientras haya energía barata en abundancia y el negocio siga siendo rentable, la actividad difícilmente desaparecerá por completo.
Esta reactivación también se refleja en las ventas de hardware. Canaan, el segundo mayor fabricante de máquinas de minería de Bitcoin a nivel global, obtuvo el año pasado el 30,3% de sus ingresos en China, un salto notable frente al 2,8% registrado en 2022. Según una fuente con conocimiento directo del tema, esa participación superó el 50% en el segundo trimestre de este año.
Aunque el gobierno de China no ha anunciado ningún relajamiento formal del veto, analistas indican que ciertas señales sugieren mayor flexibilidad. Como reportó CriptoNoticias, Hong Kong ya aprobó su propio marco para las stablecoins y China evalúa impulsar versiones respaldadas en yuanes para competir en el escenario internacional, una estrategia que contrastaría con el rechazo total al ecosistema.