-
El impacto de la minería de bitcoin en la economía global no está bien medido, según el FMI.
-
Responde Daniel Batten que gran parte del consumo de Bitcoin proviene de fuentes desperdiciadas.
El Fondo Monetario Internacional publicó el 31 de julio un informe elogiando los nuevos estándares del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) para evaluar información económica global. En él, tuvo palabras para bitcoin, su minería y el consumo energético que deriva de su práctica.
Para el FMI, Bitcoin es una especie de industria que no aparece en el radar y «consume tanta electricidad como Argentina, pero no se contabiliza en el PIB (producto interno bruto) porque no genera bienes ni servicios tradicionales». Para uno de los mayores especialistas en consumo energético de la industria de Bitcoin, Daniel Batten, el reporte del FMI es un ataque a la minería y sufre de agujeros argumentativos.
Justificando la comparación con Argentina, el FMI publicó en su cuenta de X y en su reporte un gráfico que muestra el consumo anual de la minería de Bitcoin medido en terawatts por hora (TWh).
Según datos de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec) citados por un medio generalista, el consumo de energía eléctrica en toda la Argentina alcanzó los 140,2 TWh en el año 2024. En términos cuantitativos, la comparación que hace el FMI es, a grandes rasgos, justificada.
Para el FMI, el impacto de los criptoactivos en la economía global no está bien medido, en tanto Bitcoin, por ejemplo, no sigue un modelo de «creación de bienes o servicios en el sentido tradicional». La actualización de los estándares por el SCN ayudaría a medir mejor este impacto, enfocado como está en la clasificación e inclusión metodológica de tecnologías digitales.
Otro impulsor importante de la actualización de SCN es la creciente importancia de los criptoactivos, que fue uno de los más difíciles de abordar. Bitcoin, por ejemplo, tiene un impacto económico tangible, incluso porque consume grandes cantidades de energía para producir. Sin embargo, debido a que no implica la creación de bienes o servicios en el sentido tradicional, no se cuenta en el producto interno bruto.
Fondo Monetario Internacional.
La medición de las criptomonedas y su impacto económico es crucial desde una perspectiva de política pública, considera el FMI, pues este impacto podría tener implicaciones significativas «para la estabilidad financiera, la política fiscal y la supervisión regulatoria futuras».
Un especialista en Bitcoin y Energía responde al FMI
Según Daniel Batten, analista de bitcoin e inversor en tecnologías sostenibles, la estadística compartida por el FMI es engañosa. El FMI no dice, por ejemplo, que «gran parte del consumo energético de Bitcoin proviene a menudo de fuentes varadas y desperdiciadas que otros no pueden aprovechar», comenta. Batten cree que existe mucha desinformación sobre los efectos energéticos y climáticos de la minería de Bitcoin.
Se ha demostrado en 20 artículos revisados por pares y 7 estudios independientes que [la minería de Bitcoin] estabiliza y descarboniza las redes, mitiga el metano y reduce los precios de la electricidad, y que el 52,4% de su energía proviene de fuentes sostenibles (a diferencia de la combinación energética mucho menos sostenible del sector bancario y la minería de oro, a las que Bitcoin ofrece alternativas viables y tecnológicamente superiores). (…). Contrariamente a las implicaciones de este tweet, Bitcoin tiene 19 casos de uso bien documentados que crean valor para la sociedad.
Daniel Batten, analista de bitcoin.
En su respuesta, el analista enlaza a un post donde él mismo enumera los artículos revisados por pares sobre bitcoin y su sostenibilidad energética.
Paralelamente, Batten cree que el FMI tiene conflicto de intereses contra Bitcoin. Al competir en el sector del dinero, bitcoin (BTC) es una moneda que tiene potencial de desintermediar al organismo, en la medida en que suplanta sus funciones con tecnologías descentralizadas.
«Bitcoin amenaza al FMI con la desintermediación de cinco maneras que he clasificado previamente aquí. El FMI tiene fama de oponerse abiertamente a Bitcoin, citando repetidamente ‘preocupaciones’ que nunca se han materializado», comentó el inversor, dejando clara su posición respecto al FMI y la minería de bitcoin.