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Los traders creen que la fiesta alcista puede volver.
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El miedo ha quedado atrás en el mercado de bitcoin y criptomonedas.
Cuando veas que, de las cinco criptomonedas con mayor subida semanal, cuatro tienen la imagen de un animal, significa que hay entusiasmo en el mercado.
No es un dato menor ni una simple curiosidad estética: es una señal clara de que los inversionistas están dejando atrás el miedo y volviendo a tomar riesgos, incluso en proyectos que no destacan precisamente por su solidez técnica o fundamentos económicos.
Durante la última semana de abril, tokens como Pudgy Penguins (PENGU), Bonk (BONK), FLOKI y Brett (BRETT)—todos ellos relacionados con memes, animales o cultura pop—figuraron entre los mayores ganadores del top 100 por capitalización de mercado.
Se trata de activos que, en condiciones normales o en mercados bajistas, apenas reciben atención fuera de las comunidades más fanáticas. Pero cuando el dinero empieza a fluir hacia este tipo de criptomonedas, el mensaje es uno solo: los traders creen que la fiesta puede volver.
En el primer lugar del ranking semanal aparece Virtuals Protocol (VIRTUAL), con un 138% de ganancia en apenas siete días. Detrás lo siguen PENGU (+78%), BONK (+38%), BRETT (+32%) y FLOKI (+30%). Todas, con sus respectivas comunidades, influencers y memes, arrastrando nuevos capitales a un mercado que venía dormido.
Lo importante aquí no es si estas monedas tienen sentido económico, sino lo que representan: activos ultrarriesgosos que nadie compraría si pensara que el mercado va a seguir cayendo. Son, en cierto modo, el canario en la mina del sentimiento de los inversores. Y ese canario, por ahora, canta con fuerza.
A esta reactivación del apetito por el riesgo se suma el comportamiento de bitcoin (BTC), que cotiza por encima de los 95.000 dólares en el momento de redacción de esta nota. Aunque todavía lejos de su máximo histórico, el hecho de que BTC se mantenga estable en un rango alto, sin ceder a fuertes correcciones, contribuye a la percepción de que un nuevo impulso alcista puede estar en camino.
Además, el índice de miedo y codicia se encuentra actualmente en territorio neutral, cercano a 51 puntos. Aunque no marca euforia, este nivel refleja una mejora respecto a semanas anteriores, cuando dominaba el miedo. Es un terreno fértil para que resurja el optimismo, sobre todo si se confirma un rally sostenido.
En el plano internacional, el contexto es mixto. La “guerra de aranceles” iniciada por Donald Trump ha generado preocupación entre analistas económicos, ya que, tal como CriptoNoticias lo ha explicado, podría derivar en una nueva ola inflacionaria global. Y este 1 de mayo, feriado por el Día del Trabajador en buena parte del mundo, muchas bolsas de comercio se encuentran cerradas—como las de Alemania, Francia, Italia, España y otros países europeos—, lo que deja más espacio para que los activos digitales capten atención.
Con Wall Street operando con normalidad, y tras varias jornadas de alzas (aunque no consecutivas) en el S&P 500, algunos capitales podrían estar rotando hacia activos más especulativos, como las criptomonedas. Hay una tendencia general de recuperación de apetito inversor.
Es en este contexto donde resurgen con fuerza las llamadas memecoins. Aunque los maximalistas de bitcoin suelen despreciarlas, cumplen una función clave en el mercado: medir el grado de locura, euforia o esperanza que ronda entre los traders minoristas. No son refugios de valor, ni redes de contratos inteligentes, ni protocolos financieros. Son, básicamente, apuestas puras al humor y la viralidad. Y que estén subiendo significa que hay dinero dispuesto a apostar, incluso en lo más ridículo.
Por supuesto, este tipo de comportamiento también puede anticipar burbujas o correcciones abruptas. Pero antes de que eso ocurra, suelen venir momentos de exuberancia que los traders más experimentados saben aprovechar. Los que se suben a tiempo al tren de las memecoins no lo hacen porque crean en su valor, sino porque entienden que pueden subir mucho en muy poco tiempo, como ya ha ocurrido varias veces en ciclos anteriores.
No está garantizado que el mercado esté entrando en una nueva etapa alcista sostenida, pero el regreso de los pingüinos, perros y sapos a las listas de ganadores semanales es un síntoma claro de que algo se está moviendo. Es una señal de que, tras meses de lateralización y dudas, vuelve la especulación, vuelve el juego… y, con él, tal vez, la esperanza de un nuevo rally.
Mientras tanto, bitcoin observa tranquilo. Sólido. Esperando su momento para volver a marcar un nuevo récord. Si las condiciones macroeconómicas acompañan—o al menos no empeoran drásticamente—, BTC podría estar más cerca de una fase expansiva que de una caída.