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XRP se ha beneficiado de un entorno macroeconómico y regulatorio favorable.
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La expansión de la empresa Ripple favorece a la criptomoneda XRP.
En diciembre de 2024, el analista financiero Jacobo Maximiliano, vinculado al exchange Bitget, lanzó una estimación que entonces parecía lejana: XRP, la criptomoneda de Ripple Labs, alcanzaría los 7 dólares en el actual ciclo alcista.
De acuerdo con Maximiliano, al conformar un patrón alcista como el de bitcoin (BTC) y ether (ETH), XRP podría llegar a cotizaciones de 4,50 dólares, que serían seguidas de una fuerte corrección por debajo de 2 dólares. Luego de eso, opinaba el especialista, ese activo digital “debería subir seguramente hasta los 7 dólares zonales”.
Esa proyección se lanzó cuando la criptomoneda se encontraba por encima de los 2 dólares y ya estaba consolidando un banderín alcista que hoy da sus frutos. Es que actualmente XRP cotiza en torno a los USD 3,60, un 69,8% más respecto a un mes, y al borde de nuevos máximos históricos, como se ve en la siguiente gráfica provista por TradingView. Por lo tanto, la posibilidad de que el activo llegue a los USD 7 comienza a tomar forma concreta.
Este modelo técnico ha cobrado mayor relevancia tras el comportamiento reciente del precio, ya que el activo ha estado impulsado por un entorno macroeconómico y regulatorio favorable, así como por los avances corporativos de Ripple Labs.
El 17 de julio, XRP alcanzó los USD 3,65, un nuevo récord para la cotización del activo, tal como lo reportó CriptoNoticias. Desde entonces, el precio se ha sostenido cerca de los USD 3,60, y la resistencia previa parece estar cediendo.
Parte de este impulso se atribuye a la aprobación de la ley GENIUS en Estados Unidos, que otorga claridad legal al sector de criptoactivos, especialmente en lo referido a la emisión de stablecoins. Ripple, responsable de XRP, también emite la stablecoin Ripple USD (RLUSD), por lo que la nueva legislación la beneficia directamente.
Además, RLUSD opera bajo regulación estatal del Departamento de Servicios Financieros de Nueva York, pero la empresa solicitó una licencia para operar como banco nacional, lo cual pondría a su stablecoin bajo supervisión federal, específicamente de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), como reportó CriptoNoticias.
Este paso regulatorio no es menor. Si Ripple obtiene la licencia bancaria, sus operaciones se fortalecerían institucionalmente, generando mayor confianza en sus productos financieros, incluida su criptomoneda XRP.
Por otro lado, la empresa ha intensificado su actividad internacional. El pasado 16 de julio, anunció una alianza con Ctrl Alt, una firma británica dedicada a la infraestructura de tokenización, con el objetivo de digitalizar activos inmobiliarios en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, como informó este medio.
Este proyecto, respaldado por el Departamento de Tierras de Dubái (DLD), se apoya en la red XRP Ledger (XRPL) para gestionar escrituras tokenizadas. Ripple también lanzó en Singapur el programa Acelerador XRPL, previsto para comenzar en septiembre de 2025, como parte de su estrategia de expansión de la economía tokenizada.
A estos factores se suma el hecho de que el mercado de criptomonedas ha entrado en lo que CriptoNoticias denomina fase 3 del ciclo alcista. En esta etapa, las criptomonedas, como XRP, tienden a seguir el impulso de los líderes del mercado. Ether (ETH), la criptomoneda de la red Ethereum, ha protagonizado la subida más reciente, estando a un 25% de un nuevo máximo histórico. Ahora XRP y otros activos muestran comportamientos similares.
Esta tercera fase se caracteriza por la rotación de capital hacia altcoins de alto perfil, lo que aumenta las probabilidades de movimientos fuertes en sus precios, como el que XRP ha comenzado a mostrar.
Fortaleciendo la narrativa alcista de XRP
Todo este contexto ha fortalecido la narrativa alcista de XRP. La empresa matriz ha iniciado el camino para convertirse en banco, su stablecoin se adapta al nuevo marco regulatorio estadounidense y su infraestructura se emplea en casos de uso tangibles a nivel global. Estos elementos alimentan el optimismo técnico y fundamental.
Desde el punto de vista del análisis de mercado, XRP ha mostrado señales claras de consolidación. De acuerdo con el gráfico anual, se identifican dos mínimos relevantes: uno a finales de abril, con un retroceso a USD 1,60 antes de rebotar; y otro a mediados de julio, cuando el precio cayó a USD 1,90 y luego se recuperó hasta los USD 2,20. Esta secuencia ha configurado un soporte alcista que, hasta el momento, se mantiene firme.
La posibilidad de alcanzar los 7 dólares, entonces, se basa no solo en proyecciones gráficas, sino en un conjunto de factores estructurales que se alinean favorablemente. Aunque el patrón técnico descrito por Jacobo Maximiliano contempla una corrección posterior a los 4,50 dólares, este tipo de retrocesos son parte del desarrollo de tendencias alcistas prolongadas.
Lo importante es que, luego de esa corrección, el modelo sugiere un avance sostenido hacia la zona de los 7 dólares. Si bien no hay garantías, los indicadores actuales lo hacen ver como un escenario plausible.