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En el corto plazo, no sería raro ver una caída por "venta de la noticia".
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En el mediano plazo la perspectiva es alcista, pero también influirá la cuestión macroeconómica.
La red Ethereum implementa hoy su actualización técnica denominada Fusaka, un evento que marca un cambio estructural en la economía de sus datos y su capacidad de ejecución.
Si bien Fusaka promete optimizar la escalabilidad a largo plazo, el mercado evalúa con cautela el impacto inmediato en la cotización de la criptomoneda ether (ETH), token nativo de Ethereum.
La actualización Fusaka, que amalgama cambios en la capa de consenso (Fulu) y de ejecución (Osaka), tiene como eje central la introducción del Peer Data Availability Sampling (PeerDAS), tal como se ha explicado en anteriores publicaciones de CriptoNoticias. Este mecanismo técnico modifica radicalmente cómo los nodos procesan la información: en lugar de descargar bloques de datos completos, los validadores ahora realizan muestreos aleatorios.
Esta eficiencia técnica reduce la carga de ancho de banda y permite escalar el espacio disponible para las redes de segunda capa (L2) como Base o Arbitrum.
Según estimaciones técnicas, esto podría reducir los costos operativos de estas redes entre un 40% y un 60% en una etapa inicial, facilitando un mayor volumen de transacciones sin saturar la red principal.
Fusaka traerá una reingeniería económica a Ethereum
Más allá de la escala, Fusaka aborda un problema crítico heredado de la actualización Dencun: la caída en los ingresos de la red principal. Mediante la propuesta EIP-7918, se establece un «suelo» de ingresos al vincular el costo de los datos (blobs) con el precio de ejecución de la Capa 1.
Esto busca corregir la distorsión donde la alta actividad en L2 no se traducía en captura de valor para la red base. Con este cambio, se espera reactivar la quema de comisiones, devolviendo presión deflacionaria a la moneda digital ETH bajo condiciones de alta demanda.
Impacto en el precio de ETH: volatilidad, fundamentos y macroeconomía
Desde esta columna —y con la aclaración de que no se trata de un consejo de inversión ni recomendación financiera— plantearemos una tesis dual respecto al precio de ETH.
En el corto plazo es posible una caída (venta de la noticia). Siguiendo el patrón histórico de eventos como «The Merge», es probable que el precio enfrente volatilidad o retrocesos inmediatos. El mercado suele descontar el éxito técnico antes del evento, propiciando una toma de ganancias o estancamiento en los días posteriores a la activación.
Las cosas cambian en el mediano y largo plazo, donde la perspectiva se torna alcista. Una vez superada la implementación técnica de Fusaka y las bifurcaciones de parámetros (BPO) programadas para las próximas semanas, los fundamentales se fortalecen.
La combinación de una red capaz de procesar volúmenes industriales y un mecanismo de ingresos reparado sugiere una base sólida para la apreciación del activo hacia 2026.
La actualización se despliega de manera escalonada, por lo que el impacto pleno en la oferta y demanda del activo digital se hará evidente progresivamente a medida que el ecosistema absorba la nueva capacidad.
Claro está que el precio de ETH no solo depende de las genialidades tecnológicas que Ethereum pueda aportar. También influirá mucho cómo se comporten aspectos de la macroeconomía que suelen impactar en las criptomonedas. Téngase en cuenta que 2026, siguiendo patrones históricos, sería un año bajista para bitcoin (BTC) y los activos digitales. Si esto ocurriera una vez más (cosas que algunos analistas dudan) es probable que ETH también tenga un 2026 bajista.